LeBron James y Anthony Davis reflejaron lo complicado del encuentro ante Atlanta Hawks: "No podés darle tantas opciones a un equipo joven"

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Ya van 7 victorias seguidas, 14 fuera de casa y récord de 9-1 en los últimos 10 encuentros. Los Angeles Lakers es el mejor equipo de la Conferencia Oeste y se mantiene empatado con Milwaukee Bucks por el liderato de la NBA. Así quedaron después de su victoria por 101-96 sobre los Atlanta Hawks.

LeBron James dio un auténtico espectáculo en la primera mitad y terminó el partido con 32 puntos, 13 rebotes, 7 asistencias, 3 tapones, 1 robo y un 12-21 en el lanzamiento. Todo esto en 37 minutos en los que se disfrutó de una gran versión de James, cerca de cumplir los 35 años a finales de diciembre.

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A pesar de la victoria, fue más complicada de lo previsto. Los Lakers perdieron 22 veces la pelota, su peor cifra de la temporada, y apenas convirtieron 5-31 en triples (16%). Cifras muy pobres.

"No podíamos regalar el último cuarto esta noche y estábamos lanzando la pelota fuera", manifestó LeBron tras el partido. "Contra un equipo joven no podés hacer eso, les das demasiadas oportunidades. Siendo resistentes y confiando en nuestra defensa, supimos que podíamos detenerlos en momentos críticos y solo tratamos de ejecutar en el otro lado".

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También hubo espacio para el humor en la victoria angelina. En una acción temprana del partido, Rajon Rondo dirigía un contraataque secundado por LeBron. Cuando todos visualizaban el alley-oop, Rondo realizó una finta de pase para finalizar él mismo. ¿Qué hizo LeBron? Merece la pena verlo

"Me la pegó con el pase falso, así que la devolví con el tapón falso", decía un sonriente James. Se respira felicidad en el ambiente de Lakerland, con todavía margen de mejora sin Kyle Kuzma (tobillo izquierdo) y una consistencia ofensiva en determinados aspectos que falta conseguir.

Anthony Davis jugó con molestias en el tobillo derecho, lo que no le impidió seguir hasta el final y poner un tapón clave a Trae Young. Sin estar al 100%, uno de los claros candidatos a Defensor del Año terminó con 27 puntos, 13 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones en 36 minutos.

"Solo quería poder terminar el partido", dijo Davis. "Me lo torcí un poco (el tobillo), pero solo estaba tratando de jugar el resto del encuentro y obtener una victoria. Ya después lo atendería al terminar". Quedó muy clara su mentalidad competitiva.

En la próxima semana, los Lakers se enfrentan a Indiana Pacers y, especialmente, a los Milwaukee Bucks, en un partido que podría definir quién manda en la clasificación de la NBA.

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