El debut de Zion Williamson en la NBA tendrá que esperar. El prospecto más seguido de la historia reciente del básquet sufrió una lesión en su rodilla derecha que le dejará fuera "varias semanas".
Este jueves se sometió a pruebas y, tal y como cuentan desde The Athletic, hubo "cierto alivio en la organización al creer que no se trataba de una lesión que pusiese fin a su temporada". No es el comienzo ideal para su carrera después de ser la gran sensación de la pretemporada.
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La misma rodilla, cero lesiones graves
Seguro que recuerdan esa aparatosa acción del pasado mes de febrero en la NCAA en la que la zapatilla de Zion se escapó de su pie y acabó totalmente destrozada. Williamson regresó a las canchas tras casi un mes fuera, aunque no se consideró en ningún momento como una lesión grave.
En esa jugada Zion se hizo daño en la rodilla derecha. La misma que le trae molestias ahora. Esas rodillas sobre las que existen dudas comprensibles sobre durabilidad al medio y largo plazo. Zion ronda los 2 metros, pesa más de 125 kilos y realiza unos movimientos muy explosivos. La NBA exige un desgaste enorme y ya muchas otras carreras se han visto truncadas por las lesiones.
Tampoco hay que ser alarmistas: el jugador de los Pelicans no sufrió ninguna lesión grave en su etapa de instituto. Esto significa que, a día de hoy, esas semanas fuera tras el incidente de la zapatilla suponen la mayor lesión de Zion.
¿Qué debe hacer Zion Williamson con su peso?
Aunque ya se lo ve más ligero que en sus primeros meses en Duke, toca esperar al pesaje oficial del jugador para conocer si realmente ha bajado. Esa es la sensación y parece algo necesario para asegurarse salud en las piernas. Pero, ¿hasta qué punto?
El estilo de Zion estrella exige ese híbrido de potencia y peso junto a velocidad. Si pierde mucho se iría con ello su esencia de juego, pero su salud puede extrañar el hecho de no bajar unos cuantos kilos de ese tamaño.
Normalmente ese proceso de definir el cuerpo ocurre con el paso de las primeras cuatro o cinco temporadas en la liga. El último caso más evidente es el de otro espécimen muy especial, Giannis Antetokounmpo.
La lesión para los Pelicans
Los New Orleans Pelicans hacen bien en tratar con paciencia el tema Zion. No tienen ningún apuro por hacerlo jugar y lo primero es su salud. Es cierto que ese hype desmedido que giraba alrededor de su debut, en la noche inaugural de la NBA y en el estadio de los campeones, creaba un ambiente muy especial.
Se pierde algo de emoción con su baja, sin duda, pero es lo más sabio. Tener calma y saber cómo evoluciona. Además, en Louisiana tienen un historial muy serio con las lesiones. Jugadores como Eric Gordon o Ryan Anderson vivieron plagados de problemas en New Orleans, salieron a otro equipo (Houston) y evolucionaron.
De hecho, este aspecto ha sido uno de los más importantes para David Griffin, General Manager, durante el verano. Mejoró el plantel y al staff médico con la firma de Aaron Nelson, gurú sobre recuperaciones muy destacado en la NBA y que venía de Phoenix, una de las franquicias con mejor equipo médico y lista de milagros realizados.
Alvin Gentry informó que JJ Redick entraría en el quinteto titular ante la ausencia de Zion. Ya en el último partido de pretemporada ante los Knicks así lo hizo: Lonzo Ball, Jrue Holiday, Redick, Brandon Ingram y Jahlil Okafor (aquí se espera a Derrick Favors, lesionado).
Este quinteto potencia el espaciado con la inclusión de un tirador élite como JJ y el pasar a Ingram al puesto de cuatro abierto ofensivo. Mucho más espacio para penetraciones y para que Ingram destaque. Buen papel en New York haciendo de cuatro referencia ofensiva. Diferente a Zion, pero claro ¿quién se parece a Williamson?
Tanto Kenrich Williams como Nicolo Melli deberían ganar minutos con la lesión del número 1 del Draft. Williams juega sin balón, defiende decentemente y lanza de tres. Melli sí que apunta a salir desde el banco por su habilidad para jugar también sobre el balón, aunque lance desde el exterior. Kenrich es otra opción para salir de inicio y que Redick lidere la segunda unidad.
El gran problema para los Pelicans de cara a la competitividad es que tienen uno de los calendarios más duros de la NBA en octubre y noviembre. De los 20 primeros encuentros tienen 15 ante equipos que la pasada temporada fueron de Playoffs. Si dejas fuera incluso a OKC tras su reconstrucción, no se incluirían los partidos frente a Lakers, Heat o Mavericks.
Desde luego la prioridad es la salud de Zion Williamson y cuidar al ícono de esperanza tras el traspaso de Anthony Davis. Lonzo e Ingram son los señalados para dar un paso al frente en un inicio de 2018-2019 que pasa de la máxima ilusión en New Orleans a ciertas dudas.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.