5 observaciones de las Finales NBA 2021 entre Milwaukee Bucks y Phoenix Suns

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Las Finales NBA de 2021 ya forman parte del pasado. La victoria de Milwaukee Bucks sobre Phoenix Suns quedará grabada en la retina de los aficionados por su imprevisibilidad, emoción y competitividad entre los dos candidatos al anillo, pero también será recordada por ser el primer campeonato de un tal Giannis Antetokounmpo. Pocos podían esperar cuando arrancó la temporada 2020-2021 el pasado 22 de diciembre que estos equipos serían los encargados de optar al título, pero el resultado final y el desarrollo de los Playoffs han dado buena cuenta de que ambos fueron los dos mejores aspirantes posibles para unas Finales.

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La temporada concluye de este modo, con Giannis levantando el trofeo de MVP secundado por Khris Middleton con el Larry O'Brien, y por ello desde NBA.com en español queremos resaltar algunos puntos a tener en cuenta una vez terminadas unas emocionantes Finales.

Giannis puede ser imparable

Giannis Antetokounmpo

Si algo había quedado claro a lo largo de las últimas tres Fases Regulares en la NBA es que Antetokounmpo era uno de los pocos jugadores que resultaba prácticamente imposible de frenar. Con un físico privilegiado y unas habilidades en constante evolución, el griego no había encontrado rival noche tras noche, sufriendo únicamente en ocasiones muy puntuales y partidos para el olvido en cuestiones de acierto. No así en los Playoffs, donde los oponentes habían planteado defensas centradas en contener y proteger la pintura, logrando de este modo limitarlo considerablemente y frustrar las aspiraciones de los Bucks.

Lejos de buscar una alternativa en su juego que sirviera como solución a esas estrategias rivales, Giannis ha puesto más énfasis en sus virtudes, puliendo su técnica y eficacia en la pintura hasta convertirse en un jugador sin parangón en la actual NBA. Sin ir más lejos, en la actual postemporada el jugador de los Bucks ha conseguido firmar una media de 20,8 puntos en la pintura por partido, la cifra más alta desde Shaquille O'Neal en 2001 y la cuarta más alta de todos los tiempos en una lista protagonizada por el mítico pivote. 

Precisamente esa dependencia de su físico para anotar entre la marabunta de cuerpos que se asientan en la zona es lo que más se le había criticado a Antetokounmpo, carente de tiro exterior. Pero su actuación en el decisivo Juego 6 de las Finales, donde se fue a los 50 puntos en 16 de 25 tiros de campo, hacen de él una figura única. De hecho, James Harden, Stephen Curry, Kawhi Leonard, Chris Paul, Kyrie Irving o Anthony Davis no han conseguido todavía un partido de 50 tantos en Playoffs. 

Devin Booker es una realidad

devin booker

Tan solo 4 jugadores en toda la historia de la NBA han conseguido tener múltiples partidos de 40 puntos en sus primeras Finales de la NBA: Rick Barry, 3 (1967), Dwyane Wade, 2 (2006), Giannis Antetokounmpo, 3 (2021) y Devin Booker, 2 (2021). En el caso de este último el mérito resulta enorme por la complejidad y la eficiencia que demostró durante la consecución de esos dos duelos, lográndolo además de manera consecutiva, al igual que el griego en el inicio de la eliminatoria (J2 y J3).

El escolta de los Suns ha terminado esta serie por el anillo con 28,2 tantos con una precisión del 45,5% en tiros de campo, siendo el segundo máximo anotador en general y liderando a los de Arizona en no pocos momentos calientes de los partidos o bien siendo la única referencia fiable del grupo. Este ha sido precisamente el punto más importante a destacar de la eliminatoria de Booker pues, en ausencia de un fiable Ayton o de un liberado Paul, tuvo que aparecer el escolta para preservar las opciones de victoria de los Suns. 

La determinación que ha demostrado la figura de 24 años para liderar a su equipo ha quedado más que patente en los últimos cuartos, donde elevó su porcentaje exterior al 41,7% en triples y mantuvo en el 45,2% el de tiros de campo, siendo el tercer máximo anotador de las Finales en los cuartos periodos. 

Booker ha madurado a pasos agigantados en estos Playoffs y las Finales han sido un máster continuo que será sumamente útil para lo que le resta de carrera. Lo destacable es que ha nacido una súperestrella de la NBA, destapándose como un fiero competidor y un excelso anotador que puede cambiar el sino de un encuentro.

Mike Budenholzer es capaz de ajustar

Mike Budenholzer

Pocos mantras más repetidos hasta la saciedad como aquel que venía a decir que Mike Budenholzer no era un técnico preparado para afrontar la exigencia de unos Playoffs. Las amargas experiencias del pasado en las que sus Atlanta Hawks encallaron en la orilla o los desastres en 2019 y 2020 ya en los Milwaukee Bucks parecían ser justificación suficiente para descartar al veterano entrenador, asegurando que no acostumbraba a reaccionar a tiempo para poner solución a los problemas que sobrevenían. Nada más lejos de la realidad.

