Con poco más de 8 segundos por disputar en el Juego 5 de las Finales NBA 2020 y con Miami Heat arriba 109-108 sobre Los Angeles Lakers, Danny Green recibió el pase de LeBron James y desmarcado lanzó el triple que hubiera puesto a los suyos arriba por dos puntos, pero se quedó corto. Markieff Morris tomó el rebote ofensivo y realizó un mal pase en busca de Anthony Davis, perdiendo una segunda oportunidad de ganar y cerrar la serie por el título.
Cuando esto sucedió la noche del viernes 9 de octubre, las redes sociales culparon a Green y Morris por la derrota que terminó 111-108 a favor de los de Florida. Pero este domingo por la noche los angelinos tendrán una nueva oportunidad de quedarse con el Larry O’Brien, cuando disputen el Juego 6 a las 18:30 MX y 20:30 AR.
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“Obviamente pude haber jugado mejor, pero intenté dejar todo en la cancha, así que viviremos con ese tiro. Es un buen tiro. Desafortunadamente perdimos y no logramos cerrar (la serie), pero tenemos otra oportunidad. No temo por mí o por este grupo. Estoy muy confiado en nuestro grupo y después del tiro quería jugar otro partido de baloncesto”, comentó el escolta en conferencia de prensa.
Game 6 of the NBA Finals. Today. Who's ready? #LakeShow pic.twitter.com/UYwRlu2Zgc
— Los Angeles Lakers (@Lakers) October 11, 2020
“Solo la gente en ese vestidor y en el roster tienen opiniones que son relevantes o importantes para mí. Y si siguen confiando en mí y apoyándome, y creyendo en mí y en nosotros, eso es todo lo que me importa. Podemos lograr esto y todo lo demás será ruido y a nadie le importa cuando está todo dicho y hecho. Lo que les importa es quién gana al final del día”, añadió Green.
El veterano de 11 temporadas ha jugado 10 postemporadas en su paso por la Asociación, ganando dos títulos: uno con San Antonio Spurs y otro con Toronto Raptors. Ahora con los Lakers se convertiría en el cuarto jugador en la historia de la liga en ganar campeonatos con tres franquicias distintas. Sus promedios en estos Playoffs son de 8,0 puntos, 3,3 rebotes, 1,3 asistencias y 1,3 robos por partido, lanzando el 41,6% de tiros de campo y 36,7% detrás del arco.
“Fue una buena decisión. Tuve más tiempo del que creí, me debí tomar un poco más, probablemente me apuré un poco, tiré con poco balance. Pero tuvimos una segunda oportunidad. Daría todo lo que tengo para tener ese tiro de nuevo, créeme. Vas a acertar algunos, vas a fallar otros, es parte del juego. He estado en esa situación varias veces, he fallado algunos, he metido otros”, apuntó.
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“Desafortunadamente para nosotros era cerrar la serie, que hubiera sido fantástico con una victoria. Cualquier persona que haya jugado básquetbol sabe que no se trata de esa última jugada, nunca es una sola jugada. Pudimos hacer muchas cosas distintas en ese partido, cometimos muchos errores, en ataque y defensivamente. Tuvimos varias oportunidades para que no se tratara solamente de esa última jugada”, subrayó.
Sobre las críticas que recibió, dijo: “Es un juego de básquetbol, los fans son muy emocionales. Espero que no lo tomen tan serio, espero que esa pasión la utilicen para votar o para pedir justicia por esa gente que la merece. Es un juego de básquetbol al final del día y están desquitando sus emociones con alguien que falló la última jugada. Claro que soy un objetivo fácil”.