Es una historia de redención la de Derrick Rose, quien tras superar una plaga de lesiones está atravesando una de las mejores temporadas de su carrera. Después de haber ganado el premio al Rookie del año y tras haber recibido el MVP en 2011 convirtiéndose en el jugador más joven de la historia, el talentoso base sufrió el desgarro de ligamentos cruzados anterior, atravesó una cirugía y una larga de recuperación antes de romperse los meniscos de la rodilla derecha, una lesión que sufrió en dos oportunidades.
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Tras vagar por la liga y convertirse en un jugador cada vez más marginado, Rose resucitó en Minnesota durante la temporada 2018/2019: se emocionó hasta las lágrimas después de su encuentro de 50 puntos frente a Utah Jazz y se consolidó como un firme candidato al trofeo al mejor sexto hombre de la NBA.
En la estrepitosa caída frente a Minnesota Timberwolves del martes, Rose alcanzó una nueva marca impensada durante la plaga de lesiones que lo hizo coquetear con el retiro: el base de 30 años anotó 15 puntos, capturó dos rebotes y repartió cuatro asistencias en la derrota por 149 a 107.
Rose necesitaba once unidades para alcanzar los 10.000 puntos en su carrera, una cifra que alcanzó con un doble frente a Philadelphia. Rose promedia 18.8 puntos, 4.8 asistencias y 2.8 rebotes en 29.4 minutos por encuentro con una efectividad del 48.5% de cancha y 45.7% de tres puntos.
Make it 10,000 career points for D-Rose! 🌹#AllEyesNorth | #PlayersOnly pic.twitter.com/xHkbrZpBwX
— NBA TV (@NBATV) January 16, 2019