En su campaña 2018-2019 como MVP, Giannis Antetokounmpo promedió 30,4 puntos por cada 36 minutos en el campo. Un número que ha subido notablemente a 34,5 unidades en la actual 2019-2020. Sí, los más valiosos también pueden dar un salto claro de calidad y la temporada del griego es testigo de ello.
A la hora de justificar esos 4 puntos extras, mucho se ha hablado del progreso de Antetokounmpo como triplero. Después de todo, ha pasado de anotar 0,8 triples por cada 36 minutos, a 1,7 conversiones. Valores doblados, que además traen una suba de porcentaje (31% vs 26%). Más prolífico y más eficaz. La combinación ideal.
Sin embargo, por detrás de ese triple extra que está convirtiendo por partido, hay otro movimiento que ha transformado a Giannis en una máquina anotadora, al nivel de los mejores de la historia: la mediavuelta y tiro en retroceso. El famoso turnaround fadeaway, como lo califica la NBA en sus cómputos oficiales.
En los 1763 minutos que disputó de este curso, Antetokounmpo ya ha tomado 60 de esos disparos, convirtiendo exactamente la mitad de ellos (30). Cifras muy superiores, al menos desde lo cuantitativo, a lo hecho en la 2018-2019: apenas 25 de esos lanzamientos, en 2358 minutos (anotó 12).
Para simplifcar, en la actual temporada toma un tiro en retroceso cada 29 minutos de juego. Muy por encima de los 94 minutos del año anterior. Evolución triplicada.
Y no solo eso: incluso su mecánica ha mejorado notoriamente.
Veamos primero un clip de la 2018-2019...
... y ahora uno de la actual campaña.
¿Notan la diferencia? Más rapidez de movimientos, con un juego de pies superior. Si prestan atención, podrán notar como en la primera jugada su pie derecho va hacia adelante en el giro, topándose con la pierna de Aminu y perdiendo fluidez.
En contraste, en la 2019-2020 el pie derecho retrocede, generándole mayor separación de la marca de Washington y por ende, una visión más clara del aro.
El haber dominado ese arte, le abre a Giannis tantas puertas como su mejoría externa. La cual siendo sinceros, todavía no alcanza para dejarlo ni siquiera en la media de la liga (su 31% en triples sigue siendo muy bajo). La historia con el fadeaway es muy diferente.
Los números ayudan a explicar la importancia de este movimiento. De sus 60 intentos, 19 han llegado en el último cuarto. Casi un tercio.
¿Por qué es tan significativo esto? Simple. Es el mejor antídoto para cualquier propuesta defensiva que implique sacarle el balón de las manos en el clutch. Mientras que una acción de aclarado o pick and roll es mucho más fácil de doblar/atrapar, esto resulta mucho más complicado en situaciones de poste bajo.
Posteo en el sector izquierdo, un pique, mediavuelta y lanzamiento. Un segundo. dos a lo sumo. Imposible de contrarrestar, incluso con una doble marca.
Giannis is breaking out the fade-away jumper early🔥
— theScore (@theScore) February 21, 2020
(🎥: @NBA) pic.twitter.com/2OJVSIbnOn
Lo cierto es que Antetokounmpo tiene este lanzamiento disponible cada vez que se lo propone. Y si puede seguir anotándolo al ritmo que lo viene haciendo, será un arma interesantísima para cuando las defensas ajusten al extremo sobre él.
El triple es importante. Y más aún en la NBA moderna. Nadie lo pone en dudas. Pero la evolución de Giannis encuentra en una jugada tan antigua como la liga misma, una respuesta indefendible para sus marcadores.
Posteo, pique, mediavuelta, lanzamiento. Posteo, pique, mediavuelta, lanzamiento...
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.