La maldición de Oklahoma City Thunder: no ganan una eliminatoria de Playoffs desde el adiós de Kevin Durant

Paul George, Westbrook y Schröder

Es complicado robarle el foco a Damian Lillard. Su triple ya es historia en mayúsculas de los Playoffs de la NBA. Pero también conviene no quitar la mirada de las consecuencias que esa maravilla en forma de lanzamiento deja y una de esas apunta al equipo perdedor. El Thunder se va de vacaciones de la manera más amarga y dolorosa imaginable. Tras tirar por la borda una ventaja de 15 puntos en el ecuador del último cuarto. Tras quedarse sobre la bocina sin la opción de disputar una prórroga con la que poder salvar el primer matchball para seguir jugándose la vida ante su afición. Lo tenían tan cerca, pero...

Pero una genialidad de Lillard lo evitó. El base de los Blazers ha sido una pesadilla para OKC durante toda la eliminatoria. 33 puntos, más de 5 triples, 6 asistencias, 4,4 rebotes y 2,4 robos por noche le convierten en el nuevo vilano de Oklahoma. Como antes lo fueron Donovan Mitchell y sus Jazz o los Rockets de James Harden. La realidad es muy cruda para un equipo que, a principios de esta década que ahora se agota, parecía predestinado a marcar una época. En 2012 disputaron las Finales, las primeras desde que la franquicia dejó Seattle. Desde entonces, el balance son seis presencias en los Playoffs en siete temporadas y dos finales de Conferencia disputadas. Una fase que no pisan desde que en 2016 pusieran contra las cuerdas a los Warriors.

La decisión de Kevin Durant

Kevin Durant as a member of the Oklahoma City Thunder vs. the Toronto Raptors in 2014

Hace tres años, el equipo que acababa de establecer el mejor récord (73 victorias y 9 derrotas) de la historia en temporada regular, se vio contra las cuerdas. Oklahoma City había conseguido un 3-1 que no supo gestionar. Golden State se llevó los tres últimos cotejos para coronarse en el Oeste. Semanas después, Kevin Durant tomó la decisión que más ha marcado la NBA en este trienio. Optó por no renovar con el Thunder para irse a los Warriors. A falta de lo que nos depare este 2019, la maniobra ha resultado perfecta para sus intereses personales. Dos anillos y dos MVP de las Finales. No así para el equipo que, cuando aún respondía al nombre de SuperSonics, lo eligió en el número 2 del Draft 2007.

Desde que KD se convirtiese en el enemigo público número uno de Oklahoma, el Thunder ha sido eliminados durante tres años consecutivos a la primera de cambio de la postemporada con un balance de cuatro triunfos por doce derrotas. Después de un año (lógico) de transición en el que Russell Westbrook se echó el equipo a la espalda y fue nombrado MVP, los movimientos emprendidos por Sam Presti en los despachos no han dado sus frutos. El batacazo de la pasada temporada con el Big Three formado por Paul George, Carmelo Anthony y Russ dio paso a la salida de Melo el pasado verano. En un traspaso a tres bandas, en su lugar llegó Dennis Schröder. Aunque partiendo desde el banquillo, el base alemán no ha sido un mero reserva de Westbrook. Tras un inicio dubitativo, el equipo hizo clic a comienzos del presente 2019. Durante prácticamente dos meses, los de Billy Donovan ofrecieron un rendimiento tan bueno como la imagen que mostraban. PG13 dio un paso frente que no sólo le situó junto a Giannis Antetokounmpo y James Harden (otro ex de los Thunder que ahora brilla en otra franquicia) en las quinielas por el MVP, sino que hizo que su equipo llegase a percibirse como la gran alternativa a los Warriors en el Oeste.

Los Thunder en Playoffs desde la marcha de Kevin Durant:

  • Temporada 2016-17: eliminados en la primera ronda por los Rockets (4-1)
  • Temporada 2017-18: eliminados en la primera ronda por los Jazz (4-1)
  • Temporada 2018-19: eliminados en la primera ronda por los Blazers (4-1)

Una montaña rusa

The OKC Thunder are heavily reliant on their All-Stars Russell Westbrook and Paul George.

Todo cambió tras el parate por el All-Star de Charlotte. Apenas tres partidos transcurridos, George se lastimó el hombro derecho. Poco después, se lesionó la misma articulación, pero del lado izquierdo. No paró, pero el equipo notó las molestias. De pelear, como mínimo, por el factor cancha a verse involucrado en una pelea con los Clippers, Spurs y Jazz para repartirse las posiciones del quinto al octavo. La ligera mejora del mes de abril, aunque maquillaje tal y como era se ha visto, permitió a OKC evitar a los Warriors... y a los Rockets. Llegaban a los Playoffs por el lado bueno del Oeste.

Pero los dos primeros partidos de la serie ante Portland, un equipo que perdió poco antes a su pívot titular (Jusuf Nurkic estaba completando la temporada de su vida), evidenciaron las carencias de un equipo sin un tiro exterior fiable que sometió su ataque a las rachas de Westbrook y a la clase de George. Secundarios como Steven Adams o Jerami Grant tuvieron picos de gran forma, pero tampoco han acabado revirtiendo la tendencia o aportando una solución extra. Pero el verdadero drama del Thunder en esta eliminatoria ha estado atrás. Incapaces de contener al superhéroe Lillard, no sólo McCollum ha hecho daño, también Kanter, Harkless y Aminu han promediado doble dígitos en anotación. En resumen, Portland ha legado a los 100 puntos en todos los partidos de la serie. Así es muy difícil.

Westbrook, el termómetro de OKC

Russell Westbrook

La remontada sellada par los Blazers en el último cuarto evidencia, además, un mal endémico para el Thunder: su incapacidad para cerrar partidos apretados. Otra gestión caótica en la que Westbrook se jugó la última posesión del equipo. Con un tiempo muerto disponible, la jugada siguiente a la bandeja de Lillard que ponía el 115-115 en el marcador desembocó en un aclarado del base que Aminu defendió a la perfección. Una penetración forzada que pasó por el aro y que puede abrir otro debate: ¿por qué no se jugó George ese último balón cuando este curso los datos lo favorecen?

El siguiente comentario de Westbrook que recoge la ESPN es más significativo de lo que pueda parecer. "Hay diferentes aspectos en mi juego que han cambiado. Mi forma de jugar ha cambiado, pero lo que nunca ha cambiado es mi manera de acercarme a él", aclara Russ. Unas palabras que definen la filosofía deportiva de la franquicia estos últimos años. Para lo bueno y para lo malo, Russell Westbrook.

Estructuralmente, el margen de maniobra es estrecho con más de 147 millones de dólares comprometidos en salarios para la próxima temporada. Salvo giro radical (salidas de Westbrook, George o Adams, más de 86 millones entre los tres la próxima campaña), la flexibilidad es muy limitada. Lo que convierte a Billy Donovan en el eslabón más débil de un proyecto que queda muy tocado con esta temprana eliminación. Desde el adiós de Kevin Durant, los Thunder están malditos. Llega el momento de reflexionar. 

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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