Dentro de un Draft 2020 con mucha más incertidumbre que de costumbre, LaMelo Ball era uno de los proyectos que dividía aguas entre quienes lo veían como el mejor jugador de su clase y merecedor del primer pick, a otros que pensaban que sus problemas defensivos y de toma de decisiones podían jugarle seriamente en contra en su transición a la NBA. Hoy, 26 partidos parecen ser suficientes para darle la derecha al primero de esos grupos, con un Ball que está siendo el mejor novato de la campaña y dando muestras de un talento extraordinario y absolutamente singular.
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El oriundo de Anaheim promedia 14,3 puntos, 6,1 asistencias, 5,8 rebotes y 1,4 robos en 26,9 minutos, teniendo además sólidos porcentajes de eficacia: 44% de campo, 36% en triples y 79% en tiros libres. Su aporte está siendo clave para que Charlotte se meta de lleno en la discusión por entrar a los Playoffs en el Este, aún cuando la decisión del entrenador James Borrego ha sido la de llevar a Ball de a poco y desde la segunda unidad, priorizando a Devonte' Graham y Terry Rozier como iniciales.
En todo este escenario no hay que olvidar un dato clave: LaMelo tiene apenas 19 años y no cumplirá los 20 años hasta agosto.
Tener una producción semejante todavía en su adolescencia, es algo que prácticamente no se ha visto en la historia de la NBA, con dos excepciones: Luka Doncic y LeBron James son los únicos que promediaron al menos 13 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias en una campaña, todavía como teenagers (antes de los 20). Vaya compañía para Ball, quien no debería tener problemas para mantener esas cifras o incluso potenciarlas, uniéndose a un club súper exclusivo para prodigios.
LaMelo is starting to look real comfortable. Career-high 34 tonight. (via @NBADraft) pic.twitter.com/sMKNqSWk4d
— SLAM (@SLAMonline) February 6, 2021
En principio, la diferencia entre lo hecho por LeBron y Luka con respecto a Ball pasa por la anotación. Doncic promedió 21,2 puntos, 7,8 rebotes y 6 asistencias a los 19 años, mientras que James se quedó en 20,9 tantos, 5,9 asistencias y 5,5 rebotes. LaMelo está cerca de ambos en cuanto a rebotes y asistencias, pero bastante por debajo (13,8) en cuanto a su promedio anotador. Sin embargo, hay una diferencia clave en el caso del actual jugador de los Hornets: está jugando muchos menos minutos que Luka y LeBron, lo cual obviamente tiene su impacto en los promedios generales. Hablamos de 26,9 minutos para Ball, comparado con los 32,2 de Doncic y los 39,5 de James.
Es por eso que cuando comparamos a los tres mediante estadísticas por minuto, nos encontramos que la distancia es mucho menos considerable y las producciones alcanzan valores que justifican la comparación.
| Jugador | Puntos | Rebotes | Asistencias |
|---|---|---|---|
| LaMelo Ball | 19,2 | 7,7 | 8,2 |
| Luka Doncic | 23,7 | 8,7 | 6,7 |
| LeBron James | 19,1 | 5,4 | 5,0 |
Es cierto que en el caso de Ball llevamos recién un tercio de temporada y que las estadísticas están lejos de contar una historia con un 100% de acierto, pero al menos desde lo numérico, LaMelo está cerca o incluso por encima de lo hecho por estas dos súperestrellas. Con un dato más: también está siendo más eficaz con sus lanzamientos, registrando mejores porcentajes de campo, en triples y en tiros libres.
| Jugador | FG% | 3% | FT% |
|---|---|---|---|
| LaMelo Ball | 43,8% | 35,9% | 79,1% |
| Luka Doncic | 42,7% | 32,7% | 71,3% |
| LeBron James | 41,7% | 29,0% | 75,4% |
Lo interesante del caso es que las últimas semanas nos están permitiendo dejar de lado la teoría y ver en la práctica lo que sucede cuando Ball tiene más minutos. El base ha titularizado seis partidos consecutivos (los primeros de su carrera) debido a bajas de Rozier y Graham y su respuesta en ellos no pudo ser mejor: 21,7 puntos, 5,3 rebotes, 6,3 asistencias (solo 2,8 pérdidas), un 45% de campo, un 49% en triples y un 89% en tiros libres a lo largo de 33,3 minutos. Imposible pedirle más a un rookie de 19 años, que ni siquiera pasó por la NCAA.
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Está claro que desde su aparición como Charlotte Bobcats (hoy Hornets), la franquicia no ha tenido jamás un jugador del potencial de LaMelo Ball. No un All-Star como supo ser Kemba Walker, sino una figura realmente capaz de transformar el futuro del equipo y meterlo de lleno en la conversación central de la liga. Una figura capaz de no solo llenar estadios (cuando vuelvan los fans) con seguidores propios, sino también con neutrales interesados en ver en acción a un base eléctrico y con una capacidad de inventiva pocas veces vista.
Ball es un mago con el balón en las manos y aunque solo el tiempo dirá si el devenir de su carrera lo coloca realmente entre los mejores exponentes de su era, lo cierto es que todas las señales de esta temporada apuntan a eso. No solo por lo que dicen los números, sino por seguir ese camino de bases de más de 2 metros, capaces de impactar el juego en casi todas las áreas, sea con su anotación, visión o dominio de los tableros. Una versatilidad que calza a la perfección en el básquet sin posiciones que se busca en la actualidad.
Las dudas se han esfumado: los Charlotte Hornets tienen en sus manos al mejor proyecto de la Clase 2020 y a un talento que promete cambiar por mucho tiempo el curso de una franquicia que hasta esta temporada, se encontraba a la sombra de 
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