Debate: ¿Cuál es el mejor partido de Manu Ginóbili en la NBA?

Manu Ginobili San Antonio Spurs NBA

Manu Ginóbili, uno de los mejores extranjeros de la historia de la liga y dueño de cuatro anillos de campeón, fue homenajeado por equipos, figuras y ex estrellas de la NBA después de anunciar su retiro antes de la temporada 2018-2019. Este jueves, se subirá al Olimpo con la ceremonia del retiro de su camiseta N°20 de San Antonio. Claro, el bahiense dejó una huella indeleble: jugadas memorables, partidos espectaculares y campañas para el recuerdo. 

Más: Especial Manu Ginóbili.

En consecuencia y para seguir homenajeando a Manu, el Staff de NBA.com eligió los mejores partidos de su carrera. 

Matías Baldo (@matiasbaldo)

Juego 7 de las finales de la NBA vs Detroit Pistons en 2005

Primeras finales sin David Robinson, séptimo partido de una durísima, cerrada y pareja serie frente a los Detroit Pistons de Chauncey Billups, Ben y Rasheed Wallace, Richard Hamilton y Tayshun Prince que hace un año habían derrotado a Los Angeles Lakers en la final. Manu ya había conquistado su primer anillo de campeón en el 2003, pero ahora cumpliría un rol protagónico. 

Manu había tenido una performance por debajo de lo esperado en el tercer y cuarto juego de la serie, pero apareció en los momentos calientes para liderar a los Spurs hacia su tercer título. En el séptimo partido, Ginóbili hizo delirar a los fanáticos de San Antonio con una actuación para la historia en la que anotó 23 puntos -8 de 13 de cancha-, 11 en el último cuarto. 11 puntos en el último cuarto de un séptimo partido de goleo bajo y en un trámite realmente ajustado. Los Spurs se impusieron a los Pistons por 81 a 74 para consagrarse nuevamente campeones de la NBA. 

"Recuerdo haber visto esas finales contra los Pistons. Manu lideró a su equipo durante mucho tiempo. Recuerdo ver el séptimo partido. Manu hizo la diferencia en ese encuentro y eso es lo que hace. Él aporta competitividad, esa agresividad en cada partido", recordó tiempo después Pau Gasol, su compañero en los Spurs hasta la última temporada. 

Duncan se quedó con el trofeo de MVP de las finales, pero gran parte de la NBA y de sus millones de fanáticos se quedaron disconformes con la elección: muchos, entre ellos el por entonces asistente Mike Budenholzer y el GM R.C. Buford, creían que Manu merecía el premio. Ginóbili promedió 18.7 puntos y 4 asistencias por partido, además de su aporte fundamental en cada cierre de partido. 

En aquella final, Manu dejó una jugada memorable que define su carácter y su inteligencia, el modo en el que sentía el juego y que contagió a la NBA: con 10 segundos y cinco puntos de ventaja, lideró una contra sin oposición de cara a la canasta de los Pistons. Sin embargo, eligió correr antes de volcarla con el fin de consumir el reloj. 

"Manu es increíble. Creo que no hemos ni siquiera alcanzado la superficie de lo que puede darnos.  A él no le importa el tiempo o la situación. Él va a seguir creciendo, y vamos a seguir creciendo a su alrededor", reflexionó Tim Duncan después del partido. Y vaya que Manu iba a seguir creciendo. 

Ese último cuarto del séptimo partido fue el cierre ideal para un año histórico que había comenzado con su rechazo a un contrato de seis años que los Denver Nuggets le habían ofrecido: renovó con San Antonio, fue campeón olímpico con Argentina y volvió a conquistar a la NBA. 

Leandro Fernández (@FernandezLea)

Juego 5 de las finales de la NBA vs Miami Heat en 2014

No será el partido en donde anotó más puntos ni en el que dio más asistencias. De hecho, está bastante lejos de serlo. Pero aquel Juego 5 de las Finales del 2014 contra Miami Heat pone la piel de gallina por lo que hizo Manu y, sobre todo, por cómo lo hizo.

LeBron James y compañía habían comenzado con todo y, en 7 minutos, ganaban por 16. ¿Se vendría el cambio de rumbo en la serie? No, Ginóbili tenía pensada otra cosa. Con un 2+1, una falta sacada con todo su oficio a Battier y un triple, cortó el mal momento e inicio una ráfaga brutal de aquellos Spurs que liquidaban a cualquiera con su juego de pases.

En el segundo cuarto, San Antonio tomó la delantera y Manu hizo una de sus mejores acciones en 16 años en la NBA: comandó la transición y, de izquierda a derecha, vio un espacio, penetró, voló y la enterró en la cara de Chris Bosh. La volcada fue más que eso. Fue con la potencia que acumuló por la frustración de aquel título perdido un año atrás. Fue con la sed de revancha a flor de piel. Fue con muchísimo amor propio, porque con el tiempo se supo que jugó aquella serie con una fractura por estrés en su pierna derecha.

Ese vuelo llegó después de un doble acrobático y antes de un triple fantástico que empezó a comerle la cabeza al Heat. Luego, otro bombazo propio en el tercer cuarto fue una especie de daga para comenzar los festejos por su cuarto campeonato. En total, fueron 19 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias. Todo, con un valor incalculable que va más allá de los números. En definitiva, un reflejo de su carrera.

Pablo Schatzky (@pchaski)

Juego 5 de las finales de la Conferencia Oeste vs Miami Heat en 2012

Manu Ginóbili es un ganador nato. Una bestia competitiva. Entonces, es un desafío mayor hacer lo siguiente: en mi humilde opinión, el partido que más me hizo enamorar de Manu fue el Juego 5 en las Finales de Conferencia 2012 frente a Oklahoma City Thunder.

¿Por qué un desafío? Porque los Spurs no solamente perdieron ese partido, sino que posteriormente perdieron la serie. Pero lo de Manu aquel día dejó sin palabras a muchos. Es, quizás, una de sus performances que ingresan en el Top 5 de todos los tiempos.

OKC, recordemos, contaba con James Harden, Russell Westbrook y Kevin Durant, tres jugadores en una misma plantilla que luego ganarían cada uno el MVP por separado.

Manu tuvo un juego realmente increíble: 34 puntos (5 de 10 en triples), 7 asistencias, 6 rebotes y 2 robos. El AT&T Center explotó en el tercer cuarto cuando, tras estar abajo en el marcador, el argentino conectó dos triples consecutivos para pasar al frente de un partido electrizante.

Lamentablemente, cuando quedaban 6 segundos, Manu tomó el disparo a distancia para empatar el juego. Pero por eso elijo este partido: Manu lo erró y San Antonio se fue a Oklahoma con la serie en desventaja.

A pesar de que ese año los Spurs no fueron los campeones del Oeste como sí lo fueron los dos siguientes años, ese partido quedó en la memoria de todos los fanáticos texanos como una de las demostraciones individuales más grandes en un momento tan importante. Manu en su prime era imparable, señoras y señores. Incluso en las derrotas.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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