Las redes sociales se han convertido en una de las principales fuentes de interlocución entre los aficionados y los jugadores en los últimos años, algo que debido a la situación derivada de la expansión del coronavirus ha hecho que se haga un mayor uso de estas, favoreciendo la relación entre ambas partes.
Uno de los más activos en ese sentido ha sido Giannis Antetokounmpo, que desde que se decretase el confinamiento así como la suspensión temporal de la competición ha realizado diversas actividades en sus cuentas de redes sociales para dialogar con sus fans, como vivos o debates abiertos.
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La última ha sido precisamente relacionada con uno de los temas que más está acaparando la actualidad del deporte y no es otra que la serie documental de ESPN y Netflix The Last Dance, que navega sobre la última temporada de Michael Jordan en los Chicago Bulls. Un producto audiovisual que se ha convertido en un fenómeno que ha fascinado a todo el mundo, incluidos los jugadores NBA, entre ellos Giannis.
What was your biggest takeaway from the Jordan Documentary thus far?
— Giannis Antetokounmpo (@Giannis_An34) April 30, 2020
Así, el jugador griego lanzaba en su cuenta de Twitter el pasado 30 de abril de madrugada una pregunta a sus seguidores sobre cuál era su conclusión tras los primeros cuatro episodios, a lo que horas después añadía su visión. "Mi conclusión sobre Michael Jordan en el documental Last Dance es que perseguir la grandeza es una misión de vida", escribía.
Una lectura lógica tras conocer de primera mano el difícil trayecto del jugador de los Bulls desde su llegada a la liga hasta coronarse como campeón en 1991. Una inspiración que en una reciente conversación con Eric Woodyard de ESPN decía que "definitivamente quiero ser uno de los mejores jugadores que jamás haya jugado".
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"Trato de fijarme y concentrarme en lo que tengo que hacer", decía el griego sobre jugar en Chicago. "Definitivamente me motivó. Chicago es una gran ciudad de básquet. Es una ciudad en la que jugaron Michael Jordan y Scottie Pippen, así que tenía ese extra en mí", aseguraba.
Pese a que Antetokounmpo nació en 1994 y no pudo disfrutar de vivir la era de Jordan, la influencia de Su Majestad en el griego es presente gracias a productos audiovisuales como este.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.