Finales NBA 2019: ¿La última función de Andre Iguodala?

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Andre Iguodala

 

Andre Iguodala está atravesando una de las mejores postemporadas de su carrera después de aquellos Playoffs en 2015 en las que alzó el premio al MVP de las Finales. Votado por los periodistas, se quedó con el trofeo por su marca sobre LeBron James en el triunfo por 4-2 frente a Cleveland Cavaliers. 

Tres veces campeón, con 35 años promedia 10.1 puntos, 4.3 rebotes, 3.9 asistencias y 1.2 robos en 29.4 minutos por encuentro tras 15 partidos, de los cuales en 9 fue titular, en la actual postemporada. Algunas de sus actuaciones fueron determinantes, como en el sexto partido frente a Houston Rockets por las semifinales de la Conferencia del Oeste. Con 17 puntos y 5 robos, además de 5 triples, fue determinante para la eliminación de James Harden y compañía. Sus estadísticas son, justamente, las mejores de su carrera en Playoffs desde 2014-15, año en el que ganó el primero de sus tres anillos con Golden State. 

La edad no parecía un límite para su continuidad, pero fue el propio Iguodala quien sembró las dudas en torno a su futuro en la liga a causa de las molestias que sufre en su gemelo izquierdo: "Se inflamó rápido, pero tenemos un buen equipo médico. El tema es que venimos de cinco temporadas muy largas, así que estas cosas pueden pasarle a cualquiera. Pero mi carrera ya casi se acaba, así que no importa. Ya no jugaré mucho más tiempo".

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La historia de Iguodala se divide en dos: la primera etapa, cuando parecía destinado a ser el sucesor de Allen Iverson en Philadelphia 76ers, y la segunda como un obrero que aceptó ser suplente en la estructura de Golden State Warriors. Durante sus primeros diez años en la liga, ocho en 76ers, uno en Denver Nuggets y el último en Golden State, disputó 758 y fue siempre titular durante la temporada regular. También fue parte del quinteto inicial en los 48 juegos de postemporada durante ese lapso. 

En las cinco temporadas siguientes, fue de la partida tan solo en 21 de los 350 encuentros que afrontó: 13 fueron este año. De los 91 de Playoffs, Steve Kerr lo alineó en 27. Iguodala jamás se quejó y estuvo siempre alistado para la batalla: en 2015 fue titular apenas en los últimos tres partidos, en las Finales, en un movimiento de Kerr que inclinó la serie en favor de los Warriors y que le permitió alzarse con el premio a MVP de las Finales. 

Iguodala está a cuatro triunfos de sumar su cuarto anillo de campeón. All-Star en 2012, será recordado por haber sepultado su ego para convertirse en un suplente de lujo. Con un retiro que él mismo trazó en su horizonte cercano, es un buen momento para analizar dónde quedará en la historia. 

¿Merece un lugar en el Salón de la Fama? 

Andre Iguodala

Hace un año, Iguodala entregó su opinión: "No creo. Conozco algunos muchachos que pertenecen y no están ahí, otros que están ahí pero no son mejores que algunos que no están. Pero yo, yo no. No es parte de mi motivación. Debés dejar que las cosas sucedan de manera orgánica. Uno sabe qué puso cada uno. Tratas de sembrar algunas buenas semillas, y esperas poder cosechar los beneficios". 

Si Iguodala consigue el título, alcanzará la línea de cuatro campeonatos que integran jugadores como Tony Parker, Manu Ginóbili, Shaquille O'Neal y Robert Parish, entre otros. La construcción del caso de Iggy no es sencillo, pese a los títulos: hay muchos intangibles que definen su importancia. 

Antes de ahondar en los argumentos subjetivos, intentaremos usar un parámetro objetivo en busca de una respuesta. 20 de los 21 MVP de Finales elegibles entre 1968 y 2002 ya ingresaron al Salón de la Fama. La única excepción es Cedric Maxwell, MVP de las Finales en 1981 con Boston Celtics. Tras once temporadas en la NBA, se retiró y aún espera por su lugar. Según Basketball Reference, tampoco tendrá muchas chances en el futuro

Iguodala tendrá que esperar tres temporadas para ser elegible. Jo Jo White, quien ingresó al Salón de la Fama en 2015, debió aguardar 34 años. Iguodala tiene méritos suficientes para ganarse un lugar entre los mejores de la historia: fue un pilar fundamental de un equipo que ganó tres campeonatos -pueden ser cuatro-, fue All-Star en su prime, se sostuvo en el tiempo como uno de los cinco mejores defensores perimetrales de la liga y además se alzó con un título de MVP.

Que nunca haya recibio un premio al sexto hombre durante su campaña en Golden State pese a ser el jugador más determinante desde el banco de suplentes en las Finales de los últimos años solo se explica porque el premio se entrega a los jugadores de la temporada regular. Además de sus méritos en la NBA fue campeon del Mundo con su Selección en Turquía 2010 y Oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. 

Sin dudas será un debate que se instalará durante los próximos años en el mundo del básquet, pero lo cierto es que los éxitos de Golden State, uno de los mejores equipos de la historia, no se explican sin Andre Iguodala. 

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