Lo ocurrido en la burbuja ante Miami Heat forma parte del pasado, pero fue una importante lección de la que 'Bud' aprendió y mucho. En retrospectiva, el técnico ha cambiado considerablemente su aproximación a los encuentros, siendo más abierto a realizar modificaciones en las alineaciones, minutajes y planteamientos defensivos. No así en los de ataque, donde los Bucks se han caracterizado por jugar una y otra vez los mismos esquemas con el objetivo de incidir en los hábitos y no en sorprender al rival. 

Sin duda, una de los puntos más importantes y que ha posibilitado que Milwaukee haya acabado coronándose como campeón ha sido la habilidad de Budenholzer para leer lo que necesitaba su plantel en el transcurso de la serie y no tanto durante el partido. Solo así se explica que hayan conseguido darle la vuelta a un 2-0 en contra ante Brooklyn Nets, ganando la serie en un séptimo partido fuera de casa, adaptarse a la baja de su mejor jugador y vencer a Atlanta Hawks, y volver a remontar un 2-0 ante Phoenix Suns, esta vez en las Finales.

Oportunidad desaprovechada de Phoenix

Monty Williams

Los astros parecían haberse alineado para que Phoenix Suns pueda conseguir el anillo. Justo en unos Playoffs donde los principales favoritos, Los Angeles Lakers, habían adolecido de problemas físicos en sus jugadores estrella, y otros candidatos como LA Clippers o Denver Nuggets también arrastraban bajas importantes, los de Arizona tomaron ventaja de esto para plantarse en sus primeras Finales en prácticamente 3 décadas. Un hito ganado en la cancha y no fruto de la casualidad o la suerte, pero sí que es cierto que la ventana de oportunidad que disponían los de Monty Williams era muy pequeña y reducida. 

Y es que a sus 36 años Chris Paul se ha dejado el alma y el cuerpo para alcanzar su principal objetivo vital, quedándose sin fuerzas en algunos tramos de las Finales gracias a la excelente defensa desplegada por Jrue Holiday. Sin CP3 los Suns no habrían llegado hasta este punto de los Playoffs, especialmente por su labor ante LA Clippers como líder y director del juego del equipo, pero resulta difícil creer que podrá replicarlo el curso que viene en un siempre competitivo Oeste. A esto hay que añadir la situación salarial del equipo, donde 3 de sus principales jugadores todavía se encuentran en su contrato rookie (Ayton, Bridges y Johnson), por lo que mantener esta misma estructura y preservar a CP3 resultará algo complicado de llevar a cabo.

Aquí no acaba la cosa ya que Phoenix llegó a colocarse 2-0 arriba en la eliminatoria ante los Bucks y, de hecho, llegó a liderar el primer cuarto del Juego 3, lo que de haber mantenido ese ritmo competitivo y conseguir el triunfo, hubiese sido una distancia imposible de remontar para Milwaukee. No es imposible que los Suns puedan volver a repetir esto en 2022, pero sí un tanto improbable dados los cambios que se van a producir en el resto de la NBA.

Justicia para Middleton y Holiday

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Juzgar a aquellos que cuentan con un alto contrato pero su cartel como jugadores no alcanza el de estrellas es siempre una labor complicada, especialmente cuando se trata de figuras que no tienden a entrar por los ojos a través de highlights espectaculares. El título de los Bucks sirve como bálsamo pero también como reivindicación en defensa de los mercados pequeños en la NBA y en que no es preciso armar un plantel repleto de estrellas para optar al campeonato, basta ver el plantel del conjunto de Wisconsin para darse cuenta que no sobran nombres de primera línea.

Sin embargo, Khris Middleton y Jrue Holiday se han encargado de desmentir esto mismo al conseguir unas Finales y unos Playoffs en general memorables. No podría haber habido una mejor demostración de lo que ambos son capaces que su rendimiento a lo largo de toda la carrera por el anillo de los Bucks. Sin traicionar a su estilo un ápice como two-way players, juntos sostuvieron a Milwaukee cuando Giannis Antetokounmpo cayó lesionado y fueron vitales en la remontada, cada uno a su manera. 

En el caso del alero lo fue como anotador ligero y revulsivo a media cancha, aliándose con el griego en el cuarto encuentro para firmar una actuación memorable de 40 puntos, incluyendo 14 en el último cuarto. Mientras, al base se le debe una de las acciones que pasarán a la historia de la NBA por su improbabilidad y determinación, siendo un ejemplo perfecto de todo el trabajo defensivo realizado con anterioridad y es que a falta de 15 segundos para el final del Juego 5, Holiday le robó la bola a Booker de las manos para acto seguido conectar un alley-oop con Giannis que les otorgó la victoria y puso el 3 a 2.

Ambos se han revalorizado en las Finales, pero también han acallado las dudas que los rodeaban, las cuales venían a decir que ninguno de los dos podía ser la segunda espada que Antetokounmpo necesitaba. 

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.