La 2019-2020 terminó siendo la temporada con menos partidos jugados en la carrera NBA de José Juan Barea (29) y la segunda con menos minutos en cancha (450 totales), apenas por detrás de su año de novato allá por la 2006-2007. El boricua rara vez formó parte de la rotación de Rick Carlisle y cuando vio la cancha fue básicamente por dos situaciones: alguna lesión que lo llevó a ocupar un hueco o partidos definidos en los que el entrenador colocaba al fondo del banco.
A su vez, el panorama no luce demasiado alentador de cara a las chances de Barea en los Dallas Mavericks para la próxima campaña. Si tenemos en cuenta que Luka Doncic, Delon Wright, Jalen Brunson y Seth Curry tienen contrato garantizado para la 2020-2021, todo indica que el escenario de ese torneo sería muy similar para el puertorriqueño.
Por eso, más allá de que ha pasado 11 de sus 14 años NBA en la franquicia y que juega allí desde el 2014 (en el medio, un paso de tres temporadas por Minnesota), no sorprende demasiado que Barea esté buscando otros horizontes, ahora que ya es oficialmente Agente Libre.
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¿Nuevo destino?
En recientes declaraciones con el diario El Nuevo Día de su país, así lo dejó en claro el oriundo de Mayaguez. "Fue frustrante", dijo en relación a este certamen. "Fue frustrante no poder ayudar en la cancha. Está fuera de mi control. Mi trabajo era estar listo y ellos toman la decisiones".
"Todavía quiero jugar al baloncesto; siento que todavía puedo jugar", sostuvo con respecto a su futuro inmediato. "No sé exactamente dónde. Si va a ser en Dallas, sé que ellos lo quieren es ir moviéndome para entrenador. Si quiero jugar al baloncesto, me tengo que ir para otro lado".
"Por ahora quiero jugar en la NBA. No he pensado mucho en otras opciones. Las van a haber, pero para mí estoy acostumbrado a esta vida y a la NBA", agregó. "España siempre es una opción. Fue mi plan B antes de llegar a la NBA. Eso fue hace muchos años".
Por último, Barea también reflexionó sobre la importancia de lo vivido en estos meses en Disney desde un punto de vista histórico. "Nunca se le va a olvidar a nadie. Esto es para la historia; algo increíble. Estuvimos encerrados dos meses juntos, sin la familia, con muchas cosas envueltas. Hicimos un buen trabajo, dimos ejemplo. Es algo que nunca se nos va a olvidar".
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.