Steve Kerr vivió dentro y fuera de la cancha dos de las mejores dinastías que han existido en la NBA. Primero como jugador al ser parte de los últimos tres campeonatos de los Chicago Bulls de Michael Jordan y después como entrenador al llevar a los Golden State Warriors a cinco Finales y ganar tres títulos.
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Un genio que podemos disfrutar en la actualidad. Y como tal, ha estado cerca de los mejores jugadores en la historia de la liga que año con año imponen marcas. Pero hablando en términos colectivos también se consiguen varias. Unas que se renuevan pronto y otras que difícilmente se rompan.
En este caso, hablaremos del 73-9 que consiguieron los Warriors en la temporada 2015-2016, cuando llegaron a las Finales y cayeron contra los Cleveland Cavaliers en siete partidos.
“Fue una temporada fantástica y es un logro espectacular. No creo que sea posible romper ese récord. Claro, tampoco pensé que se fuera a romper el de 72”, dijo Kerr en el programa Damon Ratto & Kolsky.
En la temporada 1995-1996, en el regreso de Jordan al básquetbol después de pasar por el béisbol, los Bulls terminaron la campaña regular con marca de 72-10 y consiguieron su cuarto campeonato con Steve con un rol importante.
“Sé que somos gente que se enorgullece, pero no lo validamos con un título. Como resultado, tenemos un pequeño anuncio en nuestras instalaciones conmemorándolo. Eso es como creo que debemos pensar. Podemos mirar hacia atrás y recordar una gran temporada, pero no lo logramos. Así que definitivamente pierde su brillo”, agregó.
Steve Kerr tiene récord de 337-138 en las seis temporadas que ha dirigido a los Golden State Warriors.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.