El juego interior de Los Angeles Lakers, ¿su punto más débil rumbo a la temporada 2021-2022?

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Estaba claro que con el estrepitoso fracaso que supuso la temporada 2020-2021 para Los Angeles Lakers, la offseason iba a ser bastante movida, pero pocos podían aventurar que a pocas semanas del inicio de los entrenamientos tan solo LeBron James, Anthony Davis y Talen Horton-Tucker serían los únicos miembros que comenzasen el curso respecto al año anterior. Después de las salidas de figuras como Montrezl Harrell o Kyle Kuzma, entre otros, le llegó el turno a Marc Gasol, quien puso rumbo a Memphis Grizzlies, ahorrando unos 10 millones en impuestos a la franquicia angelina y facilitando el encaje de DeAndre Jordan.

Este canje supone el último movimiento para apuntalar el plantel que deberá luchar por alzarse con el 18º campeonato para los Lakers y hacer olvidar lo ocurrido el curso anterior. Para acometerlo, Rob Pelinka ha armado un plantel con algunos de los nombres más destacados de la última década, sumando a Carmelo Anthony, Russell Westbrook, Dwight Howard, Rajon Rondo y el mencionado Jordan. Sobre el papel son firmes aspirantes al título, pero será necesario ver cómo encajan las piezas sobre el parqué y si realmente tienen lo necesario para conseguir su meta.

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La principal duda estará en el juego interior, pues tras la salida de Gasol los Lakers han perdido a su interior más eficiente en defensa (104,2), el pivote que mejor se entendía con Anthony Davis (+11,1) y LeBron James (+11,0), así como uno de los jugadores que más puntos producía en asistencias (5,2). 

En definitiva, Pelinka está buscando rodear a sus dos principales estrellas de interiores que puedan rendir en roles concretos y, sobre todo, ejecutores. Es decir, que no tengan apenas el balón en sus manos como podía suceder con Harrell o Gasol, retornando al básquet vertical que tan bien les funcionó en 2020. 

Los Playoffs de 2021 evidenciaron la necesidad de contar con un pivote clásico que desempeñase funciones básicas para posibilitar que los exteriores estuvieran en condiciones de rendir al máximo, como bien reflejaron figuras como Deandre Ayton, Ivica Zubac, Brook Lopez o Clint Capela. Es por ello que los Lakers han buscado reformular nuevamente su juego interior, ¿será suficiente para levantar otra vez el trofeo de campeón?

Más Anthony Davis como pivote

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Las decisiones tomadas por los angelinos van a requerir en última instancia que Anthony Davis vuelva a desempeñar un rol en el que tradicionalmente no ha estado del todo cómodo como es el de único pivote. La mejor versión de Davis sí que es cierto que ha sucedido cuando él ha sido la única referencia en la pintura, pudiendo tener un mejor espaciado para atacar al aro desde el poste o bien sacando a su emparejamiento (normalmente más lento) fuera de la zona para atacar de fuera adentro.

No obstante, esto tiene también una contra, la cual no es menor tratándose de AD, pues el hecho de asumir un mayor minutaje como pivote único lo desgastará considerablemente en lo físico, algo que tras lo ocurrido en la pasada campaña no debe tomarse a la ligera. Davis es propenso a las lesiones, especialmente musculares, y nunca ha disputado más de 68 partidos en una temporada, así que Frank Vogel deberá minimizar al máximo las incursiones del nativo de Chicago como único centro en cancha. 

Lo más lógico sería pensar que esta disposición con AD al 5 sucedería principalmente en los Playoffs, donde realmente deben rendir los angelinos, pero como quedó claro en la 2020-2021, la Fase Regular tiene mucha importancia, por lo que sumar la mayor cantidad de triunfos será vital para tener un camino cómodo a las Finales. La alineación más usada en la 2019-2020 con Davis como pivote tuvo apenas un +5,4 de net rating en temporada regular, mientras que en Playoffs tuvo un -7,2. Vogel deberá encontrar el equilibrio y mejorar el encaje respecto a la experiencia anterior.

