No está siendo el comienzo que todos esperaban en Portland Trail Blazers. El fantástico cierre de campaña el curso pasado, consiguiendo llegar a las Finales de Conferencia ante Golden State Warriors, no se está alargando con un buen inicio en la 2019-2020, pues el balance de victorias y derrotas, lejos de ser negativo, asusta, marchando 3-6 en los primeros 9 partidos de fase regular. Los de Stotts no han tenido el calendario más sencillo, pues se han medido a equipos de calidad como Clippers, 76ers, Nuggets, Spurs y los Nets en la noche del viernes. Precisamente en ese último encuentro se ha producido una demostración ofensiva sin precedentes como la de Damian Lillard, quien terminó con 60 puntos, en 19 de 33 tiros de campo, en la victoria de Brooklyn Nets por 119 a 115 en el Moda Center.
⌚️ @Dame_Lillard goes off for a new career-high 60 PTS on 19-33 shooting. #RipCity pic.twitter.com/zguYBz32HG
Los de Terry Stotts venían de caer en la noche del viernes contra los Clippers de Kawhi Leonard en un desastroso último cuarto del mencionado Lillard (sufrió un problema en un tobillo), que lejos de ser la estrella del último cuarto como acostumbra, simplemente desapareció de escena, con un 0-4 en tiros de campo. Este viernes, en pleno back-to-back, ha sido la estrella de los Blazers quien ha dado la cara para tratar de revertir el mal momento que vive la franquicia de Oregon.
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Lillard lo intentó de todas las maneras. Desde la media distancia, desde el triple, bombas, bandejas, flotadoras. De todo. Sin embargo, el resto del equipo no acompañó, combinándose para un 21 de 64 sin la estrella del equipo y 55 puntos en total. Dame anotó más el resto de sus compañeros juntos, en la que fue su mejor actuación individual, superando los 59 tantos que firmó en 2017 ante los Jazz en Playoffs, y la mejor en temporada regular tras los 51 en 2016 ante Warriors. Además, es la máxima de la franquicia en toda su historia, superándose paradójicamente a sí mismo. Su gran actuación individual le permitió entrar en un selecto club en la NBA, convirtiéndose en el 27º jugador en conseguir un partido de 60 puntos o más.
El jugador de los Blazers entregó todo para la ocasión, obviando los problemas físicos que arrastraba. "Cuando comenzó el partido, creo que era solo mi mente", dijo Lillard. "En mi mente, era como si fuera a saltar, me voy a introducir de lleno en este partido, así puedo hacer que mi cuerpo siga como si nada", comentó en declaraciones levantadas por el Oregon Live.
"Cada vez que estableces un récord, obviamente es un logro, pero no es tan divertido cuando no es parte de una victoria", remarcó el base. Y es que los Blazers acumulaban hasta la noche de hoy un balance casi perfecto cuando su jugador estrella superaba los 50 puntos, con 4 victorias y tan solo 2 derrotas, que ahora pasan a 3. De hecho, de las 69 ocasiones previas en las que un jugador anotó 60 puntos o más en fase regular, en solamente 18 ocasiones su equipo perdió, siendo el más reciente Kemba Walker en 2018, y en una lista integrada por Michael Jordan, Bernard King, George Gervin o Wilt Chamberlain.
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Dame siempre ha dejado claro que su compromiso con el juego y este equipo está por encima de cualquier percance físico, más cuando Portland venía con un récord tan negativo y que, tras la derrota ante Nets, llegó a un 0-3 en casa, algo insólito en un Moda Center que ha sido su feudo en el último lustro. "Debes estar dispuesto a hacer un poco más que el otro equipo para ganar partidos. Creo que competimos, creo que estamos juntos, creo que estamos tratando de hacer todas las cosas correctas, pero no tenemos ese extra de quererlo más que el otro equipo, y quererlo más no significa jugar más duro. Significa ser capaz de ser acertado una posesión más, poder hacer tu trabajo cuando estás cansado y cuando te estás desgastando, poder contar con el próximo tipo para hacer su trabajo y confiar en él para que lo haga. Entonces, todas esas cosas tienen que conectarse en los grandes momentos del juego y no se han conectado por nosotros", analizó sabiamente.
Los Blazers tienen ahora un calendario más simple, contra equipos como Sacramento Kings, Atlanta Hawks o Toronto Raptors, dos de ellos en casa, para cambiar una dinámica que llegó a cuatro derrotas seguidas.
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