Jerry Sloan, una vida dedicada a la NBA y un "Bull" y "Jazz" como muy pocos

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Jerry Sloan

Pasaban y pasaban las temporadas en la NBA pero había algo que no cambiaba en la época donde la liga se hizo masiva a nivel mundial, durante los 80, 90 y 2000: la presencia de Jerry Sloan en el banco de Utah Jazz, al costado de la cancha, con su pelo canoso, sus trajes y su temperamento. 

Es raro ver que una persona se asocie tanto a una franquicia en una liga donde "las relaciones son un negocio", y más aún en un puesto como el de entrenador, donde todo queda tan atado a los resultados obtenidos por los jugadores dentro de la cancha. Pero a pesar de que trabajó durante 26 años para el Jazz y nunca ganó un título, Sloan siempre estuvo ahí. Casi tres décadas. Imaginen todo lo que cambió en sus vidas durante tres décadas. Bueno, en todo ese tiempo el nombre de Sloan había quedado asociado al del Jazz.

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Sloan falleció este 22 de mayo de 2020 tras un par de años batallando contra la Enfermedad de Parkinson y demencia con cuerpos de Lewy. Se fue a los 78 años, tras pelear tanto como lo hacía dentro de la cancha: de estilo aguerrido, fue un escolta-alero elegido cuatro veces para el quinteto defensivo ideal de la NBA (1969, 1972, 1974 y 1975), además de ser dos veces nominado para el segundo quinteto defensivo (1970 y 1971). Con su carácter se había ganado el apodo de "El Bull original" cuando jugó para Chicago entre 1966 y 1976, en su Illinois natal. Tanto los Bulls como el Jazz le rinden homenaje hoy en día. En más de 40 años trabajando en la NBA como jugador, asistente y entrenador, Sloan dejó una huella gigante dentro del mundo del básquetbol.

El "Bull Original"

Jerry Sloan Chicago Bulls

Sloan nació en McLeansboro, un pueblo de menos de 3.000 habitantes en el sur de Illinois. Situación típica del medio-oeste estadounidense en la década del 40, se crió en una familia de 10 hermanos, en una granja rural. Hacía los trabajos típicos para colaborar con la familia y luego se marchaba caminando a la escuela, donde descubrió el básquetbol. Con sus casi dos metros de altura (1,96 metro) se destacaba, y fue nombrado como uno de los mejores del estado local. El chico del campo fue a la Universidad de Illinois, pero no se pudo adaptar a esa vida y volvió a la granja tras solamente cinco semanas.

Luego Sloan lo intentó de nuevo en Evansville, una universidad más pequeña, más cercana a casa y con un equipo de segunda división de la NCAA. Allí Jerry reafirmó sus dotes y lideró al equipo a dos títulos de segunda división. Por eso, a pesar de mantenerse muy lejos de las grandes luces, la NBA lo descubrió y Baltimore Bullets lo escogió con la cuarta selección del Draft de 1964. Nuevamente muy lejos de casa, a Sloan le costó: era suplente y apenas promedió 5,7 puntos y 3,9 rebotes por partido.

A los 24 años, la solución volvía a estar acercándose a la familia. En 1966 se creó una franquicia de la NBA en Chicago: era el tercer intento de hacer algo allí. El nombre elegido fue Bulls, y al plantel lo armaron con el típico Draft de expansión en el que se escogen jugadores que son dejados "sin protección" por las otras franquicias. Los Bulls se llevaron a dos jugadores de cada uno de los nueve equipos que habían en la liga entonces. En total fueron 18. Ninguno tuvo tanto impacto como Jerry Sloan, el joven muchacho local rescatado de Baltimore. 

Por eso Sloan fue el "Bull Original". El primer ídolo de los fanáticos. En su primer año allí fue All-Star, promediando 17,1 puntos, 9,1 rebotes y 2,1 asistencias y llevando a los Bulls a un récord de 33-48 y a los Playoffs, siendo el único equipo de expansión en clasificarse a la postemporada en su primera campaña. Una ciudad de trabajadores industriales como Chicago amaba a un Sloan que dejaba todo y más dentro de la cancha y era un obsesionado por el juego como lo sería otra gran leyenda de la franquicia después.