Howard, un veterano de garantías

Howard, Lakers

Los mejores años de Dwight Howard hace tiempo que pasaron, ya no es el ancla defensiva que era hace una década o el determinante físico que dominó la Conferencia Este. Los años pasan y pesan, pero Superman parece haber sabido reconvertirse en el interior adecuado para todo equipo de Playoffs que se precie. A punto de cumplir 36 años, el pivote vuelve para una tercera etapa en los Lakers tras un agridulce final en los 76ers, donde excedió las expectativas pero no pudo ayudar a conseguir el objetivo. 

Todavía no está claro quién acompañará a Davis en el quinteto titular, si lo hará Howard, Jordan o bien se apostará por un formato más abierto con Anthony como ala pivote. En el caso concreto de Dwight, este ya sabe lo que significa compartir cancha con AD y LeBron, por lo que podría ser la mejor solución al corto plazo. Durante la temporada 2019-2020, el nativo de Georgia firmó un máximo de carrera en porcentaje de acierto en tiros de campo con un 72,9% de efectividad, un registro muy positivo y que fue consecuencia de un rol hecho a su medida. En defensa su único trabajo era proteger el aro para rebotear y permitir que el equipo corriera, mientras que en ataque solo debía colocar pantallas, ejecutar alley-oops y cargar el ofensivo. 

Pese a esta experiencia tan positiva, la apuesta por Howard tiene sus contras. Y es que como vimos en los 76ers, cuanto más aumenta su importancia en el plantel menor es su rendimiento y más termina condicionando al equipo. Aumentó su uso ofensivo y sus porcentajes bajaron al 58,7%, tornándose del todo inconsistente en algunos tramos del año donde no parecía encajar en la segunda unidad de Philly. 

El mayor aporte del pivote deberá venir en temporada regular, donde con el tiempo podría reconvertirse en 5 suplente, pero en el corto plazo Vogel podría verse obligado a recurrir más a Howard de lo necesario. 

La incógnita Jordan

DeAndre Jordan and Dwight Howard are set to link up with the Los Angeles Lakers

DeAndre Jordan parecía ser el único elemento discordante en unos Brooklyn Nets repletos de talento. La llegada de James Harden dejó al veterano interior un tanto fuera de lugar por el cambio en el estilo de juego que experimentó el conjunto de Steve Nash. Este fue perdiendo peso en la rotación hasta el punto de jugar 15 de los últimos 27 partidos y no aparecer siquiera en los Playoffs por primera vez en toda su carrera. Ante esta situación, el veterano ha emprendido la marcha a Los Ángeles donde todo parece apuntar a que su rol será mayor. 

Al igual que Howard, Jordan está a años luz de su mejor forma, tanto física como técnica, y apenas ha aportado en las últimas 3 campañas a sus respectivos equipos pese a tener tan solo 32 años. Pese a su claro declive, este todavía puede seguir siendo productivo si se le da el encaje adecuado, lo cual significaría un sistema de juego en el que el bloqueo directo tuviese un gran peso así como las transiciones, dos aspectos que vienen siendo claves en la era Vogel. 

Aunque los Nets estuvieron muy lejos de ser un gran equipo defensivo el curso anterior, DeAndre Jordan sí que tuvo un impacto positivo para el grupo en ese sentido, logrando el tercer mejor registro en Defensive Box Plus Minus (+0,7) y siendo el segundo que más Defensive Win Shares acumuló (1,5). "Siento que me dieron ese respeto como jugador veterano para poder entender que quería poder competir", dijo el pivote en su presentación. "Soy un competidor. Todos estamos en esta liga y queremos poder estar ahí fuera y competir "

La idea con respecto a Jordan parece apuntar a que desempeñe un rol de veterano en el equipo mientras sigue aportando en cancha, lo que podría suponer una distribución de minutos en el 5 con Howard alrededor de los 18 cada uno, dejando 12 a Davis como principal referencia interior.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.