El nivel de Andrew Wiggins en esta temporada está sorprendiendo a propios y extraños. El canadiense, criticado durante los últimos años por no cumplir lo que se esperaba de él, es en los últimos partidos el mejor jugador de los Minnesota Timberwolves de Pablo Prigioni.
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Es cierto que en los primeros encuentros de la 2019-2020 comenzó como habitúa, con fallos desde el triple, pocas penetraciones y sin encontrar compañeros. Eso sí, después llegó un cambio radical: acierto desde el perímetro, más entradas al aro para explotar su atletismo y pases que jamás le habíamos visto. Todo esto lo analizamos hace unos días.
another game, another clutch @22wiggins performance. pic.twitter.com/hDZ7PZVYEG
— Timberwolves (@Timberwolves) November 12, 2019
En la noche del lunes, Wiggins siguió a toda marcha: 33 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias contra los Detroit Pistons, para evitar la victoria del equipo de Michigan en el regreso de Blake Griffin (120-114).
"Hemos visto a Wiggs construir lo que imaginamos que podría ser y lo que creemos que puede ser", dijo Robert Covington. “Simplemente tiene muchas personas buenas y positivas a su alrededor que lo están presionando porque creen en él. Y eso es contagioso", agregó su compañero.
De hecho, con sus excelentes actuaciones ante los Pistons, Towns y Wiggins se convirtieron en el primer dúo de los Wolves con al menos 25 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en el mismo encuentro desde Kevin Garnett y Ricky Davis en marzo de 2007. Una pareja interior-exterior moderna a la que de momento le está sentando de maravillas la primera temporada completa con Ryan Saunders y la modernización de Gersson Rosas en la gerencia.
"Me siento bien. Trabajé mucho este verano. Me he quedado con la rutina. Me siento bien por estar de vuelta", dijo Wiggins a Fox Sports North tras uno de los últimos encuentros.
Y es que el número 1 del Draft de 2014 promedia 32 puntos, 5,8 asistencias, 4,3 rebotes, 1,5 tapones y 1 robo en 38,8 minutos en los últimos cuatro partidos, con unas series de tiro de 52% en dobles, 34,6% en triples y 67,9% en libres, el gran aspecto a mejorar. Es más, acumula 5 encuentros seguidos con al menos 25 puntos, segunda mejor racha de su carrera (tuvo una de 9 en 2017).
"No sé si aún diría que me siento cómodo porque estamos rompiendo hábitos. Debes romper los hábitos y Wiggins vivió en exceso en la media distancia durante varios años. Y realmente pensamos que su porcentaje efectivo de tiro aumentará si solo se apega a los valores de tiro. Ya hemos visto detalles y todo el crédito es suyo, por aceptarlo e implementar el cambio en la cancha", analizó su entrenador Saunders.
Ojalá sea cierto y el mejor Andrew Wiggins haya llegado para quedarse. Que esto sea solo el principio de aquel jugador que tenía a la comunidad NBA entusiasmada por él cuando fue elegido primero de su Draft.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.