Johnny Kerr, entrenador de los Bulls en ese primer año, lo ejemplificó de forma ideal en una anécdota: "Jerry era un muchacho diferente. A mi me encantaba ir a tomar algo con los jugadores luego del partido, nos quedábamos horas contando historias. Pero a Jerry no le gustaba salir. Eramos compañeros de habitación en los hoteles y cuando yo volvía tarde a la noche encontraba la habitación con la luz apagada y a Jerry sentado en una esquina con un cigarrillo. Y entonces él comenzaba: "Red, estuve pensando sobre una jugada del tercer cuarto". La mentalidad de entrenador ya lo acompañaba.

Sloan se retiró de la actividad como jugador a los 33 años, en medio de la temporada 1975-1976, debido a una seria lesión de rodilla. Antes había clasificado a Chicago a Playoffs en ocho ocasiones, llegando dos veces a las Finales del Oeste (1974 y 1975). Los promedios estadísticos de su carrera fueron de 14,7 puntos, 7,7 rebotes, 2,6 asistencias y 2,2 robos y la pareja de media cancha que formaba con otro defensor excelso como Norm Van Lier todavía es recordada. Sloan no ganó ningún título en Chicago, pero el número 4 del "Bull Original" cuelga en el techo del United Center, junto al 10 de Bob Love, el 23 de Michael Jordan y el 33 de Scottie Pippen. Con mucho esfuerzo se lo había ganado.

Un emblema en el banco

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Con un retiro forzado por una lesión, para Sloan era casi mandatorio el camino de sentarse en el banco y seguir ligado al juego desde allí. Primero asumió como entrenador del equipo de Evansville, pero renunció a los cinco días. 

En la temporada 1977-1978 regresó a los Bulls como asistente de Ed Badger y en la 1979-1980 pasó, con 37 años, al puesto de entrenador principal. Su segunda campaña fue un éxito, devolviendo al equipo a los Playoffs con un récord de 45-37 y ganando una serie de postemporada, pero para enero de 1982 lo echaron tras un mal comienzo de 19-32. 

Al año volvió a encontrar trabajo, finalmente mudándose bastante lejos pero en la que sería su nueva casa: Utah Jazz. Jerry primero trabajó ahí como scout, en 1985 se sumó al banco como asistente de Frank Layden, que era el entrenador del equipo desde 1982. Así presenció desde adentro la construcción de la dupla John Stockton-Karl Malone, hasta que en diciembre del 88 Layden se cansó de ser entrenador y asumió como presidente de la franquicia. Su lugar sería para Sloan. Por lo que dicen, Jerry no tenía ni idea hasta el momento en el que le informaron que de pronto era el nuevo entrenador del Jazz. Su segunda chance. Una que duraría un poco más que la de Chicago, bastante más. 

Sloan fue el entrenador de Utah desde diciembre de 1988 hasta febrero de 2011: más de 22 años, lo suficiente para ver a la NBA cambiar y para convertirse en una verdadera leyenda. No ganó ningún título, pero su continuidad nunca estuvo realmente en duda. De hecho en 2011 había renovado contrato para la temporada 2011-2012, pero tres días después renunció, en medio de lo que se reportó como un conflicto con la estrella del equipo, Deron Williams, que semanas después sería traspasado a New Jersey Nets.

En esos 23 años, Sloan había realizado un trabajo excepcional: dirigió 1.809 partidos de fase regular y ganó 1.127, un 62,3% de efectividad. ¿Faltar a Playoffs? Algo que pasó muy poco: apenas en las temporadas 2003-2004, 2004-2005 y 2005-2006, la reconstrucción entre las eras Stockton-Malone y Williams-Boozer. ¿Tener un récord negativo? Mucho menos: solamente en la campaña 2004-2005 (26-56) su Utah perdió más partidos de los que ganó.

