Cuando Solomon Hill cayó sobre la pierna derecha de LeBron James en el Lakers-Hawks de este domingo, se temió lo peor. Las repeticiones eran contundentes, con todo el peso del jugador de Atlanta doblando el punto de apoyo del astro de Los Angeles, quien quedó lógicamente en el piso retorciéndose de dolor. Una imagen fuerte de ver en cualquier jugador, pero directamente impactante cuando se trata del mejor del mundo.
LeBron James is waiting for MRI results to reveal the extent of his ankle injury after colliding with Solomon Hill pic.twitter.com/N4PzrDXa8q
— John Casey (@JohnCasey2880) March 20, 2021
Afortunadamente para James, la caída de Hill terminó concentrándose en el tobillo y no afectó por ejemplo la rodilla del alero, siempre un peligro mucho más considerable en estos casos. LeBron intentó seguir pero tuvo que abandonar el campo rápidamente y su equipo confirmó que ya no volvería a cancha. ¿El reporte inicial? Un esguince. Aunque claro, había que esperar a la resonancia magnética. Y esta no trajo buenas noticias.
Algunas horas después de finalizado el partido, se comprobó que la lesión de James se trataba de un esguince alto en el tobillo derecho. Complicación bastante más severa que la de un esguince común, al involucrar ligamentos entre la tibia y el peroné y no entre la tibia y el calcáneo, como en lesiones más leves de este tipo.
El esguince alto es básicamente el peor escenario posible para esa zona, con la excepción obviamente de una fractura, que fue descartada en el caso de James. Los reportes hablan de que el de Akron estará afuera de las canchas por tiempo indeterminado y aunque hay una gran variabilidad en el tiempo de recuperación de este tipo de lesiones, todo apunta a que LeBron se perderá varias semanas de una campaña que empezaba a ponerlo entre los favoritos al MVP.
A diferencia del mucho más frecuente esguince de tobillo, no hay tantos antecedentes recientes de esguince alto. De hecho se trata del primero del que hay registro en esta 2020-2021. Sin embargo, retrociendo un tiempo podemos encontrar un historial que nos ayudará a dimensionar lo que este escenario puede significar para James y los Lakers.
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En la temporada pasada encontramos a dos jugadores que sufrieron dicha lesión. El primero de ellos fue Landry Shamet, por entonces en los Clippers, quien fue baja entre el 11 de noviembre y el 14 de diciembre de 2019. Es decir, casi cinco semanas. El otro fue Wendell Carter Jr. de los Chicago Bulls y en su caso la recuperación fue bastante más complicada: afuera entre el 6 de enero y el 29 de febrero. Casi ocho semanas.
La 2018-2019 nos dejó otro ejemplo de esguince alto, en el caso de Omari Spellman, entonces novato de los Atlanta Hawks. Lo sufrió el 1 de marzo del 2019 y no volvió por el resto de la Fase Regular, la cual terminó el 10 de abril. Más de 5 semanas, como mínimo, aunque tranquilamente podría haberle tomado más tiempo regresar. No lo sabemos porque la temporada finalizó para su equipo antes de que esto ocurra.
Más atrás en el tiempo, en octubre del 2018, encontramos la lesión de JaMychal Green en los Memphis Grizzlies. La sufrió en el primer partido de esa campaña, disputado el 18 de octubre y volvería antes del mes cumplido: 15 de noviembre. Unas cuatro semanas afuera.
Fuera de todo parámetro aparece lo de Klay Thompson en las Finales de esa 2017-2018 ante Cleveland. El escolta sufrió una lesión muy similar a la de LeBron, cuando JR Smith cayó sobre su pierna izquierda, generándole un esguince alto de tobillo en el Juego 1 de dicha definición entre Warriors y Cavs.
¿Cuántos partidos se perdió Klay? ¡Ninguno! Increíblemente salió a la cancha en el Juego 2 y no se perdería ninguno de los encuentros de esa serie en la que Golden State aplastó a Cleveland. Pero a tomarlo entre pinzas: tranquilamente la lesión de Thompson pudo ser mucho más leve que la de LeBron y además al tratarse de unas Finales, se tomaron riesgos que los Lakers seguramente no correrán en la Fase Regular. Y menos con un jugador de 36 años y casi 115 kilos.
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De acuerdo a Jeff Stotts de In Street Clothes, sitio de análisis de lesiones, un esguince alto de tobillo lleva a los jugadores a perderse un promedio de 10 partidos. Aunque claro, al tratarse de un calendario más apretado en la 2020-2021, esa cifra seguramente subirá.
Con la excepción de Thompson, todos los ejemplos recientes van entre las 4 y las 8 semanas de recuperación. Lo cual en este caso en particular puede marginar a LeBron hasta las últimas semanas de la Fase Regular o directamente dejarlo afuera hasta los Playoffs (arrancan aproximadamente en 8 semanas). Panorama complicado para unos Lakers que también tienen a Anthony Davis inactivo y que si se descuidan, pueden terminar perdiendo demasiado terreno en un Oeste que no perdona las malas rachas.
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