El último 4 de julio ya se habían vendido grandes bombas de la Agencia Libre. Kevin Durant y Kyrie Irving estaban en Brooklyn Nets y otros nombres muy destacados, como Al Horford, habían cambiado de equipo.
En Houston vivían la fiesta norteamericana con calma. Se preparaban para una temporada fundamental y el plan del verano pasaba por mantener intacto el bloque, repetir prácticamente la misma plantilla. Esa que se quedó corta en segunda ronda contra Golden State Warriors en los últimos Playoffs.
MÁS: DeAndre Jordan habla sobre la lesión de Durant
Todo cambió desde el 5 de julio. Los movimientos de Kawhi Leonard y Paul George a los Clippers rompieron el panorama. Ahí fue cuando Daryl Morey se planteó la posibilidad, como le detalla a Jonathan Feigen de Houston Chronicle.
"Lo que comentábamos en ese momento en el staff era 'oye, tenemos que comprobar si este traspaso (el de Paul George) cambia su dirección'. Supongo que existía una pequeña posibilidad de que traspasaran a alguien como Russell. Nunca lo sabes. Hasta ese momento era una incógnita", comenta el ejecutivo.
Después de discusiones con el resto del staff de los Rockets y hablar con Tilman y Patrick Fertitta, propietarios del equipo, Morey llamó al GM del Thunder Sam Presti. La conversación fue muy general al principio y fue especificándose poco a poco. La sensación de Daryl al terminar esa primera llamada era que un traspaso con un tercer equipo iba a ser muy complicado.
"No parecía que tuviese sentido para las dos partes. Les dije a los propietarios que no creía que fuese a ocurrir el traspaso porque de verdad lo pensaba. No pensé que las piezas encajasen. Por eso el traspaso a tres bandas tenía sentido. Y pensé que, de entrar otros equipos, lo harían con más fuerza que nosotros, porque les encajase mejor el traspaso".
Con los días Oklahoma cambió su idea y se orientó hacia el traspaso normal entre dos equipos, un traspaso en el que los picks del Draft fuesen el plato principal. Y lo peor, sin duda, fue la llamada que tuvo que realizar después. La llamada a Chris Paul.
"Odié tener que hacer esa llamada. Estoy seguro de que él la odió más. Ha sido un jugador enorme para nosotros. Estuvimos a un par de momentos de ganar un título con él", contó Daryl Morey sobre Paul, al que había avisado en los días previos de que un traspaso podía suceder, aunque esto no alivió la llamada.