Sobre el papel, LaMelo Ball apuntaba a ser uno de los nombres a tener en cuenta en la NBA del futuro. Su combinación de altura, rapidez, control de balón y visión de juego ofrecían la mezcla perfecta para ocupar la posición de manejador en la actualidad, así como una personalidad que lo hacía ser muy diferente al resto de jóvenes de su camada. Los primeros pasos del pequeño de los Ball en la liga vinieron acompañados de un revuelo mediático que desplazó lo que era ya una evidencia, pues el californiano tenía unas aptitudes innatas para el básquet e interpretaba todo aquello que sucedía en la cancha de un modo que solo unos pocos pueden.
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Como una supernova del juego, LaMelo ha desplegado en el brevísimo tiempo que lleva en la competición un nivel de lectura a altura de los más grandes, conectando con todos sus compañeros del modo adecuado y encontrándolos en la situación más favorable en función de lo que la defensa ofrezca. Siempre se habla de jugadores que consiguen anotar cuándo y cómo quieren (James Harden) o bien de aquellos que lo logran a pesar de la defensa (Kevin Durant), pero no se suele poner el mismo énfasis a la hora de hablar de los creadores de juego y pasadores que logran descifrar el planteamiento del rival para encontrar la línea de pase adecuada que haga el ataque exitoso. Ball pertenece a este último grupo.
El jugador de 20 años interpreta el juego en llegada como si pudiese anticipar cada uno de los movimientos de los 9 jugadores que lo acompañan sobre el parqué, previendo cómo se va a desarrollar la transición como si el guión ya estuviese escrito. No obstante, su pericia en la media cancha no está en un escalón inferior, de hecho con la defensa establecida LaMelo es incluso más determinante, un aspecto que hace de él un base moderno, adaptado a su tiempo y circunstancias, el cual está evolucionando a pasos agigantados conforme avanza en su carrera.
Dale un bloqueo directo y LaMelo Ball dominará el mundo. El base de los Hornets está comenzando a dominar todos los aspectos y variables que intervienen en esta secuencia, controlando ángulos, velocidades, cambios de ritmo y leyendo perfectamente cómo la defensa interviene, lo que puede terminar haciendo de él una figura única en toda la NBA. Ejemplo de ello fue la exhibición del californiano ante los Washington Wizards, donde lideró para poner fin a la racha de 5 victorias que llevaban los de DC al vencer por 97-87. Una auténtica exhibición en el pase que lo llevó a finalizar con su máximo de carrera en asistencias con un total de 14, añadiendo 11 puntos, 6 rebotes y 2 robos.
De esas 14 asistencias destaca un aspecto en particular, pues 4 de ellas llegaron a través de una secuencia o jugada en concreto, la cual ejecutó ya desde la primera posesión que tuvo opción.
Esta jugada tiene el nombre de Spain Pick&Roll, una acción de bloqueo directo en la que acaban interviniendo tres jugadores de manera directa: el manejador, el bloqueador de balón y un tercero que coloca otra pantalla al defensor del bloqueador primario. En resumidas cuentas, esta secuencia se fundamenta en el hecho de bloquear al bloqueador (pick the picker) y a lo largo del último lustro ha ido ganando más y más popularidad entre los entrenadores por las posibilidades que abre a nivel ofensivo. El Spain Pick&Roll resulta tan efectivo en la actualidad por el hecho de liberar tanto al hombre que continua al aro pues castiga a las defensas muy centradas en el manejador, así como generar una línea de pase en triple con el segundo bloqueador.
La dificultad de esta jugada es considerablemente alta y la mayor parte de la responsabilidad para que se ejecute del modo adecuado recae sobre el jugador con balón. Controlar la velocidad de ejecución para no verse afectado por la condensación de defensores en la zona es crucial, por ello modular el ritmo y el espacio del que este sale tras el bloqueo inicial es la base sobre la que se sustenta la acción.
