Juan Toscano-Anderson, disfrutando de cumplir el sueño en Golden State Warriors y aspirando a más

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Juan Toscano-Anderson

A unas semanas de cumplir 28 años, Juan Toscano-Anderson está disfrutando del sueño de su vida, pero no se conforma con eso. "Jugué en otros países y está bien, pero nada es mejor que jugar en la NBA. Nada. Aquí es donde quiero jugar. Esto es donde quiero estar y me despierto cada día sintiendo que debo ponerme a prueba a mi mismo. Cada día. Aún no hice nada", le contó a Marc Spears en un gran perfil sobre él publicado en The Undefeated.  El jugador mexicoamericano pasó un largo camino para llegar a donde está y sabe que no tiene nada para regalar mientras la perseverancia lo tiene en constante ascenso en su carrera profesional, en la que ahora representa a Golden State Warriors y lo hace bien dentro y fuera de la pista.

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"Todavía no estoy cómodo para nada. Todavía siento que mi espalda está contra la pared. Todavía no hice nada en esta liga, nada. Y quizá otras personas te dicen que lo conseguiste en la NBA, o que anotaste 14 puntos en un partido. Que parece que perteneces. Okey, quizá estoy mostrando que pertenezco, puede que pertenezca. Quiero hacer algo para establecerme. Quiero tener longevidad en esta liga", afirmó el representante de México que vive una realidad peculiar en la liga. Tiene un contrato de dos vías, el de menor dinero y estabilidad posible, sin ningún tipo de garantías. Pero a su vez fue titular en los últimos cuatro partidos del equipo de California, repartiéndose minutos con Stephen Curry, Draymond Green y Andrew Wiggins.

La perseverancia se nota en la carrera de Toscano y bien podría ser el título de su biografia.

Juan Toscano-Anderson

Juan empezó en el básquetbol en la Stonehurst Elementary School de la ciudad de Oakland, su ciudad, siendo presentado al deporte por su maestra Wilhelmina, la esposa de alguien que justamente es una leyenda de los Warriors: Al Attles (jugó en la franquicia desde 1960 a 1971 anotando 6.328 puntos y está en el Salón de la Fama de la NBA). Luego llegó su primera conexión con Golden State Warriors, participando de forma gratuita del campus de básquetbol infantil de la organización. Soñando con vestir la camiseta que defendía por ejemplo Jason Richardson, en unos Warriors que a inicios de los 2000 no vivían sus mejores momentos deportivos.

Toscano-Anderson fue creciendo, se transformó en una estrella local de high school en Castro Valley High School y llegó a la Universidad de Marquette, la misma en la que habían brillado Dwyane Wade y Jimmy Butler, cambiando el clima de California de toda su vida por el frío invierno de Wisconsin. Jugó ahí cuatro años, pero no logró tener la relevancia de esas estrellas NBA. "Ni siquiera miré el Draft. Nada. No había interés. Honestamente, el básquetbol estaba terminado para mí", contó el mexicoamericano.

Pero no estaba terminado. Aparecieron sus participaciones con los 12 Guerreros, siendo importante desde el día uno. Se transformó en una figura de la LNBP, donde se consagró campeón y MVP. Y pasó por otros clubes de buen nivel en Venezuela y Argentina. Su sacrificio y capacidad atlética lo hacían destacarse en el mundo del básquetbol latinoamericano. Pero por más bien que estuviese eso, tener al básquetbol como su profesión jugando a un nivel alto, su sueño estaba más arriba. Era pertenecer en la NBA, y mejor si lo hacía con la camiseta de los Warriors. Lo mismo que hoy lo enorgullece.

"Miré mi teléfono, fuí a la página de los Warriors y reaccioné como ´wow, realmente estoy en los Warriors´. Ellos realmente están publicando videos de mi preparación previa al partido. Es fantástico", le contó a The Undefeated. "En mi familia son súper fanáticos y realmente aprecio eso. Me da la humildad de vivir siempre en el momento. No tomo nada de esto por garantizado. Es divertido como suceden estas cosas. A veces parece que simplemente es algo que tenía que suceder. Siempre recuerdo que me llevó muchísimo a mi llegar hasta aquí. Hubieron muchos momentos en los que realmente quise arrojar la toalla".

Pero la toalla nunca cayó. Juan arriesgó todo cuando ya era una estrella consolidada en la liga de México para ganarse un lugar en Santa Cruz Warriors, el equipo de G League de la franquicia. Estuvo en una prueba abierta con otros treinta jugadores, buscando una plaza en la pretemporada de la G League. En esa prueba Juan se destacó por toda su entrega sobre la duela y se ganó el lugar en Santa Cruz, pero con apenas 2.000 dólares por mes. Bastante menos dinero del que podría ganar en otro lugar.

