El "Sophomore slump", el duro reto a superar por Luka Doncic en la temporada 2019-2020 de la NBA

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Luka Doncic

La llegada a la NBA suele ser relativamente fácil en términos de explosión y atención mediática. Todos quieren ver a la última perla joven que ha saltado a la escena. Sin embargo, en el segundo año todo puede desvanecerse, los focos, la imprevisibilidad de la que se disponía, el impacto... La temporada "sophomore" marca una división en la carrera de un jugador NBA, es lo que define su capacidad de evolución y su consistencia. Los cuerpos técnicos rivales estudian durante todo el receso cómo detener al endiablado jovencito, cómo paliar su impacto y eso acaba quedando reflejado normalmente en los dos primeros meses de competición.

Luka Doncic, a sus 20 años, encara su segunda temporada en la NBA y en Dallas Mavericks después de haberse coronado casi sin oposición como el mejor debutante de la competición en la 2018-2019. Luka fue una irrupción sin precedentes en los últimos años, una máquina de generar highlights y conseguir triples-dobles. No hay discusión al respecto, el esloveno fue el mejor novato y le espera un futuro brillante, pero antes de todo ello tiene que superar una segunda campaña clave, donde tiene el objetivo de conducir a unos poco competitivos Mavs a puestos de Playoffs. El conjunto texano entendió rápidamente las posibilidades que podían llegar a tener con Doncic al mando de la nave y movieron fichas: Kristaps Porzingis, Tim Hardaway Jr, Courtney Lee, Boban Marjanovic y Seth Curry. Un grupo compacto de secundarios y veteranos que aspira a dar un golpe encima de la mesa y acompañar a Doncic en su explosión como estrella de la NBA.

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El esloveno apenas rozó el conocido "Rookie Wall" en su paso por la temporada 2018-2019, si acaso sus bajones de rendimiento vinieron más por un tema físico y relacionado con la fatiga que con una adaptación o no a la NBA. La expresión "Sophomore Slump" refiere a todos aquellos jugadores de segundo año que ven cómo sus registros estadísticos y rendimiento decrecen sustancialmente después de cuajar un primer año magnífico. Durante los últimos años hemos sido testigos de cómo esos jóvenes que dieron la sorpresa en su debut daban un paso atrás en el mes de octubre y noviembre, como le sucedió a Jayson Tatum (1st All-Rookie en 2018), Yogi Ferrell (2nd All-Rookie en 2017), Willy Hernangómez (1st All-Rookie en 2017) o Trey Burke (1st All-Rookie en 2014). 

En ningún momento de la temporada pasada Luka Doncic dio muestras de sufrir para adaptarse al ritmo competitivo de la liga norteamericana, prácticamente al contrario. Si los tiros no entraban buscaba a sus compañeros, si el marcador era adverso tomaba el balón y trataba de remediarlo. Su constante demostración de madurez es un clavo al que agarrarse así como sus actuaciones durante la pretemporada, en la que promedió 20,5 puntos, 9,5 rebotes, 4,3 asistencias y 1,3 robos.

Así lo hicieron otros en su segundo año

Ben Simmons

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  • Estadísticas año Rookie: 15,8 puntos, 8,1 rebotes, 8,2 asistencias y 54,5% en tiros de campo
  • Estadísticas año Sophomore: 16,9 puntos, 8,8 rebotes, 7,7 asistencias y 56,6% en tiros de campo.

El caso de Ben Simmons constituye quizás una categoría aparte. Si bien su segundo año es ligeramente peor en lo numérico con respecto a su debut, esto tiene diferentes explicaciones. Por un lado, queda fuera de toda discusión que el año rookie del australiano forma parte de la historia de la NBA como uno de los más impresionantes de los que se tiene constancia. Por mencionar un dato, esa línea estadística solo se ha conseguido a lo largo de una única temporada en cuatro otras ocasiones: LeBron James (2017 y 2018), Magic Johnson (1983) y Wilt Chamberlain (1968). La de Simmons fue la única en el año de debut.

El segundo año del base de los Philadelphia 76ers estuvo condicionado por el propio contexto del equipo, que tras alcanzar el mejor resultado en un lustro se puso como objetivo llegar a las Finales. Para ello, rodeó a Embiid y Simmons de un equipo de ensueño que limitó la influencia del mismo en la confección del ataque y el número de balones a los que aspiraba por encuentro, pasando de 95 toques de pelota a 87,1 por encuentro en la pasada campaña. A pesar de esta reducción en la influencia y peso ofensivo, el australiano incrementó sus puntos, rebotes y porcentajes de acierto mientras que las asistencias bajaron ligeramente.

