La posesión: Dennis Rodman y los detalles que lo hicieron un imprescindible de los Chicago Bulls de "The Last Dance"

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Dennis Rodman

Nueva edición de "La posesión", una sección en la cual el Staff de NBA.com analiza una posesión en particular de determinado partido de la temporada 2019-2020, revelando detrás de ella un significado mucho más grande del que parece. En esta oportunidad, el foco aparece sobre Dennis Rodman.

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Contexto: Con el estreno de "The Last Dance" capturando por completo la atención del mundo enterno, nuestra cobertura de la temporada 1997-1998 de Chicago Bulls sigue su marcha.

Los primeros dos episodios de la serie, que se pueden ver en Netflix, se enfocaron en Scottie Pippen y Michael Jordan, pero es sólo una cuestión de tiempo para que Dennis Rodman tome la escena principal del documental, por su extravagante personalidad y su rol en el equipo.

Más allá de que Rodman estaba sobre el final de su carrera en 1997-1998, se mantenía como una parte importante de los Bulls. Jugó 80 partidos en aquella campaña, de los cuales fue titular en 66. Promedió 4,7 puntos y 0,2 tapones, que en ese momento fueron los más bajos de su carrera, pero una vez más lideró a la liga en rebotes, con 15,0 por encuentro.

El hecho de que Rodman pudiera promediar tantos rebotes pese a ser un ala pivote bajo y bien pasados los 30 años es realmente increíble. Para ver cómo era capaz de hacerlo, le damos una mirada a una posesión en particular de aquella temporada.

La posesión: En una victoria sobre Atlanta Hawks, el 27 de diciembre de 1997, Rodman bajó 29 rebotes, su máxima de la temporada, de los cuales 9 fueron en ataque. Aquí uno de esos nueve recobres ofensivos:

Análisis: A mitad de la posesión, Jordan toma la pelota a la altura de la línea de tres puntos. A su izquierda, Ron Harper, Toni Kukoč y Luc Longley. A la derecha estaba Rodman.

Con el tiempo del reloj de posesión llegando a su fin y ninguna opción clara los Bulls, Rodman levanta su brazo izquierdo para señalar que iba a poner una pantalla a Jordan. MJ no espera por Rodman y su cortina, pero lleva a su defensor, Steve Smith, hacia allí.

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En lugar de hacer que Smith luche contra la pantalla de Rodman y quedar en riesgo de dejar a Jordan abierto, los Hawks deciden cambiar, resultando en Smith quedando emparejado con Rodman, y Tyrone Corbin con Jordan.

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Con Corbin defendiéndolo, Jordan driblea y sale hasta la línea de tres puntos, y luego hace un cambio de dirección para encarar hacia la línea de fondo.

En el camino, Jordan genera la atención de tres miembros de los Hawks (un recordatorio de que un MJ con 34 años seguía siendo el mejor anotador de la liga). Corbin estaba encima, Smith ayuda para congestionar la pintura, y Dikembe Mutombo, flamante Mejor Jugador Defensivo del año, se desliza para proteger el aro.

Ah, Christian Laettner también está en la pintura.

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Sin marca, Rodman camina hacia la pintura y se posiciona cerca del aro por si Jordan falla.

Por supuesto, eso es lo que pasa: Jordan falla un complicado intento de reversa.

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Mutombo se queda el primer fallo de Jordan, pero Rodman es capaz de meter su mano para generar un balón suelto. Luego, Dennis supera a todos en el suelo y pide un tiempo muerto antes de que lo alcance Laettner para forzar un salto.

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¿Por qué es importante? Antes del estreno de "The Last Dance", recibí el desafío de escribir algo sobre la capacidad rebotera de Rodman, pero no sabía qué rebote específico iba a usar para el artículo. Así que en búsqueda de inspiración, fui hasta su página de estadísticas de la temporada 1997-1998, busqué su máxima del curso y me fijé si el partido estaba en YouTube. Por supuesto, acá está.

Pensando que iba a tener que ver al menos la mitad del partido antes de que algo destacara, lo puse de fondo mientras hacía otras cosas. Pero no tardó demasiado para que Rodman se llevara mi atención, porque este rebote llegó en la primera posesión del partido.

Así es, Rodman tomó un rebote ofensivo en la primera posesión del partido y quemó uno de los tiempos muertos de Chicago con 11m30s por jugar en el primer cuarto.

¿Fue inteligente de parte de Rodman pedir un tiempo muerto tan temprano? No, para nada ( "es un poco temprano para pedirlo, quizás querrías dejar que termine en un salto entre dos" , dijo el narrador). Pero el hecho de que no dudó para pedir el tiempo en esa situación te dice todo lo que necesitás saber sobre él.

Lo que hay que recordar con Rodman es que hizo una carrera de Salón de la Fama siendo un especialista. Cuando llegó a la NBA, se ganó la reputación de ser un defensor feroz en los "Bad Boys" de Detroit Pistons. En su cuarta temporada en la liga ya fue elegido como el Mejor Jugador Defensivo del año, lo que repitió en el siguiente curso.

Fue después de esa temporada que Rodman empezó a canalizar en los rebotes parte de la energía que lo ayudó a convertirse en uno de los mejores defensores de la liga. A lo largo de sus primeras cinco temporadas, Rodman promedió "sólo" 9 rebotes por encuentro. En la 1991-1992, el año después de su segundo premio, dobló (y más) ese número, con una media máxima en su carrera de 18,7 recobres por duelo (un crecimiento en los minutos tuvo que ver, pero también hubo un salto notable en rebotes cada 36 minutos).

Eso impulsó una racha de siete temporadas seguidas en las cuales Rodman lideró la NBA en rebotes, que lo dejó sólo detrás de Wilt Chamberlain en relación a más títulos de rebotes en la historia de la NBA.

Rodman seguía siendo un gran defensor en esos años (sumó 8 menciones para los mejores quintetos defensivos de la temporada), pero los rebotes se convirtieron en su carta. En la 1997-1998, por ejemplo, promedió más rebotes ofensivos (5,3) que intentos al aro (4,5). Los rebotes eran lo suyo.

"Reboteo con algo de instinto, con algo extra" , supo decir Rodman "No es sólo para el público, sino para mí. Los rebotes son cómo me expreso en la cancha" .

El amor de Rodman por los rebotes jugó un gran papel en ese dominio. No sólo se trata de que era un genio de los rebotes que estaba hecho como un camión (hay una gran anécdota sobre cómo Rodman solía estudiar la rotación de la pelota para aprender hacia dónde iba a rebotar). También se trataba de que era incansable. Iba con todo por cada fallo, incluso aquellos que la gente no esperaba, como los de la posesión inicial de un partido de mitad de la temporada regular.

¿Eso lo 'perdona' por gastar un tiempo muerto de esa manera? Quizás no en ese momento. Pero sin dudas que muestra cómo valoraba cada posesión, sin importar qué momento del partido era. Además, solía compensarlo superando en rebotes a todos los titulares del rival por su cuenta, como lo hizo contra los Hawks en ese partido. Él terminó con 29 rebotes, mientras que Mookie Blaylock, Smith, Corbin, Laettner y Mutombo se combinaron para un total de 23 recobres.

Ese era Rodman, un demoledor en los rebotes.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Scott Rafferty Photo

Scott Rafferty is a Senior NBA Editor for The Sporting News