Que James Borrego haya aplicado esta secuencia tiene muchísimo sentido teniendo en cuenta el plantel de los Hornets, con interiores que pueden jugar por encima del aro (Bridges) y buenos lanzadores en movimiento (Rozier, McDaniels). Además, el hecho de contar con un Ball cuya visión lateral es de las mejores de toda la liga por cómo añade presión a la defensa al estar siempre pendiente de involucrar a un tercer o cuarto jugador en la acción de bloqueo directo lo convierte en la amenaza definitiva.
LaMelo hizo muchísimo daño a los Wizards a través de esta disposición, aprovechándose de las normas de bloqueo directo de los capitalinos. Los de Wes Unseld Jr centraron sus normas defensivas en pasar por arriba al manejador mientras el defensor del continuador se alineaba con el balón con el objetivo de contener y proteger la zona, lo que técnicamente se conoce como flat. El problema para Washington es que su plan los condenaba a sufrir considerablemente si intervenía un tercer jugador en acciones de Spain Pick&Roll, ya que el segundo bloqueador abriría un camino libre al continuador para finalizar sin problema en el aro:
Pero claro, esto es la NBA, y los Wizards vienen siendo uno de los mejores equipos defensivos de este curso y, por supuesto, ajustaron su plan para evitar verse castigados en exceso. Ahí es donde entra en juego la evolución y maduración de Ball como director de juego. Washington comenzó a estar alerta para anticiparse a estas acciones, aumentando la comunicación en cancha y subiendo la línea de defensa con respecto al bloqueo, pero de poco sirve cuando LaMelo lee tan bien el juego:
Sobre el ajuste de los rivales Borrego jugó sus cartas y más adelante le dio un giro a la acción haciendo que el tercer jugador involucrado realizase un bloqueo fantasma (slip) para generar todavía más caos en sus rivales al no existir técnicamente una pantalla.
La actuación de LaMelo Ball ante Washington y el modo que supo resolver este tipo de acciones, sobre todo después de que los Wizards comenzasen a ser mucho más agresivos y estar más pendientes del manejador y no tanto del continuador, evidencian una progresión altísima del número 3 del Draft de 2020. En total, los Hornets realizaron en 9 ocasiones esta jugada con el californiano como manejador, logrando anotar en 4 de ellas, todas con Ball como pasador y fuente de la creación de esos puntos.
Dos de esos errores fueron causa de Ball, que no definió bien cerca del aro, algo que sí ha ocurrido en otras ocasiones a lo largo de la temporada. Sin ir más lejos en el último encuentro contra los Warriors:
"Impacta el juego de muchas maneras. Puede anotar, tuvo un récord personal en asistencias. La otra noche 17 rebotes. Encuentra formas de impactar para ganar", destacó James Borrego tras la victoria. "E incluso cuando sus tiros no entran, se mantiene firme. Defendió genial, sumó rebotes y movió la bola. Así que creo que estos son dos ejemplos de su impacto en la victoria. Algunas veces como reboteador, otras se dedica a pasar y compartir el balón o bien anotando. Hace lo que sea necesario y por eso es un jugador tan especial".
El encuentro contra los Wizards es una muestra de que LaMelo se está convirtiendo en base de pura elite en su toma de decisiones y ejecución, aunque todavía tiene que encontrar tanto la regularidad como desarrollar una mejor relación con el aro cuando es el momento de anotar. En lo que llevamos de curso, el base de los Hornets está produciendo 0,84 puntos por posesión en acciones de bloqueo directo (percentil 53), un número mejorable para el noveno jugador que más acciones acumula de toda la NBA.
El Spain Pick&Roll puede acabar haciendo a LaMelo Ball un virtuoso de la misma por el conjunto de cualidades que posee y el control que demuestra tener acerca de todo lo que sucede alrededor suyo. El base ya es uno de los que más puntos generan con sus asistencias y tan solo hace justo un año que fue elegido en el Draft.
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