El valor de Marcus Smart como 'pegamento' para Boston Celtics: "Somos una familia"

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En cuanto sonó la bocina en The Arena señalando el final del segundo partido entre Miami Heat y Boston Celtics, y los jugadores de ambos conjuntos pusieron rumbo al vestuario, algo rondaba la cabeza de Marcus Smart. Una vez más los verdes habían dado un paso atrás en el tercer cuarto que había dinamitado la ventaja conseguida en la primera mitad, al igual que sucediese en el Juego 1. Y la reacción del equipo, traducida en dos triples seguidos de Jaylen Brown casi a la desesperada, se demostró tardía e insuficiente.

Las puertas del vestuario se cerraron y los periodistas allí presentes, que esperaban pacientemente su momento para iniciar las ruedas de prensa, reportaron una acalorada discusión entre los jugadores del equipo de Massachusetts.

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Nada fuera de lo común, pues en todos los equipos se producen momentos como estos, más en los Playoffs, más en los conjuntos que están acariciando con la punta de los dedos el anillo. 

Aquella discusión sirvió como bálsamo, como un revulsivo y al siguiente encuentro, con la posibilidad del Heat de irse 3-0 arriba, los Celtics respondieron de la mejor manera posible. Actuaron al unísono, como un bloque unido, que es lo que son, sin mostrar grieta alguna y, finalmente, ganando ese fatídico tercer cuarto que tanto les ha castigado en esta postemporada. 

#Smart

La victoria en el Juego 3 de Boston dejó claras varias cosas. Por un lado el fantástico trabajo del cuerpo técnico de los verdes para ajustar y modificar el plan de partido para conseguir sorprender a Miami, que apenas varió su aproximación con respecto a los otros dos encuentros. Por otro, que a veces la mejor manera de conseguir una reacción positiva es dejando las cosas claras de puertas para adentro. Es en ese punto donde Marcus Smart más tenía que decir y más importante fue para que los de Massachusetts consiguieran revivir ante el Heat. 

Porque el jugador formado en Oklahoma State siempre ha demostrado tener una especial sensibilidad para la dirección del grupo, apretando a sus compañeros en los momentos de relajación, siendo sumamente vocal en todas sus intervenciones y sentando cátedra desde el ejemplo. No es extraño que Smart fuese uno de los detonantes de esa reacción que se apreció en el parqué durante el anterior encuentro y que ha servido como un balón de oxígeno para los Celtics.

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"Es nuestro corazón y nuestra alma", dijo Grant Williams sobre el papel de su compañero Smart dentro del vestuario. Basta ver un partido de los Celtics para comprender la dimensión de un jugador como este, alguien capaz de generar la necesidad de dar un paso en firme en el resto de sus compañeros. Su actitud es contagiosa, sobre todo en el costado defensivo, esto se aprecia a la perfección echando un ojo a los números pues tres de las cinco alineaciones de 3 jugadores más efectivas defensivamente de Boston en estos Playoffs cuentan con Smart, siendo la más determinante la formada por Jayson Tatum y Kemba Walker (101,4). Más que reseñable ha sido ese paso adelante que ha experimentado el propio Walker en defensa, que junto a Marcus ha tenido un fantástico rendimiento, siendo la novena pareja que menos puntos ha concedido por 100 posesiones en la postemporada (103,9).

"Él es el tipo que nos mantiene en marcha y nos mantiene inspirados, nos mantiene siendo competitivos. Él es nuestro perro de presa", comentó Grant Williams. "Solo tienes que seguir su ejemplo y confiar en que tenemos muchos muchachos en este equipo que pueden hacer muchas cosas geniales. Simplemente va a competir con todo y nosotros seguimos ese estándar, seguimos ese ejemplo, y creo que estaremos bien preparados", finalizó el rookie.

Marcus Smart

Desde que llegase al seno de la franquicia en el verano de 2014 a través del Draft, Smart ha madurado enormemente y ha visto de todo. De hecho, es el integrante que más tiempo lleva en el plantel junto a Brad Stevens y pese a que su valor no siempre se refleja en las estadísticas tradicionales, progresivamente la opinión pública ha ido otorgándole el mérito y el reconocimiento que siempre ha merecido. Su selección en el Mejor quinteto defensivo de la temporada le supo a poco, más teniendo en cuenta el impacto de su rendimiento en defensa y la huella que deja a su paso. 

En estos Playoffs Smart se ha destapado como un anotador fiable y que puede marcar la diferencia también en ataque, con un más que incipiente lanzamiento exterior y que no le teme en absoluto a asumir balones cuando el tiempo aprieta. De hecho, ha pasado de promediar 3,5 puntos en la anterior postemporada a 14,6, y en concreto en la serie ante el Heat esto se ha disparado a 20 tantos.

Con Marcus en el equipo el error puede consentirse, pero no así con la falta de ambición y coraje. Fue eso lo que despertó la llama interna del base al término del segundo encuentro y su siempre pasional forma de expresarse fue la única manera que supo de canalizar esa frustración. "Somos una familia. Las peleas familiares suceden todo el tiempo. Podemos luchar entre nosotros, nadie más puede. Sucede entre familias, especialmente en una familia como la nuestra que ha estado junta durante tanto tiempo", dijo el lunes. "Siempre he dicho que antes de que veas el arcoíris tiene que haber una tormenta. Para nosotros fue una tormenta que tuvimos que atravesar. Encontramos nuestro lugar feliz", finalizó.

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De aquellos que le viesen en college recordarán seguramente un jugador muy diferente, con el elemento vocal ya presente. A lo largo de sus seis temporadas en los Celtics se aprecia un proceso madurativo más que notable, creciendo como líder y ejemplo para los jóvenes, casi como el mejor representante de lo que exige Stevens en cada posesión defensiva. De un tiempo a esta parte el salto que ha dado Smart como pegamento del equipo ha sido más que notorio, con mayor presencia entre sus compañeros y que se ha visto en estos Playoffs. "Definitivamente he madurado y no solo por el simple hecho de ser capaz de expresarme mejor", decía. "Sino por poder escuchar a mis compañeros, oir lo que tienen que decir, escuchar al staff técnico y realmente tomarlo en serio, y tratar de salir y no dejar que eso me afecte como juego".

"En el pasado, dejaba que ese tipo de cosas se me metieran en la cabeza y me saliera del partido. Pero como dije, la forma en que respondí y mis compañeros de equipo respondieron, demostró que estamos tan cerca como siempre".

Marcus Smart es puro corazón y todo equipo que se precie necesita un jugador de este tipo, con pasión por el juego y que antepone las necesidades del grupo a su éxito individual, integrándose en el colectivo y como revulsivo al interno del vestuario.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.