El gran estado de forma de Derrick Rose y su importancia en New York Knicks rumbo a Playoffs

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Uno no llega a ser MVP por una simple conjunción de factores, hace falta talento, constancia y un entorno que sea lo suficientemente favorable para que sea posible. Derrick Rose siempre tuvo lo necesario para ser un jugador completo, con una técnica pulida y una inteligencia en pista de pura élite. Los problemas derivados de las lesiones ensombrecieron la que parecía ser una fulgurante carrera, empañando su juego y también haciéndole un alguien más gris.

Tras un largo periplo por el desierto el traspaso desde Detroit Pistons a los New York Knicks parece haberle devuelto a la vida, colocándose una vez más a la sombra de su mentor, Tom Thibodeau. Es conocido por todo el mundo la estrecha relación que entrenador y base tienen, unidos por el tiempo y los éxitos ambos alcanzaron sus mejores resultados y años más tarde la Gran Manzana ha sido el escenario que les ha permitido reencontrarse.

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Desde el instante en el que Rose se enfundase la elástica de los Knicks ha demostrado encajar a la perfección en el proyecto, siendo un activo imprescindible en todas las áreas y aportando justo donde fuese necesario en cada momento. La experiencia es un grado cuando se compite con una plantilla tan limitada como la de los neoyorquinos y el MVP de 2011 está demostrando tener lo necesario para cada momento. 

Tal es el renacimiento que está experimentando el jugador de 32 años que en los últimos 5 partidos disputados viene promediando 21,0 puntos, 4,6 asistencias y un 61% en tiros de campo, siendo clave en la consecución de los 3 triunfos logrados en ese lapso. La última victoria sucedió en un escenario nada sencillo como es el Staples Center, allí los de Thibs se impusieron por 106 a 100 a los LA Clippers en un apretadísimo choque que se resolvió en los instantes finales. Un encuentro en donde D-Rose se fue hasta los 25 tantos, 6 rebotes, 8 asistencias junto a 11 de 17 en tiros de campo. 

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Este fue el 4º partido desde que llegó al Madison en donde supera la barrera de los 20 puntos con más de un 60% de efectividad en una temporada en donde ha llegado a encadenar 5 choques por encima del 50% y los 15 tantos. Un fantástico rendimiento el que viene teniendo el ex de Bulls y Wolves partiendo desde el banquillo y colocándose como uno de los principales candidatos a hacerse con el premio al Mejor Sexto hombre del curso. Pese a su estatus de MVP, el hecho de partir como sustituto no parece afectar en absoluto al base, quien únicamente está centrado en competir y ayudar a ganar al grupo.

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"Haré lo que sea que necesite el equipo. Como he dicho, soy el recién llegado. Si juego 10 minutos, 5, 2, realmente no me importa mientras consigamos la victoria. No me preocupo por los minutos, dejaré que [Tom Thibodeau] se preocupe por eso", bromeó el jugador de los Knicks. "No sé cuándo voy a entrar, no sé cuándo voy a salir, pero debo asegurarme de prepararme antes de ir a los partidos. Y eso es lo mejor de este equipo. Incluso en una mala noche, sabemos que alguien puede dar un paso al frente y hacer jugadas importantes".

En cuestión de un año la imagen de la franquicia neoyorquina ha cambiado completamente, pasando de ocupar las últimas posiciones del Este a estar en el 4º lugar y con opciones de tener factor cancha en los Playoffs. A falta de 4 partidos para finalizar el curso tienen a Hawks y Heat a 1 duelo de distancia, debiendo medirse a Lakers, Spurs, Hornets y Celtics, los tres últimos como locales.

"Hemos pensado en lo que hemos conseguido hasta ahora. Pero sabemos que no hemos terminado con lo que queremos lograr. Queremos que esto continúe", añadió Rose.

"El corazón del equipo ha sido especial", aseguró Tom Thibodeau. “El desafío para nosotros era tener hambre y no cambiar ahora. Estamos aprendiendo mucho de este viaje y de toda la temporada a medida que avanzaba. La dureza para ganar fuera de casa y jugar contra estos equipos nos dice mucho".

"Lo importante es que todo el mundo ha estado dudando de este equipo todo el tiempo", siguió el técnico. "Sabíamos que durante esta gira fuera de casa habíamos jugado un buen baloncesto, pero íbamos a tener que retomarlo mientras termina la temporada".

Con un Randle en plena explosión individual y un RJ Barrett en crecimiento, Derrick Rose aparece como el punto intermedio necesario por un equipo como los Knicks que se asoma a los Playoffs por primera vez desde 2013. Un largo proceso de 8 temporadas a lo largo de las que los neoyorquinos se han reconstruido una y otra vez hasta encontrar finalmente los pilares sobre los que edificar su proyecto. La experiencia que el base ofrece en un conjunto donde solo este y Taj Gibson han disputado más partidos de Playoffs por sí solos que el resto de la plantilla combinada resulta vital para un grupo como este.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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