Mundial de básquet 2019: España ganó un partido épico ante Australia y jugará la final en China

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Épica la semifinal del Mundial de básquet 2019 que dejaron España y Australia. Simplemente épica. Un partido con muchísima tensión, jugadores pillos, calidad y, sobre todo, nervios con las dos prórrogas. Marc Gasol destrozó a los Boomers como hizo su hermano Pau hace tres años, y Ricky siguió siendo el conductor del ataque. 13 años después, España vuelve a una final y se asegura medalla tras el 95-88 ante los de Oceanía.

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Si el viaje hasta este punto ya había sido maravilloso, soñar más de la cuenta estaba permitido. Alcanzar las semis era algo prácticamente impensable para este grupo plagado de bajas estelares como las de Pau Gasol, Sergio Rodríguez, Nikola Mirotic/Serge Ibaka o Álex Abrines. Y una vez más sacaron su carácter competitivo.

Pero el partido no ha sido un camino de rosas. De hecho durante la mayor parte del mismo, fueron los aussies los que dominaron el juego y las sensaciones. Patty Mills, incomensurable. Intratable desde el primer minuto, firmó 34 puntos con un 11 de 25 en tiro. Eso sí, tuvo fallos clave en tiros libres que dieron vida a España.

Un parcial de 16-10 en el segundo cuarto favorable a los australianos, que respiraban intranquilos. Dominaban el ritmo y el rebote de forma abrumadora, pero España se fue al descanso solo tres puntos por debajo en el electrónico.

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En la segunda parte hubo reacción española, aunque a tramos. Marc Gasol llevaba un partido muy flojo con apenas cuatro puntos, y comenzó a mostrar esa calidad que le destaca como el mejor jugador de España. Triples, al poste, defensas... Mejor que en todo el Mundial.

Fue clave la defensa exterior de España. Ahí de nuevo brilló Rudy Fernández, actuación estelar trabajando las líneas de pase y agobiando a los exteriores. Los Boomers eran uno de los equipos punteros del Mundial en acierto desde el triple, sin embargo, entre sus fallos y la gran defensa de la Selección consiguieron limitar su acierto y dejarlo en un pobre 10 de 40 (25%).

España tampoco lanzó bien (11/37, 30%), aunque es su línea en China. En el rebote la paliza aussie no tuvo nombre. Un total de 20 ofensivos para los de Lemanis por solo 9 de los de Scariolo. De hecho ese trabajo en los tableros y puntos en segundas oportunidades reavivaron a Australia cuando España impuso su experiencia en el tramo final.

El sufrimiento se alargó de forma interminable. Los tiempos muertos parecían durar el doble y las esperas en los tiros libres fueron enfermizas. Intercambio final de libres entre Marc y Mills, en los que el base falló uno que estuvo apunto de terminar en auténtica demencia. Si Rubio anota este triple se cae España.

Y entonces, él. Marc Gasol. No es su hermano, no, es Marc. Viene de la temporada más larga de su carrera con casi 35 años y un Mundial que supone un desgaste físico enorme. Pero hoy dió la cara y de qué manera. En las prórrogas fue un seguro de vida. Su rostro transmitía seguridad y su versión fue magnífica, tanto en ataque como en defensa.

Cerró el partido en la segunda prórroga a base de triples, defensas y un tirito de línea de fondo precioso para certificar la clasificación. 33 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 2 tapones y una serie de 11 de 19 en tiro jugando casi 39 minutos. Héroe.

Ricky firmó un espectacular doble-doble de 19 puntos (6 de 19) y 12 asistencias, además de 7 rebotes y buenas decisiones. Los Hernangómez tuvieron una participación más baja. Este partido era para los hombres con más experiencia.

Muy buen Mundial también de Australia. Les toca pelear de nuevo por la medalla de bronce a una generación aussie que mereció más, pero el deporte no siempre es justo.

España vuelve a una final del Mundial. Simplemente impresionante. Toca esperar rival en el Francia contra Arentina, pero ahí está. A partido único puede ocurrir cualquier cosa y la medalla está asegurada.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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