Sí. La respuesta es que sí. Dirk Nowitzki es el mejor extranjero en vestir y defender una camiseta en toda la rica historia de la NBA.
Dirk es más que una leyenda. Es un ícono y un modelo a seguir. Este año, Dirk acompañó el inicio de la carrera de Luka Doncic, transformándose junto a Robert Parish, Kevin Willis y Kevin Garnett en los únicos jugadores en disputar 21 temporadas en la Liga. El rookie adolescente y el veterano alemán de mil batallas conectaron en muchos niveles y hasta se llamaron "amigos" entre ellos.
Sí. Nowitzki es el mejor extranjero de la historia. Donde sea que se levante la alfombra aparece un récord suyo. ¿Puntos? Es el jugador activo con más puntos (31,510) y el 6° de todos los tiempos, luego de superar a Wilt Chamberlain en esta temporada. ¿Minutos jugados? El tercero de la historia y el primero en actividad, con 51,340 minutos. ¿Tiros intentados? Sí, también el primero entre los que todavía juegan. Incluso lidera la lista en libres convertidos con 7,235.
Puedo estar toda la nota arrojando números y data sobre el ahora 14 veces All-Star y el MVP de las Finales de la NBA 2011. Incluso hasta tendrían un fuerte argumento aquellos que apoyan la moción de cambiarle el nombre a Dallas por Dirkallas. A fin de cuentas, el alemán lidera en absolutamente todas las categorías de los Mavericks en playoffs y lo mismo (excepto asistencias) en temporada regular.
Pero, repito, el legado del delantero alemán trasciende las estadísticas. Cambió la NBA para siempre. Cambió la manera en la que los jugadores internacionales son vistos. Cambió la manera en que los hombres altos son vistos. Su flamenco es quizás uno de los tiros más icónicos de la NBA, posando en el estante de los mejores junto al gancho del cielo de Kareem, el tiro con tablero de Duncan, los triples de Curry y por qué no el euro-step de Manu Ginobili.
Además, las 21 temporadas en vigencia demuestran que su estilo y su mentalidad perduraron a lo largo de los distintos cambios en la Liga. Más para un hombre de su estatura: está claro que fue un adelantado a la época en la que comenzó. ¿Cuántos big men fueron a parar a la papelera de reciclaje por no poder adaptarse a los drásticos cambios de los últimos tiempos? Se me viene a la mente el caso de Roy Hibbert y se me parte el alma.
Quizás quienes tengan el caso más cercano a poder quitarle el mote de mejor extranjero de la historia sean Tony Parker y Ginóbili. Pero seamos sinceros: aunque Manu tenga sangre latinoamericana y cuatro anillos en su mano izquierda, no tuvo el rol principal y la influencia que Dirk imprimió a lo largo de toda su carrera. Lo mismo pasa con TP: si comparamos el MVP de Tony en 2007 versus el de Nowitzki en 2011 veremos cómo el alemán literalmente cargó a un equipo entero. Además, todo sucumbe con el MVP de la temporada regular ganado en 2006.
Entonces, sí. Dirk Nowitzki es el mejor extranjero de todos los tiempos en la NBA. Y tuvimos el placer de disfrutarlo una temporada más, siendo ovacionado y alentado en todas las canchas de la NBA. Aunque no lo haya hecho oficial, mañana en el AT&T Center quizás pase su último partido como basquetbolista profesional. Y apuesto a que el público -y cuando digo público digo todo el mundo que mire el partido a través de una pantalla- festejará con él.
Las opiniones aquí expresadas no necesariamente reflejan aquellas de la NBA ni sus organizaciones