Con una ventaja de quince puntos con poco más de seis minutos en el reloj, Los Angeles Lakers se ecnaminaban hacia un triunfo impensado frente a Sacramento Kings: la ausencia de LeBron James, la prueba basal del nuevo proyecto angelino, era un problema mayúsculo para un equipo con mucho talento joven pero aún en formación. Sin embargo, Kyle Kuzma y Lonzo Ball habían liderado a unos Lakers que habían domado a una de las sorpresas de la temporada.
Incluso pese a la remontada en los últimos minutos, los Lakers parecían en control del resultado final cuando Brandon Ingram fue a la línea de libres con su equipo en ventaja por 115 a 114. Sin embargo, Ingram convirtió el primer lanzamiento, falló el segundo y dejó con vida a Sacramento, que tras un timeout repusieron en campo contrario con 4.2 segundos.
Bogdan Bogdanovic se hizo cargo: recibió la pelota y, ante la asfixiante marca de Tyson Chandler, ejecutó un step-back y lanzó un triple que entró limpio mientras el reloj se extinguía y se desataba la locura en Sacramento. El serbio finalizó con 23 unidades, 12 en el último cuarto, y se convirtió en el factor X de una remontada que maravilló hasta a Luka Doncic.
Bogdan Bogdanovic steps back for the #TissotBuzzerBeater! #ThisIsYourTime pic.twitter.com/6EcVYHBSsb
— NBA (@NBA) December 28, 2018
— Luka Doncic (@luka7doncic) December 28, 2018
Los Lakers dejaron buenas sensaciones habían combatido pese a la ausencia de LeBron James. Kuzma sumó 33 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias mientras que Lonzo Ball se quedó al borde del triple-doble con 20 puntos, 12 asistencias y 9 rebotes en una noche eficaz de 61.5% de cancha (8 de 13) y 66.7% de tres puntos (4 de 6). En Sacramento, además de Bogdanovic, brilló De'Aaron Fox, quien finalizó la noche con 15 puntos, 9 rebotes y 12 asistencias.