Una vez más la remontada llegó tarde para unos Chicago Bulls que perecieron en la orilla, siendo vencidos por Utah Jazz por 113-106. Una derrota ante el mejor equipo de la NBA que en cualquier otro contexto podría ser entendible y fácil de gestionar, pero que dadas las circunstancias en las que se encuentra el conjunto entrenado por Billy Donovan no será sencillo. Y es que los de Illinois sumaron en el Vivint Arena su sexta derrota consecutiva y la octava en los últimos diez encuentros, lo que los coloca en una posición complicada a pocas semanas de concluir el curso.
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Una serie de resultados negativos que suceden, precisamente, pocos días después de haber dado un golpe encima de la mesa, intercambiando varias piezas jóvenes por resultados a corto plazo. Durante el pasado deadline los Bulls se hicieron con dos interiores de contrastado rendimiento como Nikola Vucevic y Daniel Theis, así como con el proyecto de 3&D Troy Brown y el veterano Al Farouq-Aminu, a cambio de desprenderse de Wendell Carter Jr, Luke Kornet, Otto Porter Jr, Daniel Gafford y Chandler Hutchison. Una operación con sentido y cuya intención no era otra que aprovechar la ventana de oportunidad del Este, así como el gran rendimiento de Zach LaVine, para colarse entre los 6 primeros de la Conferencia.
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El problema es que las victorias no están sucediendo y el tiempo se agota.
Con 23 partidos para concluir la Fase Regular, Chicago se enceuentra ubicado en el 10º puesto, a 4 encuentros de distancia del 7º, New York Knicks, y a 5 del 6º lugar, Miami Heat, posición que les permitiría abandonar la zona de Play-In. Una zona, la de Play-In, donde los Bulls parecen en cierto modo asentados, pero de la que podrían ser complicados si Toronto Raptors despierta de su letargo: la distancia con los canadienses es únicamente un partido.
El principal problema que está persiguiendo a los de Billy Donovan durante esta mala racha es la defensa. En el lapso de los últimos 6 encuentros han encajado 118,1 puntos por 100 posesiones, la segunda peor marca en ese sentido de la NBA, solo superado por unos Golden State Warriors sin varias de sus figuras.
Pese a que Chicago venía siendo uno de los equipos más sólidos en transición defensiva, en los últimos encuentros han visto como sus rivales se aprovechaban de la falta de comunicación y organización para establecer cierta distancia con ellos durante el choque.
Este descenso puede explicarse a partir de una cuestión bastante evidente y es que desde que llegasen las nuevas figuras no han dispuesto de un solo entrenamiento como equipo. Y no solo eso sino que desde el deadline todos los encuentros han sido como visitantes, viéndose inmersos en una dinámica de viajes continuos donde la posibilidades de enmendar los errores son bastante reducidas por el poco tiempo de margen entre un partido y otro.
Thad with a season-high 25 points.
— Chicago Bulls (@chicagobulls) April 3, 2021
11-17 FG | 7 rebounds | 3 assists pic.twitter.com/YhMQIblTVM
De esta cuestión emerge una de las claves del bajón defensivo del equipo y que el Jazz evidenció a la perfección. Utah explotó hasta la saciedad situaciones de bloqueo directo donde Nikola Vucevic terminaba siendo el defensor principal del bloqueador, lo que ante manejadores de la talla de Donovan Mitchell o Mike Conley dejó expuestas las carencias del montenegrino en las coberturas. La salida de Wendell Carter Jr ha propiciado que los Bulls hayan perdido a uno de sus principales baluartes en esta faceta del juego, donde el ex de Duke se había consagrado como uno de los más destacados de toda la liga, permitiendo 0,94 puntos por posesión en pick&roll. En contraste, Vucevic permite 1,39 puntos por posesión con un 73,3% de eFG% rival.
Pero los problemas atrás no solo emergen de la incorporación de Vucevic, quien todavía está aterrizando en el equipo, sino de una mala racha en general por la que han perdido en cierto modo parte de su identidad defensiva, siendo el tercer equipo que menos pérdidas genera en sus rivales (11,2), el quinto que más triples permite (40,6) y el segundo que mayor porcentaje de acierto en tiros de campo rival posee (50,3%) en los últimos 6 partidos.
"Creo que son solo parciales al final de los cuartos y errores tontos", contó LaVine sobre los problemas del equipo. "Errores defensivos, errores ofensivos, no cerrar al tipo correcto cuando están abiertos o no tener una rotación oportuna. Creo que esas cosas se suman contra equipos realmente buenos. Supongo que se puede decir que es frustrante. Pero al final del día no creo que a nadie le importe. Solo importa la victoria o la derrota. Obviamente, estamos tratando de volver a la columna de las victorias y volver al camino correcto".
A todo esto cabe sumar que Zach LaVine no ha estado al mejor nivel posible debido a una serie de problemas físicos que arrastra en uno de sus tobillos, razón por la cual ha pasado a promediar 20,4 puntos, 3,2 asistencias y un 38% en tiros de campo durante esta racha negativa. Algo que, teniendo en cuenta que el All-Star venía siendo el motor del equipo en ataque, ha afectado a la dinámica de un grupo todavía en construcción, bajando a 105,1 en rating ofensivo (26º).
"La parte más importante es que tenemos que jugar a través de nuestros grandes", dijo Donovan al finalizar el partido ante Utah. "Tenemos que jugar a través de ellos como creadores de juego y facilitadores. Creo que tenemos un equipo muy desinteresado, gente que mueve la pelota y pasan la pelota. Pero tampoco somos el tipo de equipo que tiene muchos creadores de juego creativos desde el drible. Simplemente no es lo que somos. Los muchachos que generan ofensiva son generalmente nuestros grandes, así que hemos tenido que jugar a través de ellos un poco más".
El calendario no parece estar dispuesto a dar un respiro a los Bulls, que ahora emprenderán su viaje de vuelta al United Center para medirse en la tarde del domingo a Brooklyn Nets antes de volver a abandonar Chicago en una gira de cinco encuentros seguidos fuera de casa.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.