A priori desprovistos de una cabeza de su hidra, Los Angeles Lakers afrontan en la noche del martes una batalla clave. Los Phoenix Suns, con el coraje en alza tras la victoria del Juego 4, buscarán dejar a los campeones a un partido de la eliminación (21.00 de México, 23.00 de Argentina, NBA League Pass y ESPN). La voluntad de los oro y púrpura descansa sobre los hombros de LeBron James.
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La bestia de Lerna es una de las más recordadas de la mitología griega y, según las leyendas, constaba de siete cabezas. Este despiadado monstruo acuático protegía la entrada al inframundo bajo las aguas del lago de Lerna, una región en la costa oriental del Peloponeso. El temor que despertaba ante el enemigo era feroz e hizo falta del hijo de Zeus, Hércules, para su derrota. Si bien la hidra angelina no dispone de siete fauces, las dos que tiene son las más temibles de los campos de la liga. Siempre que la salud los respete. Y en esta ocasión, no se lo permite.
De jugar, Anthony Davis lo hará muy tocado. La información de Shams Charania apunta en la dirección contraria: se quedaría fuera del quinto partido pensando en jugar el siguiente. Esto aumenta la carga sobre LeBron, el mito inmortal del juego actual. Con 36 años y una temporada marcada por sus problemas de tobillos, ¿en qué estado se encuentra el Rey? Y lo que es más importante, ¿cuánto necesitarán los Lakers que juegue para mantenerse en la contienda?
La estadística es clara y contundente: los Lakers no supieron solucionar el principal problema de la 2019-2020. Terminaron en el podio, pero necesitaban mejoras. La primera y evidente pasaba por disminuir la dependencia ofensiva sobre James. Los angelinos tuvieron enormes problemas para funcionar cuando el 23 descansaba, incluso aunque AD estuviera en cancha. De momento, la muestra es horrible en estos Playoffs:
- Ataque de Lakers con LeBron: 114,4 puntos por 100 posesiones
- Ataque de Lakers sin LeBron: 75,3 puntos por 100 posesiones
"En términos de minutos, vamos a hacer lo que sea necesario para ganar este partido", dijo Frank Vogel, el entrenador, en la previa. “Esa es la forma más sencilla de decirlo. Si (LeBron) juega 48 minutos, no estará fresco en el momento decisivo, donde lo necesitamos fresco es en el momento decisivo. Así que lo gestionaremos en consecuencia y haremos todo lo posible para ganar este partido".
Dennis Schroder, finalista al Sexto Hombre del Año 2020, es titular en unos Lakers que agradecerían el formato que los hizo campeones: James, de base titular; y el alemán, con todas las responsabilidades desde el banco. Hasta la fecha usar a ambos juntos no ha ofrecido los mejores resultados. Y Montrezl Harrell, Sexto Hombre del Año 2020, la única pieza con puntos garantizados en la segunda unidad, se ha caído de la rotación cuando los Lakers son el 13º ataque en cuanto a eficiencia en Playoffs (13º de 16).
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Hasta el 2021 LeBron ha demostrado ser el Heracles de la NBA. El físico privilegiado es solo la primera capa del héroe. Liderazgo y jerarquía, inteligencia y dominio. Sus hombros han soportado cargas que otros humanos soñarían con sujetar, pero ¿estamos viendo la misma versión que acostumbramos? Hay algo que se le achaca a James en estos partidos ante Phoenix: falta de agresividad buscando el aro.
Sus promedios en la serie son de 21,8 puntos, 8,5 asistencias, 7,3 rebotes y 49,3% en tiro en 37,6 minutos. Se extraña mayor anotación, sobre todo cuando al atacar la pintura ha impuesto su tamaño ante los cuerpos jóvenes de los Suns. Sin embargo, la estadística nos muestra que, efectivamente, está más alejado que nunca del aro.
James lanza el 30,4% de sus tiros en la zona inmediata al aro con un acierto magnífico del 85,7%. Por el contrario, el 40,6% de sus tiros son triples, acertando un escaso 32,1%, Si comparamos con las cifras de los Playoffs 2020, en los que resultó campeón y MVP de las Finales, LeBron acumulaba el 39,3% de sus tiros en el aro (78,7% de acierto) y el triple representaba el 31,2% (37% de acierto), que ya era la marca más elevada de su carrera en postemporada.
Reparto de tiros de LeBron en Playoffs
Hasta la fecha, los Playoffs 2021 son la edición de LeBron con menos tiros cerca del aro y más triples con peor acierto. Sí, su porcentaje en los lanzamientos cerca del canasto es magnífico. De hecho, ese 85,7% es el registro más elevado de toda su carrera, pero está directamente relacionado con los pocos intentos que ejecuta en la zona pintada. Estamos viendo a un James que tiende en exceso a los tiros exteriores.
Tampoco es casualidad que el equipo que ha ganado la batalla de puntos en la pintura ha resultado vencedor de cada duelo. En el Juego 1, victoria de Phoenix, los Suns ganaron 44-36; en el Juego 2, el 1-1 de Lakers, fue 42-40 a su favor; paliza en las zonas en el Juego 3 con el 58-38 de Lakers; y en el reciente Juego 4 tuvimos 44-36 para Phoenix. Todo esto, con LeBron a medio gas. ¿Por consecuencia física o autoregulación?
Fue el propio James el que dijo tras su recuperación de tobillo a final de temporada regular que no podría regresar jamás a su 100%. Para muchos fue una alarma lanzada al aire, con más de acto dramático que de realidad. Sin embargo, esta muestra inicial -y reducida- de los Playoffs 2021 de LeBron es poco ilusionante. Dicho sea esto, basta dudar de su agresividad atacando el aro, incluso con los datos en la mano, para que su próximo partido sea una actuación colosal para someter a Phoenix.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.