Dirk Nowitzki, un alemán que cambió el juego entre los gigantes

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Dirk Nowitzki

Ver a jugadores de más de 2,10 metros jugar mucho fuera de la zona pintada o a jugadores internacionales siendo la cara de sus franquicias es algo de cada día en la NBA del presente, pero ese no era el caso en 1999, cuando un Dirk Nowitzki de 20 años llegó a Dallas Mavericks.

Nadie entonces pensaba que ese chico alemán terminaría ganando un trofeo de MVP de Fase Regular, logrando más de una decena de selecciones All-Star y All-NBA y siendo el líder de un equipo campeón. Nadie pensaba, directamente, que duraría 20 años en la NBA. Nowitzki era un jugador con bastante experiencia como profesional que había brillado en eventos pre-Draft como el Nike Hoop Summit, si, pero que en Alemanía jugaba en un equipo de segunda división. Iba directo desde eso a la mejor liga del mundo.

¿Por qué nadie lo pensaba? Porque no había pasado antes un Nowitzki que lograra todo eso llegando desde el otro lado del charco.

Una de las formas que hay para medir el impacto que tuvo Dirk en la liga es revisar como en cada Draft después del 2000 varios equipos buscaban, en otro chico europeo de siete pies de estatura, una musculatura poco desarrollada y un buen tiro exterior, al "nuevo Nowitzki" que sea el futuro de su franquicia. Nikoloz Tskitishvili en 2002, Andrea Bargnani en 2006 y Jan Vesely en 2011 fueron comparados y ninguno de esos intentos salió bien: duraron muy poco en la NBA, pero aunque hubiesen logrado una buena carrera, ser el nuevo Nowitzki se trata de palabras mayores.

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Dirk Nowitzki

Cuando hablamos de Nowitzki hablamos de uno de los mejores jugadores ofensivos de la historia moderna de la liga. De alguien que promedió más de 21 puntos por partido con al menos un 45,7% en tiros de campo durante 12 temporadas consecutivas. Del 13° jugador que más triples encestó, el octavo que más tiros anotó, el sexto que más puntos sumó, el único jugador internacional que superó la línea de los 30.000 puntos (se retiró con 31.560). Un fuera de serie que promedió 20,7 puntos, 7,5 rebotes y 2,4 asistencias en una trayectoria de 21 temporadas en la NBA, la carrera más larga que ha tenido cualquier jugador en la competición.

Además de estar entre los buenos de verdad, siendo mundialmente la elección más consensuada como mejor jugador internacional de la historia de la liga, Dirk fue alguien que llegó para cambiar la historia y el juego. 

Se trata del primer hombre que levantó el trofeo de campeón con Dallas Mavericks, del primer europeo y primer jugador no formado en el sistema escolar de Estados Unidos en ser MVP (2006-2007) y también en ser elegido en el primer quinteto All-NBA (2004-2005) y en ser votado como titular en un All-Star Game (2007). Méritos conseguidos por su producción dominante en la cancha, con un estilo hoy normal en varios ala-pivotes pero llamativo a inicios del siglo XXI en un jugador de siete pies.

Dirk fue el primer jugador de esa estatura en intentar más de 300 triples en una temporada: recién Andrea Bargnani lo imitaría en la 2009-2010 con algo que hoy es tarea de Kristaps Porzingis, Lauri Markkanen o Brook Lopez. En la primera temporada al alemán hasta se le complicaba encestar el tiro exterior, con apenas un 20% de efectividad: luego firmaría cinco campañas por encima del 40%.

Hasta la temporada 2006-2007, la del primer MVP de Dirk, él era uno de los únicos nueve jugadores con una temporada de al menos 25 puntos por partido, tres intentos de triple por partido y un 40% de acierto en esos lanzamientos. El único otro jugador de más de 2,05 metros de estatura en ese club era un tal Larry Bird.

Al mito de los Celtics lo volvemos a encontrar junto a Dirk bajo otro parámetro, el del mejor curso de Dirk en cuanto a números: sus 26,6 puntos, 9 rebotes y 40% en triples (con al menos un lanzamiento por partido) de la 2005-2006. Bird en las temporadas 1984-1985, 1986-1987 y 1987-1988 había sido el único jugador en conseguirlo, Nowitzki también pudo y recién después Karl-Anthony Towns (26,5 puntos, 10 rebotes y 41,2% en triples) se acercó a algo así en la 2019-2020.

Quizá sin un Nowitzki nunca hubiésemos visto a un Towns o a un Porzingis así. Kobe Bryant, que fue uno de los rivales más clásicos de Dirk al pasar los dos toda su carrera en la Conferencia Oeste, se ha expresado por ese camino en 2018: "La idea de tener a un jugador de siete pies, siete pies y una pulgada, que podía abrir así el campo era revolucionaria. Estoy seguro de que inspiró a muchos jugadores grandes a poder decir: 'saben que, yo quiero ser como Dirk Nowitzki". En su tercera temporada en la liga, la primera en la que fue All-NBA (2000-2001), Dirk estuvo entre los 10 jugadores de la NBA con más triples encestados.

Dirk Nowitzki Jason Kidd 2011

Así como modificó el juego, el alemán también fue una de las caras de la generación que le abrió las puertas al básquetbol internacional en la NBA de forma definitiva. En 2002 él y otro debutante como Peja Stojakovic eran los únicos dos jugadores formados en FIBA en estar en el All-Star Game: el año pasado esa cifra se duplicó con Luka Doncic, Giannis Antetokounmpo, Rudy Gobert y Nikola Jokic.

Ningún jugador internacional significa tanto en una franquicia como Dirk en Dallas: toda su carrera estuvo dedicada a esa franquicia a la que pudo llevar a la gloria y en la que hoy sigue colaborando como asesor especial, esperando que Luka Doncic sea el sucesor de oro que se espera en la ciudad texana.

Este miércoles Nowitzki tendrá su merecido homenaje allí, con su camiseta número 41 subiendo al techo del American Airlines Center, un momento muy esperado que seguro será emotivo y también seguro que no será el último homenaje que reciba uno de los mejores ala-pivotes de todos los tiempos.

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.