La NBA continúa parada por la pandemia del coronavirus mientras se discuten posibilidades de como reanudar la temporada 2019-2020, pero a la vez ya se piensa en la campaña 2020-2021. Así es esta liga, siempre trabajando a presente y futuro.
Uno de los rumores más fuertes que surgió en el mes de mayo fue la noticia dada por Stefan Bondy del New York Daily News de que los Brooklyn Nets, el equipo de Kevin Durant y Kyrie Irving, estaban interesados en realizar un traspaso con Washington Wizards para incorporar a Bradley Beal, el segundo máximo anotador de la actual fase regular de la NBA.
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Ahora volvió a surgir el nombre de Beal pero con intervención de su agente, Mark Bartelstein, que habló con Adam Zagoria de Forbes y salió a calmar las aguas: "Bradley renovó con los Wizards porque quiere seguir en Washington y los Wizards quieren mantenerlo allí", afirmó.
Pero la realidad es que la última renovación de contrato no fue demasiado extensa: el escolta firmó un acuerdo que lo ata apenas hasta el final de la 2021-2022, con la opción personal de quedarse hasta 2023. A su vez Washington, que tras renovarlo no podía traspasarlo antes del mes de febrero, al terminar la 2019-2020 podrá volver a atender el teléfono y escuchar ofertas de los Nets o de cualquiera de las otras 28 franquicias de la liga.
Para Beal, el salirse de unos Wizards donde es protagonista principal de un equipo que no asoma a ser contendiente en los próximos años para pasar a un equipo de primera línea puede tener su lado seductor. Para Washington, ¿tendría sentido desprenderse de su gran anotador?
Todo puede ir muy atado a la evaluación que la franquicia del este haga sobre el retorno de John Wall. El base de 29 años no juega desde el 26 de diciembre de 2018: primero recibió una intervención quirúrgica en su pie izquierdo, luego desarrolló una infección derivada de esa cirugía y por último se rompió el tendón de aquiles de ese mismo pie, ya estando inactivo en su casa. La temporada anterior también había sido operado en la rodilla izquierda y así es como Wall solamente jugó 79 partidos desde fines de mayo de 2017. Aún tiene tres años de contrato por delante con Washington, percibiendo más de 40 millones de dólares por cada temporada, y debería estar al 100% para comenzar la 2020-2021, pero su nivel es una incógnita como también su durabilidad.
Si los Wizards creen que Wall está para volver a ser el de antes, el cinco veces All-Star que fue All-NBA en 2017 y deslumbraba con su capacidad atlética, podrían enfocar todo en buscar volver al éxito con Wall y Beal, el tándem que los dejó en las puertas de las Finales del Este en 2014, 2015 y 2017. Pero si la actualidad de Wall no genera demasiada confianza, ir un paso más allá en la reconstrucción y sumar talento más joven o más barato que Beal no sería algo descabellado. El plan actual de Beal como líder de este equipo claramente no termina de funcionar, como lo demuestra el récord de 24 victorias y 40 derrotas que tienen los de Scott Brooks.
Pensando en que podría dar, por ejemplo, un equipo como Brooklyn por Beal, tenemos los nombres de Spencer Dinwiddie y Caris LeVert, grandes responsables de que los Nets tengan seis victorias más que los Wizards en la misma cantidad de partidos y que parezcan una fija para los Playoffs nuevamente. Ni sumando los contratos de Dinwiddie y LeVert se llega a la cifra que percibirá Beal en la 2020-2021 (28,7 millones de dólares). Washington también podría preguntar por alguna pieza joven como Dzanan Musa, Rodions Kurucs o Nicolas Claxton, sin mucho lugar para el desarrollo en un Brooklyn que con Durant e Irving va a tener que ir por todo.
Beal ha demostrado que puede ser un anotador sensacional: promedia 30,5 puntos por partido en esta temporada con un 45% de campo, algo que en los últimos 10 años solamente lograron Kevin Durant en la 2013-2014 y Stephen Curry en la 2015-2016, temporadas en las que ambos fueron MVP. Además, sin Wall, su capacidad como creador de juego mejoró y hoy en día Beal promedia 6,1 asistencias por partido. Pero igualmente nunca deja la sensación de que puede ser el líder de una franquicia exitosa: su rol ideal pareciera ser el de una segunda espada o hasta incluso una tercera en un equipo de campeonato, con menos responsabilidades de creación y un menor enfoque encima suyo de la defensa rival. Pensarlo al lado de Irving y Durant asusta a todo el Este.
Para los Wizards, el precio a pedir por el escolta parece que no podrá ser más alto que este, con semejante campaña individual, 27 años (los cumplirá a fines de junio) y un contrato con un par de temporadas por delante. Decidir que hacer con él es una decisión muy difícil, pero desde afuera el volantazo parece necesario. Los equipos exitosos de hace unas temporadas contaban con piezas secundarias probadas como Otto Porter, Paul Pierce, Marcin Gortat, Markieff Morris, Bojan Bogdanovic o Nené Hilario.
Para la temporada que viene, con la agencia libre de Davis Bertans siendo inminente, Rui Hachimura, Thomas Bryant, Ish Smith, Troy Brown y Moritz Wagner son los únicos nombres garantizados de los "importantes". Mucha diferencia de reparto con lo anterior como para ilusionarse con volver a ser rápidamente el equipo molesto que supieron ser hace poco. También poco espacio salarial para buscar algo nuevo, con lo que se llevan Wall y Beal. Sensación de años de mediocridad por delante. A veces es mejor barajar y dar de nuevo para volver a empezar.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.