Cuando todo parecía negativo para ellos, nuevamente sin Bam Adebayo y Goran Dragic y con desventaja de 2-0 ante unos Los Angeles Lakers con LeBron James y Anthony Davis a pleno, Miami Heat sacó a relucir su orgullo y su corazón y logró un triunfo por 115-104 que todavía no empata las Finales de la NBA, pero que las deja con otro marco, con la sensación de que todavía nada está definido.
Y más allá de todo lo que hizo Jimmy Butler, que jugó 45 minutos prácticamente sin descansar y fue un titán con 40 puntos, 13 asistencias y 11 rebotes, o de los aportes claves de Tyler Herro (8 puntos en el último cuarto) y de Kelly Olynyk (13 tantos en el segundo tiempo), el Heat sabe que mucho de su mérito está en haber salido con una marcha más en cuanto al esfuerzo: por primera vez en los Playoffs 2020 se vieron en una situación comprometida y dieron un plus que les alcanzó. No solamente ejecutaron mejor que los Lakers, sino que quisieron más la victoria y se la llevaron.
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Las estadísticas reflejan ese cambio de actitud del Heat: en el segundo partido los Lakers les habían tomado 16 rebotes ofensivos, les dejaron anotar solamente dos puntos de ataque rápido, les convirtieron 21 puntos de segunda chance y les tomaron seis de los siete balones sueltos que quedaron en cancha.
En tanto, en el triunfo del domingo, con ajustes defensivos que permitieron proteger mejor el aro y con mucha más energía, Miami se creció en esos apartados. Bajó el porcentaje de rebotes ofensivos que tomaron los Lakers (11 sobre 45 en el aro de Miami contra 16 de 47), le generó 20 pérdidas a los Lakers y bajaron apenas a seis tantos los conseguidos de los Lakers de segunda chance.
Y las hustle stats demuestran más de este trabajo de los de Erik Spoelstra: 12 deflecciones (balones tocados en defensa), de las cuáles tres fueron de Butler y tres de Olynyk, seis balones recuperados sobre nueve sueltos (tres de ellos por Duncan Robinson en defensa), 58 tiros punteados de los 79 lanzamientos intentados por los Lakers y 18 box-outs realizados para mejorar la protección de su tablero.
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Ese es apenas un panorama de lo duro que jugó Miami. Necesitó hacerlo así para contrarrestar el juego físico de los Lakers, un equipo de mayor estatura y capacidad atlética pero que se ha terminado viendo superado frente a la intensidad del Heat.
"Jimmy Butler y Miami Heat han dado un ejemplo de cómo uno se puede agrandar ante la adversidad, cómo se puede sacar ese extra, ese plus y personalidad que se necesita para sacar adelante una situación muy adversa como tenían. Creo que todos daban a Miami con un 0-3 claro, y realmente reaccionaron de la manera que hay que reaccionar, jugando sobre todo con mucha actitud. Después podemos analizar un poco la parte técnica o táctica, pero la base fue la actitud, la manera de afrontar el partido", opinó el analista exclusivo de NBA.com en español Andrés Nocioni.
Ahora, con la chance de los de Florida de empatar la serie en el próximo encuentro, seguramente los angelinos liderados por LeBron James no dejarán nada librado al azar y Miami, con desgaste encima, deberá continuar peleando como lo hizo. Pero las Finales se han revitalizado y todos estamos a la espera de lo que sucederá el próximo martes.
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