Que sí, que nunca fue campeón. Pero llegó a dos Finales de la NBA y cuatro Finales del Oeste con una franquicia de una ciudad pequeña, que no había llegado a esas instancias antes de Sloan ni lo hizo después de su partida. Y varias veces cayó ante equipos legendarios, como los Chicago Bulls de Michael Jordan, los Houston Rockets de Hakeem Olajuwon o Los Angeles Lakers de Kobe Bryant. 

Su temperamento como jugador se mantenía como entrenador: en dos ocasiones fue suspendido por empujar a un árbitro, en 1993 y 2003. Otra gloria de los bancos como Phil Jackson lo reconoció: "(Sloan) era obstinado, tenés que ser así como director técnico. Pero tenía su sistema y era un sistema efectivo. No es fácil tener un equipo en Utah. Los agentes libres no están tentados de ir allí. Y aún así pudieron tener un gran récord como locales, jugando un básquetbol admirable. Por eso todos los entrenadores de la liga teníamos admiración por él." 

Injustamente, Sloan nunca ganó el premio al mejor entrenador de la temporada. Ni siquiera cuando en la 2003-2004, post partida de Stockton y Malone, los focos de su juego durante 15 años, se las arregló para ganar 42 partidos con un equipo que jugaba con Andrei Kirilenko (22 años), Matt Harpring (27 años), Carlos Arroyo (24 años), Greg Ostertag (30 años), DeShawn Stevenson (22 años), Jarron Collins (25 años) y Raúl López (23 años). No demasiado talento y mucha menos experiencia (algo que no iba mucho con un veterano como Sloan al que no le gustaba usar jóvenes), pero igualmente un récord ganador. El entrenador les daba un plus gigante. "Debió haber sido nombrado el entrenador del siglo", dijo sobre eso Kevin O'Connor, general manager de Utah Jazz entonces.

Su sistema nunca lo cambió: el pick and roll era esencial. En una NBA llena de individualismo en los 90 y 2000, sea con guardias jugando uno contra uno o pivotes que iban siempre al poste, Utah pregonaba el movimiento de balón alrededor de la dupla de Stockton y Malone. Uno terminó siendo el máximo asistidor de la historia, el otro el segundo máximo anotador. En los 23 años de Sloan como DT de Utah, sus Jazz terminaron en el top 3 de equipos con más asistencias en 15 ocasiones. Solamente una vez no estuvieron entre los siete primeros: fue en esa campaña de la 2003-2004. El ataque de la mayoría de los equipos NBA de hoy en día se parece bastante al que pregonaba Sloan hace dos y tres décadas. Un adelantado a su tiempo. 

Solamente Gregg Popovich en San Antonio (está desde el año 1996) pasó más tiempo al mando de un mismo equipo que Sloan en Utah. El propio Pop lo ha mencionado como un ejemplo a seguir para él: "Una de las personas a las que siempre tuve como un mentor a la distancia fue Jerry Sloan. Él hizo lo mismo durante un largo tiempo. Todos sabíamos lo que iba a hacer, pero aún así no lo podíamos parar. Tenemos una filosofía muy parecida", dijo el actual entrenador de la Selección de Estados Unidos en 2017. 

Sloan es un mito. Por eso en el 2014, poco después de que Jerry se retire, Utah puso junto a las camisetas retiradas un banner con el número 1.223, el total de partidos que ganó como entrenador entre fase regular y Playoffs. Ese día Barack Obama, por entonces presidente de Estados Unidos de América, le dedico una carta a Sloan en reconocimiento de su trayectoria, sin olvidar su parte de fanático de los Bulls: "Felicitaciones por tu remarcable carrera como entrenador. Utah te reconoce justificadamente por los estándares de excelencia que marcaste con el Cartero y Stockton. Pero nosotros, los fanáticos de los Bulls, todavía te queremos por tu sacrificio y ética de trabajo".

Antes, en el 2009, había ingresado al Salón de la Fama del Básquetbol junto a John Stockton, David Robinson y Michael Jordan. Con 1.221 victorias en fase regular, Sloan es el cuarto entrenador más ganador de la historia de la liga y posee un porcentaje de victorias de 60,3%, superior al de Don Nelson y Lenny Wilkens, el 1 y 2 del ranking. Cualquier elogio es totalmente merecido. 

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.