Era un partido trascendental para ambos equipos. Boston Celtics recibía a Indiana Pacers en lo que, al día de hoy, será uno de los mejores match-ups de los playoffs de la Conferencia Este. Entonces, en el TD Garden se ponía en juego algo trascendental: la localía y la ventaja de jugar más en casa. Por eso se gritó tanto la bandeja de Kyrie Irving a falta de medio segundo para el final: con la victoria, los Celtics le arrebataron el cuarto lugar en la tabla de posiciones y pegaron primero antes de la postemporada.
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Irving finalizó con 30 puntos (20 en la segunda mitad), cinco asistencias y tres robos, mientras que su gran ayuda vino de los dos hombres grandes de la pintura: Al Horford (19 puntos y siete rebotes) y Aron Baynes (13 unidades y 13 tableros). Con el triunfo, los Celtics lideran a los Pacers 2-1 en la temporada regular y se extiende la racha negativa de Indiana fuera de casa: ya son 10 derrotas consecutivas.
Baynes is making an impact in this one. pic.twitter.com/eRirWLKMva
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Bojan Bogdanovic volvió a tener un gran partido con 27 puntos y fue una pieza clave para que su equipo tuviera la chance de anotar el tiro ganador a falta de 16 segundos del final, pero Darren Collison falló el tiro de medio rango y el final fue todo verde.
"Ellos son un equipo muy físico y duro", había declarado Brad Stevens antes del duelo. Boston necesitaba esta victoria como agua en el desierto, ya que en los últimos diez partidos no han logrado tener récord negativo (habían perdido cuatro seguidos).