Finales NBA 2021: 10 observaciones de la victoria de Milwaukee Bucks en el Juego 4 para el 2-2 ante Phoenix Suns

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giannis, middleton

¡Hay lucha por el anillo! Milwaukee Bucks completó la remontada iniciada en el tercer encuentro con una memorable y trabajada victoria en el Juego 4 sobre Phoenix Suns por 109-103. La exhibición de Devin Booker con 42 puntos fue igualmente correspondida por un inspirado Khris Middleton con 40 tantos, los cuales sirvieron para doblegar a los de Monty Williams, que han visto como su ventaja de 2-0 se esfumaba en un abrir y cerrar de ojos.

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Vamos con 10 observaciones del cuarto encuentro de la eliminatoria.

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Milwaukee controlando la pintura: los Bucks tuvieron claro desde el principio dónde estaba la clave para llevarse el triunfo. Más allá de contener a Chris Paul y desesperarlo en ataque, uno de los puntos fundamentales iba a estar en evitar que los Suns encontrasen camino libre al aro, pudiendo anotar en la pintura. Los de Budenholzer desplegaron una defensa férrea y conservadora que les permitió tener bajo control la zona pintada, forzando a Booker y Crowder a lanzar desde la larga distancia y desconectando a CP3 y Ayton. 

Así, Milwaukee logró dejar a sus oponentes en tan solo 11 intentos, de los cuales anotaron 9, pero lo importante no es el acierto sino el bajo volumen. Por comparar, en el J3 lanzaron 18 tiros y en el J2, 16. En el lado opuesto, los locales sí que consiguieron dominar la pintura con una serie de 21 de 32 lanzamientos, es decir, un 65%, lo que constituyó una buena parte de los puntos que hicieron posible la victoria.

Booker pone fin a su sequía: el J3 vio cómo Devin Booker era incapaz de conseguir ser productivo para su equipo, quedándose en un pobre 3 de 14 en tiros de campo y muy lastrado por la defensa de Jrue Holiday. Por ello en el inicio Monty Williams quiso buscarlo en situaciones y espacios que fuesen propicios para el jugador, con la intención de que pudiera arrancar con buen pie y se quitase ese peso de encima. Y vaya si lo hizo. El escolta fue la clave del temprano éxito de los Suns al completar una primera parte brillante con 20 puntos en 8 de 15 tiros de campo, siendo la anotación más alta en las Finales desde Jimmy Butler en el J5 de 2020 (22 tantos).


Los problemas de faltas en los que se vio involucrado al inicio del tercer cuarto cuando le cobraron su 4ª personal no afectaron en absoluto al escolta, quien en un abrir y cerrar de ojos consiguió 18 puntos únicamente en ese lapso de tiempo con una exhibición desde la media distancia.

La actuación de Booker igualó la máxima de la franquicia en unas Finales establecida por Charles Barkley en el Juego 2 de 1993, en esta ocasión el escolta se fue hasta los 42 puntos en 17 de 28 intentos que, desgraciadamente, no significaron la victoria.

Las estadísticas no mienten: en el 76,1% de las ocasiones en las que un equipo ha ganado el 4º partido de las Finales desde el 2000 ha terminado convirtiéndose en el campeón de ese año. La excepción más reciente vino de la mano de los Cavs en 2017 cuando evitaron ser barridos. Los Bucks consiguieron una victoria clave para sus aspiraciones pues no solo empata la serie sino que garantiza que el sexto encuentro sucedería en Milwaukee por lo que, o bien cerrarían la serie en casa o bien podrían tratar de forzar un séptimo ante su público. Tras arrancar 2-0 en contra la eliminatoria, los de Budenholzer han demostrado tener una capacidad de recuperación y reorganización que los podría llevar a remontar la serie y consagrarse como campeones. Aunque, claro está, las estadísticas y la historia no juegan partidos.

Holiday completamente fuera: después de ser la llave que hizo posible la remontada y posterior victoria de los Bucks en el tercer encuentro, Jrue Holiday ofreció una cara completamente opuesta. El ex de UCLA estuvo desconocido en ataque durante todo el choque, no solo por su desacierto de cara al aro, sino por la toma de decisiones que llevó a cabo. Con el balón en las manos, el base de los Bucks no tuvo su noche cuando llegó el momento de ejecutar, forzando acciones contra su defensor. De este modo, Holiday completó un encuentro para el olvido en ataque con un 4 de 20 en tiros de campo, sumando únicamente desde el libre para 13 tantos, 7 rebotes y 7 asistencias. 

