Sabemos que defender a Luka Doncic es una tarea titánica, en la que aún si se hace todo como corresponde, el esloveno aún así puede encontrar alguna definición mágica para superar a la defensa. Sin embargo, dentro de esa enorme dificultad que representa el base de Dallas, hay propuestas y propuestas. Y sobre todo, ejecuciones y ejecuciones.
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Los Clippers abrieron el Partido 1 de su serie ante Doncic y los Mavs con una marcación tradicional ante el ataque de pick and roll de ex Real Madrid: vimos acciones en las que el pivote retrocedía en la cortina para proteger la pintura y otras en las que generaban un cambio, en el que el grande angelino quedaba emparejado con Luka. Enfrentando esas coberturas, Doncic tuvo una primera mitad dominante, terminando con 21 puntos y un 8-14 de cancha, incluyendo un poco sostenible 3-6 en triples. Y fue allí donde el pánico pareció apoderarse de Tyronn Lue y su cuerpo técnico.
Sea porque siempre estuvo en el plan de juego o como reacción a lo que estaba haciendo Doncic en el uno contra uno, los Clippers cambiaron su defensa del pick and roll en la segunda mitad, recurriendo a otro clásico de los Playoffs: el atrape. Una doble marca exagerada y constante sobre Luka ante cada cortina. Casi sin excepciones durante todo el segundo tiempo. ¿El objetivo? Sacarle la pelota de las manos y que las decisiones en Dallas las tomen los complementos.
Algo que si recuerdan, fue lo mismo que intentaron hacer los Clippers ante Denver en los últimos Playoffs (en ese caso doble marcando el poste bajo), cuando entendieron que no podían frenar individualmente a Nikola Jokic. Bueno, los resultados esta noche fueron muy parecidos a los de aquella serie: un fracaso claro de la estrategia, que acabó con la victoria de los Mavs por 113-103.
Sí, Luka bajó lógicamente su producción en la segunda mitad: 10 puntos, 3-10 de cancha. Pero la decisión de Lue le facilitó todos los caminos a los Mavericks, quienes no tardaron en resolver lo que los Clippers proponían en el campo propio.
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Vale decirlo: durante varios minutos, los atrapes funcionaron. Los mismos parecieron sacar de ritmo a todo Dallas, llevando a tiros forzados o ofensivas trabadas. Los Clippers lograban que Doncic se desprenda de la bola y sus compañeros no aprovechaban ese 4 vs 3 restante.
De todas maneras, había varios motivos por el cual a la larga era difícil imaginar que la estrategia diera buenos resultados. Uno es que Dallas, a diferencia por ejemplo de Golden State y los atrapes ante Curry, tiene buenos anotadores y jugadores ofensivos para sacar ventajas con ese hombre de más. Otro es el propio blanco de los atrapes: Luka Doncic no es un jugador susceptible a los mismos, porque combina tres cuestiones claves como capacidad de pase, altura e inteligencia en la toma de decisiones. Hay estrellas de la liga que pueden sentirse incómodos si no son capaces de terminar los ataques por su cuenta. Pero no jugadores como Doncic o Jokic, quienes normalmente van a hacer la jugada correcta en esas situaciones.
El otro grave problema que tuvo Clippers fue lo temprano que recurrieron a esa defensa. La misma puede funcionar gracias a su factor sorpresa en determinados momentos, pero si la utilizás durante 24 minutos de juego, tarde o temprano el rival va a encontrar la manera de descifrarla y romperla fácilmente. Y efectivamente eso fue lo que sucedió con Doncic y Dallas.
Esta jugada marcó un quiebre. Restando 6 minutos en el último cuarto, Luka todavía no había podido explotar al máximo esos atrapes y aún los estaba sufriendo. Como aquí, donde la descarga para Powell no es buena y termina en balón perdido y una contra rival.
Desde allí, la historia dio un giro de 180 grados.
Visiblemente frustrado ante esa pérdida, Doncic no falló ninguna descarga más por el resto del partido. Y no solo eso, sino que además sus compañeros respondieron e hicieron que ese 4 vs 3 se volviera una pesadilla para los angelinos.
La seguidilla arrancó con esta asistencia básica para la definición de Porzingis.
Siguió con este pase de lado a lado para el triple de Finney-Smith.
Luego apareció esta habilitación para que Hardaway Jr. ataque el espacio abierto y consiga una bandeja clave.
Y finalmente, culminó con esta acción en la que Porzingis volvió a encontrar un tiro franco sobre el aro.
¿Defender a Doncic en el uno contra uno es un peligro? Seguro. Pero marcar con un hombre de menos durante toda una mitad luce todavía menos promisorio. Especialmente si tenemos en cuenta que los Clippers tienen en su plantel a grandes defensores perimetrales como Kawhi Leonard o Paul George, por no mencionar a otros sólidos como Pat Beverley, Nicolas Batum, Rajon Rondo, Marcus Morris... en fin, opciones no les faltan como para al menos intentar complicar al esloveno.
En su lugar, optaron por el pánico. Y ni Doncic ni Dallas los perdonaron.
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