Aunque no podemos estar dentro de su cabeza, hay muchas probabilidades de que Jimmy Butler esté viviendo los meses más felices de su carrera deportiva. Queda claro que el escolta del Miami Heat se siente más cómodo que ningún otro de sus colegas en un campus de Disney donde ha logrado quedar en el centro de la escena de la NBA, por primera vez desde que llegó a la liga allá por el 2011. Y como un chico que se niega a que se terminen sus vacaciones de verano soñadas, Butler está haciendo todo lo humanamente posible para mantener viva la temporada de su equipo.
El Juego 5 de las Finales nos dio el ejemplo más claro de esto, con una actuación legendaria muy similar a la que tuvo en el Juego 3. Claro que esta vez con el agregado de tratarse de un partido de eliminación. Si Miami perdía esta noche, el cuento de hadas llegaba a su final. Pero no... Butler aún no estaba preparado para ello.
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El ex 76ers jugó 47:11 de los 48 minutos posibles y terminó la noche con 35 puntos, 12 rebotes (5 en ataque), 11 asistencias, 5 robos, 1 tapa, 11-19 de cancha y 12-12 en libres. Como si todo eso fuera poco, anotó los últimos ocho puntos de su equipo antes de un par de libres de Herro en el último segundo, subido a un cara a cara con LeBron para el recuerdo. Con la eliminación y el título al alcance de la mano, Jimmy confrontó al gigante y a la larga, terminó saliendo victorioso de ese enfrentamiento. 111-108. Pocos pueden contar algo parecido.
En la otra victoria de Miami en la serie, en el Juego 3, el escolta había anotado 40 puntos junto a 13 asistencias y 11 rebotes. Por lo que con lo hecho esta noche, se transforma en apenas el sexto jugador en la historias de las Finales en conseguir más de un triple-doble. ¿Los otros? Draymond Green, LeBron James, Larry Bird, Magic Johnson y Wilt Chamberlain.
Los números de Butler en las Finales son irreales. 29 puntos, 10,2 asistencias, 8,6 rebotes, 2,6 robos, un 55,8% de campo y un 92% en tiros libres. Estadísticas dignas de una leyenda de este deporte. Y es que a la hora de evaluar lo que viene haciendo en estos días, solo podemos compararlo con esa clase de referentes históricos.
¿Los últimos en tener números de anotación semejantes en Finales? LeBron James, Kevin Durant, Kobe Byrant, Dwyane Wade, Shaquille O'Neal, Allen Iverson, Michael Jordan, Hakeel Olajuwon, Kareem Abdul-Jabbar. Ganadores de MVPs, miembros del Salón de la Fama, integrantes constantes de los primeros equipos All-NBA... en definitiva, la más absoluta élite de la competición. Y aunque puede que el oriundo de Houston no acostumbre a estar en esa conversación habitualmente, esa es la clase de jugador que estamos viendo en Disney.
De hecho, en los últimos 40 años, solamente 11 jugadores tenían más puntos anotados que Butler (145) luego de cinco encuentros de Finales: Kareem, Kobe, Curry, Durant, Kyrie, Iverson, LeBron, Jordan, Kawhi, Shaq y Wade. De nuevo, compañía inmejorable.
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A diferencia de un Juego 4 donde estuvo algo más controlado (22 puntos, 8-17 de cancha) esta vez ni siquiera la marca de Anthony Davis impactó en la tarea de Jimmy. AD volvió a tomarlo desde el inicio, pero rápidamente quedó claro que el perimetral estaba mucho mejor preparado para ese emparejamiento, ya sin el factor sorpresa. Penetraciones, tiros a media distancia, descargas para algún compañero abierto y hasta una conversión externa... Butler lo hizo absolutamente todo. Y cada uno de esos aportes fue necesario como para regalarse 48 horas extras en el campus.
No sabemos qué pasará el domingo en el Juego 6. Tranquilamente los Lakers pueden imponerse y dar por terminada con la campaña. Después de todo, siguen teniendo a dos hombres que están en un nivel similar o superior al de Jimmy, como LeBron y Davis. Pero de lo que sí podemos estar seguros, es de que ni Butler ni Miami venderán barata esa derrota. Abajo 3-1 y llegando a estar en desventaja en un último cuarto donde parecían haberse quedado sin energía ni ideas, el Heat tranquilamente podría haber bajado los brazos este viernes. Pero no lo hizo. Jimmy Butler no se lo permitió. Y la historia continúa.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.