Giannis, fuerza dominadora abajo: Aunque más comedido que en el anterior encuentro, el griego volvió a ser el mejor termómetro de los Bucks al encargarse de llevar a cabo la parte más compleja del juego ofensivo, debiendo batirse para conseguir anotar en la pintura pero poniendo en serios aprietos a un desconocido Deandre Ayton. El alero de Milwaukee castigó cada error de la defensa de los Suns para dominar la pintura, aunque volvió a sufrir para producir lejos de la zona restringida a través de ganchos y suspensiones. 

No así en transición, donde una vez más fue un factor diferencial en la producción ofensiva de los de Wisconsin. Además, Giannis se aprovechó de los continuos errores en el lanzamiento y el pase por parte de Phoenix para aumentar el ritmo de juego gracias a su zancada y velocidad, llevando a sus oponentes a una dinámica donde no estuvieron nunca cómodos.

Cara y cruz para Ayton: en esta ocasión el pivote ede los Suns no tuvo problemas de faltas como sí ocurriese en el tercer duelo. Sin embargo, la problemática del interior tuvo que ver más bien con la ejecución ofensiva y su posición en el campo. Ayton rindió muy bien frente a Brook Lopez en la primera parte, pero en el momento en el que Budenholzer dio entrada a Bobby Portis las cosas comenzaron a cambiar y su rendimiento decayó. La actuación en ataque del bahameño dejó mucho que desear con 3 de 9 lanzamientos y tan solo 6 puntos.

No así en defensa, donde salvo acciones de bloqueo directo contra un inspirado Khris Middleton, Ayton desempeñó una gran labor, sobre todo en el último cuarto en donde tuvo varias acciones que permitieron luchar por el triunfo a los Suns.

Un muro para frenar a Giannis: Durante la previa del partido todos los integrantes de los Suns hablaron sobre cuál iba a ser el plan para detener al dos veces MVP. La idea era construir una firme barrera defensiva que contuviese a Antetokounmpo y eso pasaba por ser muy agresivos. Phoenix comenzó el partido lanzando todos los efectivos disponibles a cada intento del griego de atacar el aro, lo que hizo que este no tuviese mucha participación en el arranque en favor de otros compañeros. No obstante, eso no le privó al jugador de seguir teniendo impacto en el juego ya que al ser tan agresivos sobre él, acabaron por hacerle falta y mandarlo a la línea de tiro libre, produciendo igualmente desde ahí. Además, cuando Giannis recibía al poste saltaban al 2 contra 1 para que desquitase de la bola.


Jae Crowder, el (segundo) mejor de Suns: ante la desconexión de Chris Paul, la desaparición de Mikal Bridges y el bajo rendimiento de Deandre Ayton, tuvo que ser Jae Crowder quien saliese al rescate de Phoenix como acompañante de Booker. El único jugador con experiencia previa en las Finales tuvo una actuación brillante, pero de esas en las que hace falta dejar a un lado las estadísticas para poder poner en valor. El ala pivote luchó durante los 39 minutos que estuvo en cancha por cada balón y por cada rebote, realizando una labor encomiable como enforcer. Mientras, en ataque consiguió sacar no pocas faltas a los Bucks, sumando un 6 de 7 en tiros libres y realizando un importante juego mental con algunos jugadores rivales.


Un partido de media distancia: estos Playoffs están sirviendo para reivindicar el uso de las distancias intermedias en el básquet moderno. Buena parte de culpa tienen ahí los Suns, que han desplegado un sistema de juego donde las suspensiones desde esas latitudes tienen una gran presencia. Caso similar a los Bucks, donde gracias a Khris Middleton y sus 40 puntos pudimos ver un encuentro más propio de otra década. 

En el caso de los de Arizona casi lanzaron la misma cantidad de triples que de tiros desde la media distancia, aunque fue en este apartado donde fueron mucho más certeros con 7 de 23 tiros de 3 por 13 de 21 desde la bombilla. Mientras, Milwaukee estuvo más errático pero no invirtió pocos intentos con 8 de 22 lanzamientos en la llamada zona muerta por 7 de 29 en triples.

Un desconocido Chris Paul: los dos últimos partidos del base de los Suns no hacen en absoluto justicia al grandísimo rendimiento que venía teniendo a lo largo de todos los Playoffs. Parte de culpa tiene ahí la defensa de los Bucks, quienes le han cortado buena parte de las líneas de pases que le permitían repartir juego, pero también lo han presionado y llevado al fallo en no pocas ocasiones. Paul se quedó en un pobre 5 de 13 intentos con un total de 5 pérdidas, algo que extendido a los últimos 3 duelos suma ya 15 balones perdidos, el máximo para el jugador de los Suns en Playoffs desde 2012. Phoenix necesitará al mejor CP3 para recobrar la ventaja en la eliminatoria.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.