La ilusión es gigante. El deseo, aún mayor. La Selección Argentina vive un sueño absoluto en este Mundial de básquet 2019. La nueva camada dio el golpe sobre la mesa en su primera gran aparición en la escena principal, y se metió entre los cuatro mejores del torneo. El ya histórico 97-87 contra Serbia, el gigante que era favorito pero que no tuvo respuesta ante la personalidad, determinación y gran juego de los de Sergio Hernández, alimentó aún más las chances de un equipo que quiere ir por más.
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Este viernes (a las 9.00), Argentina se medirá contra Francia buscando el pasaje a la gran final del domingo. Una prueba de extrema dificultad, una chance más de escribir una historia que está siendo maravillosa. En la previa, recordamos las dos apariciones previas de la Selección en semifinales de un Mundial.
2006: España 75 - Argentina 74
Un momento sin grises. Para uno, la gloria absoluta. Para el otro, un dolor pleno y que perduró por un tiempo. Un encuentro por demás parejo y jugado con dientes apretados, con el corazón en la mano. Dos equipos con una jerarquía absoluta que sabían que estaban para ir por todo. Y encima, en un choque con un final infartante, con ese triple desde la esquina de Andrés Nocioni tras la descarga de Manu Ginóbili que no quiso entrar. Fue triunfo español y pasaje a la final para luego terminar ganando el torneo ante Grecia, que había sorprendido a Estados Unidos. Para los argentinos, resultó una daga por quedar en la puerta de una chance única de volver a ser campeones, como dos años atrás en Atenas.
Fue un partido en donde Pau Gasol (19 tantos y 11 rebotes) y Jorge Garbajosa (19) dominaron, aunque el mayor de los hermanos se lesionaría el pie izquierdo y después se perdería la definición ante Grecia. Argentina tenía a 10 de los 12 campeones olímpicos en su equipo, incluido un Ginóbili que terminó como máximo anotador (21). También estaba, como ahora, Luis Scola, quien aportó 8 unidades y 8 recobres.
2002: Argentina 86 - Alemania 80
Un sufrimiento absoluto. Aquella Selección nacional, con la que se pueden establecer bastantes paralelismos en relación a lo que está haciendo el equipo actual, venía deslumbrando a todos. Había vencido a Estados Unidos durante la segunda ronda, generando la primera derrota del Team USA jugando con 12 NBA, y en los cuartos de final controló a Brasil para mantener el invicto.
El desafío para llegar a la final en Indianápolis era la durísima Alemania de Dirk Nowitzki, estrella absoluta del torneo. Quien se convertiría en leyenda de Dallas Mavericks hizo de todo, sumando 24 puntos y 11 rebotes. Okulaja lo acompañó con 18 en un partido dramático. Pero el drama fue festejo para Argentina.
Con un gran último cuarto (27-18) y muchísima personalidad para un cierre súper parejo, los de Rubén Magnano se quedaron con un triunfo con doble valor: Manu Ginóbili apenas aguantó 15 minutos, cuando su tobillo derecho dijo basta tras un esguince (situación que lo dejó sin final, por más que jugó unos minutos). Con un tremendo partido de Hugo Sconochini (18 puntos), Fabricio Oberto (16) y Alejandro Montecchia (10) también en doble dígito, y 7 tantos en 13 minutos de Luis Scola, la Selección inclinó la historia a su favor.
Aquel torneo puso a Argentina coqueteando con la gloria en una final recordada y dolorosa contra Yugoslavia.
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1950: Campeón, pero en otro formato
El primer Mundial quedó en poder de Argentina y en nuestro país, aunque el formato no tenía la figura de semifinales. Después de una fase de grupos de clasificación, se disputó una fase final entre 6 equipos, todos contra todos y quedando la corona para el mejor de ellos.
El 64-50 de la Selección en el último choque ante Estados Unidos le permitió escribir historia a una generación que quedaría para el recuerdo, por su producción en la cancha y por una situación cruel e injusto que le tocó vivir.
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