Brooklyn Nets empezó su temporada con tres jugadores que han sido All-Stars en la NBA y ahora está disputando su serie de Segunda Ronda ante Milwaukee Bucks con la misma cantidad, pero habiendo realizado cambios en el medio. Llegó James Harden via traspaso y La Barba se lesionó en el primer minuto del primer partido. DeAndre Jordan, titular en los primeros siete encuentros de la Fase Regular, todavía no jugó ni un segundo en esta temporada. Y Blake Griffin termina apareciendo como un nombre importante del equipo junto a Kevin Durant y Kyrie Irving.
El ala-pivote de 32 años comenzó la temporada en Detroit Pistons con la esperanza de poder recuperarse de una cirugía en la rodilla izquierda que apenas le permitió disputar 18 encuentros de la temporada pasada. Su nivel no escalaba y su carrera en los primeros planos parecía acabada, quedando inactivo en unos Pistons cuya temporada ya parecía perdida para el mes de febrero. Ahora está jugando en el equipo que mejor ha lucido en el Este en estos Playoffs, siendo titular y con un rendimiento destacado que llamó la atención en los primeros encuentros de la serie ante Bucks.
Podría decirse que Blake Griffin renació pero ¿cómo es que lo hizo?
Aquel joven que brillaba en LA Clippers por su producción ofensiva pero también por su espectacularidad está promediando 10 puntos, 9,3 rebotes, 2 asistencias y 1,3 tapones con 54,5% de campo y 42,9% en triples en esta serie. Números que demuestran la productividad de alguien que no es ni la primera, ni la segunda y ni siquiera la tercera opción ofensiva de su equipo, pero que por eso quedan lejanos de aquel Griffin brillante de los Playoffs 2015 (25,5 puntos, 6,1 asistencias y 12,7 rebotes con un 51,1% de campo), el Griffin que más cerca le ha pasado a una Final de Conferencia por ahora (sus LA Clippers perdieron en el séptimo partido de la Segunda Ronda ante Houston Rockets tras liderar por 3-1).
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Con Durant, Irving y Harden para definir las jugadas y manejar el balón y con un tirador exterior de élite como Joe Harris que también es buscado de tanto en tanto, Brooklyn no necesitaba esa versión de Griffin cuando lo fue a buscar en el mercado de buyouts tras la rescisión de mutuo acuerdo de su contrato con Detroit. El equipo neoyorquino buscaba extender su rotación de interiores, motivo por el que fichó a él y también a un LaMarcus Aldridge del que se pensaba que podrían sacar más fruto que con Griffin, pero que terminó retirándose rápidamente de la actividad profesional.
¿Qué versión de Griffin necesitaba Brooklyn? La que estamos viendo ahora y casi nunca había aparecido en su carrera. La de un Griffin intenso que lucha por cada balón, que es una amenaza con el tiro exterior por lo que genera peligro en ataque sin necesidad de tanto protagonismo, que se hace cargo del trabajo sucio de los demás y que pone su cuerpo a disposición del equipo con tal de poder disputar la oportunidad de ser campeón por primera vez en su carrera como profesional.
"Cuando llegue a este equipo, una de las cosas que sentí que podía agregar era algo de juego físico y acciones así. Cuando tienes un equipo tan dinámico como este con tres anotadores que pueden encestar desde cualquier lado, además de Joe (Harris) que parece que va a meter cada lanzamiento que intenta, tienes que tratar de llenar todos los huecos que queden, algo así como el gran trabajo que ha hecho Bruce Brown durante todo el año", explicó Griffin luego del segundo triunfo de Brooklyn ante Milwaukee.
"Cuando lo veía hacer eso, sentí que había otro hueco que podía llenarse. Ser parte de algo que es más grande que vos y tratar de ganar tiene esto, hay que hacer lo que sea necesario", agregó Blake, que fue cinco veces consecutivas All-Star entre 2011 y 2015 y una vez más en 2019.
"Por dos años no estuve escuchando muchas cosas positivas, y probablemente con razón. Es realmente loco cuán rápido cambia todo. Simplemente estoy agradecido por la oportunidad", manifestó un Griffin que después de su último año destacado en Detroit (donde LA Clippers lo había enviado luego de renovarle contrato y de prometerle un futuro para siempre en la franquicia) fue operado en su rodilla izquierda para lidiar con algo que lo complica físicamente incluso desde antes de llegar a la NBA.
Esa operación terminó duplicándose y su nivel en la cancha no era el mismo al regresar: 12,3 puntos, 5,2 rebotes y 3,9 asistencias de media en 31,3 minutos en sus últimos 20 partidos en Pistons, con 36,5% en tiros de campo, 31,5% en triples (intentando 7,1 cada 36 minutos, casi más que nunca en su carrera) y sin una sola volcada en 626 minutos acumulados sobre la pista. En Brooklyn ya hizo 18 volcadas en 560 minutos de Fase Regular y en esta serie contra Milwaukee agregó cinco más que hacen parecer que a Griffin lo fueron a buscar a 2011 con la máquina del tiempo.
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No solamente en la espectacularidad se queda Blake. Terminó siendo el jugador que más faltas en ataque le sacó a sus rivales durante la Fase Regular con 22, siendo 11 de ellas en la corta etapa en Brooklyn, ya está a apenas a un tiro de tres puntos encestado de firmar su postemporada con más triples, es el séptimo jugador que más pantallas colocó para tiros encestados de sus compañeros en estos Playoffs (26 en 193 minutos, unas 3,25 por partido de media) y defensivamente es quién más debe ocuparse de intentar cubrir a Giannis Antetokounmpo, aunque un jugador de la condición de la estrella de los griegos lo castiga bastante.
"Su energía fue sobresaliente. Es hermoso verlo trabajar, perseverar y tener una oportunidad", manifestó el entrenador Steve Nash después del gran partido de Griffin en el 115-107 de los Nets a los Bucks el sábado pasado, con 18 puntos y 14 rebotes del ala-pivote. Nash, un crack total como jugador (7 veces All-NBA y dos veces MVP) nunca pudo vivir unas Finales de la liga dentro de la cancha como jugador. Griffin hasta el momento tampoco. Quizá, en roles distintos a los que pensaron alguna vez, su momento haya llegado. Para eso Brooklyn deberá seguir trabajando de esta forma más allá de la ajustada derrota en el tercer partido ante los Bucks.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.