Por un tiempo, pareció que Kawhi Leonard fue el único miembro de los Toronto Raptors que se presentó al Juego 4.
Si bien Leonard fue sensacional desde el inicio, nadie más pudo comprar un doble, ya que todos los demás en una camiseta roja se combinaron para disparar solo 1-13 de cancha en el primer cuarto. Afortunadamente para los fieles de los Raptors, Leonard anotó 14 puntos en el parcial inicial para mantenerlo cerca.
Cuando Leonard se enfrió en el segundo cuarto, parecía que el partido podría salirse de control. De alguna manera, a pesar de que Leonard se fue sin puntos y falló sus cuatro tiros, los Raptors lograron ganar el segundo cuarto. Era un calco del Juego 3 en el que los Raptors ganaron el segundo período a pesar de un periodo sin anotaciones de su superestrella.
Luego vino la embestida.
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A lo largo de los años, los Golden State Warriors han utilizado el tercer cuarto como su trampolín para explotar. Es típicamente cuando los Warriors están en su mejor momento, descorchando a los creadores de tiro y enterrando a los oponentes bajo una marea de 3 puntos, ataques rápidos y sofocantes defensas.
El viernes, fueron Leonard y los Raptors quienes cambiaron el guión y dieron el golpe de gracia.
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Potencialmente, en el último juego en Oracle Arena, Toronto superó a sus anfitriones por 37-21 con Leonard aportando 17, la misma cantidad de puntos que los Splash Brothers combinados.
Kawhi los mantuvo cerca temprano y luego fue decisivo en el tercer cuarto, algo que ha estado haciendo durante toda la actual postemporada. Y lo hace sin perder nunca el foco.
No hay histrionismos. No hay reclamos bulliciosos. No muestra demostraciones apasionadas de emoción. Son sólo negocios, todo el tiempo.
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Ese equilibrio y compostura se ha contagiado a todos en el vestuario, incluso después de lo que hasta la fecha ha sido la victoria más importante en la historia de la franquicia. La escena en el vestuario de los visitantes, momentos después de pisar el piso, era tranquila y reservada, tal vez algunas sonrisas pequeñas, pero sin signos de prematuras celebraciones.
Todo vuelve a Leonard con su personalidad helada que se manifiesta en la forma en que se entrega rutinariamente detrás de las líneas enemigas.
Esto marcó el octavo juego de Leonard de 30 puntos en como visitante en esta postemporada, uno de los mejores de todos los jugadores en una sola postemporada.
| Postemporada | Jugador | Partidos |
| 2009 | Kobe Bryant | 9 |
| 2019 | Kawhi Leonard | 8 |
| 2017 | LeBron James | 8 |
| 2010 | Kobe Bryant | 8 |
La eficiencia de Leonard es tan fría como su comportamiento, y habla de su capacidad para estar a la altura de la carretera
Una vez más, disparó el 50% de cancha mientras encestaba los nueve disparos desde la línea. Leonard se encuentra en medio de una de las carreras de postemporada extendidas más eficientes en la historia del juego, ya que está a punto de unirse a Kareem Abdul-Jabbar y LeBron James como los únicos jugadores que alcanzan las Finales y anotan más de 30 juegos con un porcentaje de disparo real superior al 60%.
Él es capaz de hacer eso en parte porque no siente presión. Incluso en los momentos más desesperados y caóticos, es imposible acelerar y no ceder a la tentación que hacen tantas superestrellas, que es apresurar los malos tiros con la esperanza de que pierda el balón.
El juego 5 no será fácil. Los Warriors no se rendirán y Kevin Durant podría muy bien hacer su regreso. Dados los riesgos y el poder de las estrellas en el otro lado, será grande la tentación de querer conseguir el resultado, de eclipsar a todos y actuar de forma no característica.
Por lo que hemos aprendido sobre Leonard en los últimos dos meses, él es la última persona de la que alguien debería esperar que se asuste en el pánico.
Los puntos de vista expresados aquí no representan necesariamente los de la NBA o sus clubes.