"A ese punto de mi carrera (2018) mi prioridad ya era ganar dinero. No estaba tratando de tener una regresión financieramente. Pero mi novia me empujó. Me dijo que lo intente, que luego veríamos que pasaba con el dinero", cuenta Toscano. "Ella me dio más fe para seguir mi sueño".

De ahí en adelante todo sucedió rápido. Un primer año en la G-League, la invitación a la pretemporada de Golden State Warriors, el primer corte a pesar de los elogios de Steve Kerr, la llegada a la NBA en febrero del 2020 en un contexto que lo favoreció, con un equipo repleto de lesiones que estaba lejos de ser el finalista de meses antes, un nuevo corte en diciembre de este año, cuando se jugaba un lugar en la franquicia para la temporada 2020-2021, la oportunidad dos días después con un contrato de dos vías y el salto a la titularidad, nuevamente ganándose con sudor su oportunidad ante unas lesiones que le dieron un hueco. El esfuerzo no lo negocia.

Juan Toscano-Anderson

"Cada día es realmente una bendición. Solía entrenarme en un gimnasio en México que no tenía un aro de medidas oficiales. Ahora tengo lo mejor de todo. Comida, alojamiento, instalaciones, recursos. Vamos hombre, no se puede vencer a esto", explica Toscano con el valor que le da a las cosas alguien que conoce como es la vida fuera de la mejor liga del mundo.

En esta liga él ya disputó 25 partidos al 11 de febrero de 2021, 12 de ellos como titular. Está promediando 7,5 puntos, 7,5 rebotes y 2,8 asistencias en 28,6 minutos por encuentro en sus seis partidos de titular de esta campaña, con un 58% en tiros de campo y un 50% en triples. Números que en México recuerdan a las mejores etapas de Eduardo Nájera o Gustavo Ayón.

Aunque nació al norte de la frontera, Juan lleva la bandera mexicana bien arriba y representa sus raíces tanto como también las de su ciudad de Oakland, en la que vivió ser latino y ser negro. Su abuelo inmigró de Michoacán a la ciudad de California viviendo en la calle 95 en el este de Oakland, de donde se explica su uso del número 95, el más alto que alguien haya utilizado en los Warriors. Su cultura es la mexicana y también la afroamericana, con la familia de su padrastro siendo de Louisiana.

"Creciendo, me metí en esas culturas muy confortablemente. Y eso fue único para mi. Pude vivir la experiencia de múltiples tipos de estilos de vida porque son tan diferentes, las tradiciones, las maneras, las ideologías, las dinámicas familiares son diferentes. Pienso que fue realmente cool haber tenido diferentes tipos de perspectivas en mi vida", relata hoy.

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Ahora Juan no olvida todo eso, y por algo fue enaltecido con el premio de la G League a la Asistencia a la Comunidad por su "constante compromiso para impactar positivamente la vida de niños y familias durante la temporada 2019-2020".

Toscano participó en múltiples eventos de Read to Achieve y Math Warriors en escuelas locales, habló con más de 300 estudiantes en Santa Cruz sobre la importancia de la educación, se dirigió a más de 2.000 personas en español en el Festival de Cine Día De Los Muertos en Watsonville, apoyó a Digital Nest, una organización local sin fines de lucro enfocada en empoderar a los profesionales latinos, y también organizó diversos eventos comunitarios por su cuenta a lo largo de la temporada 2019-2020, sea en Santa Cruz, Monterrey u Oakland, donde fue el protagonista de marchas para combatir la opresión, la brutalidad policial y la injusticia social.

Y aunque por su condición de biracial algunos piensen que Toscano no es lo suficentemente mexicano o lo suficientemente negro, no le importa y si quiere ser un ejemplo para los niños de su condición.

Siempre quise hablar públicamente sobre ser mitad negro y mitad mexicano, pero luego me encontraba a mi mismo diciendo que no puedo discutir con los medios, con la gente, etc. Y entonces digo eso porque mucha gente intenta descartar mi negritud porque la NBA está impulsando mucho mi herencia mexicana. Eso es todo lo que ven y se olvidan de que soy mitad negro. Pero, por otro lado, hay muchos mexicanos en México que dicen que no soy mexicano", expresa.

"Recibo esto de ambos lados, así que honestamente, si pudiera le diría a los niños que sean ellos mismos. Eso es lo mejor que pueden hacer. Y sé que suena tan cliché, pero la gente te amará, la gente te odiará y debes ser tú mismo. Es un mundo loco ahí fuera. Estás aquí para pasar un buen rato, no mucho tiempo. Sé tú mismo".

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.