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Malcolm Brogdon

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  • Estadísticas año Rookie: 10,2 puntos, 4,2 asistencias, 1,1 robos y 45,7% en tiros de campo.
  • Estadísticas año Sophomore: 13,0 puntos, 3,2 asistencias, 0,9 robos y 48,5 en tiros de campo.

La camada de rookies de la temporada 2016-2017 fue considerablemente floja: la inconsistencia física de Joel Embiid, la lesión sufrida por Ben Simmons y el periodo de adaptación al que se enfrentó Brandon Ingram dejaron a Malcolm Brogdon como una opción de consenso para el mejor debutante de la competición. El contexto de los Milwaukee Bucks también ayudó a que esto sucediese debido a la explosión definitiva de Giannis Antetokounmpo, que llevó a Jason Kidd a otorgarle el rol de segundo manejador de balón al novato de Virginia, acabando el año siendo el quinto jugador con más minutos del equipo.

Su segundo año no fue más que la confirmación de lo visto anteriormente: un jugador de equipo, que crecía desde atrás, dando solidez a la defensa y manteniendo el plan de partido hasta las últimas consecuencias, como demuestran sus 2,30 asistencias por pérdida en su año sophomore. Brogdon no acumularía los focos que otros se llevaron en su segunda temporada debido a que una lesión en febrero frenó en seco su desarrollo, justo cuando estaba alzando el vuelo.

Karl-Anthony Towns

Karl-Anthony Towns, Draft

  • Estadísticas año Rookie: 18,3 puntos, 10,5 rebotes, 1,7 tapones y 54,2% en tiros de campo.
  • Estadísticas año Sophomore: 25,1 puntos, 12,3 rebotes, 1,3 tapones y 54,2% en tiros de campo.

Karl-Anthony Towns no conoce lo que significa bajar el nivel y su trayectoria individual da buena cuenta de que se trata de un jugador llamado a marcar una época. Más allá del rendimiento de su equipo, el interior de origen dominicano mostró un notable nivel en su llegada a la NBA y después un paso adelante en su segundo año con Tom Thibodeau, quien le entregó las llaves del equipo y configuró el ataque alrededor suyo y de Jimmy Butler.

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Andrew Wiggins

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  • Estadísticas año Rookie: 16,9 puntos, 4,6 rebotes, 2,1 asistencias y 43,7% en tiros de campo.
  • Estadísticas año Sophomore: 20,7 puntos, 3,6 rebotes, 2,0 asistencias y 45,9% en tiros de campo.

Partiendo de la base de que Andrew Wiggins estaba llamado a dominar la NBA un día, todo lo que sucedió después supuso un cambio de planes para los aficionados y la liga. Su capacidad anotadora quedó contrastada desde el primer momento en el que pisó la cancha de los Wolves, su primer año le valió el premio al mejor debutante con un impacto directo por encima del resto de rookies. Sin embargo, Wiggins no mantuvo una línea ascendente en su segunda temporada, aumentando ligeramente sus estadísticas tradicionales pero sin dar el paso adelante que se esperaba en lo colectivo y cognitivo.

Michael Carter-Williams

Michael  Carter-Williams

  • Estadísticas año Rookie: 16,7 puntos, 6,2 rebotes, 6,3 asistencias y 40,5% en tiros de campo.
  • Estadísticas año Sophomore: 14,6 puntos, 5,3 rebotes, 6,7 asistencias y 39,6% en tiros de campo.

La historia de Michael Carter-Williams está atornillada al inicio del Proceso de los 76ers y la ejemplificación de aprovechar un contexto adverso para destacar. El base de Syracuse irrumpió en la liga destronando a los Miami Heat campeones, rozando el cuádruple-doble en su debut (22 puntos, 7 rebotes, 12 asistencias y 9 robos). A partir de ahí, Carter-Williams tomó aire y no dejó de crecer, siendo el mejor Sixer de la temporada 2013-14 y confirmándose como uno de los pilares del proyecto.

Sin embargo, una lesión y posterior operación en su hombro derecho forzó una larga recuperación y frenó en seco su desarrollo individual, afectando al lanzamiento, control y, en general, a su rendimiento en el año sophomore. Su bajón fue notable en el inicio con Philly y se confirmó más tarde en el traspaso a Milwaukee Bucks.

Damian Lillard

Damian Lillard

  • Estadísticas año Rookie: 19,0 puntos, 3,1 rebotes, 6,5 asistencias y 42,9% en tiros de campo.
  • Estadísticas año Sophomore: 20,7 puntos, 3,5 rebotes, 5,6 asistencias y 42,4% en tiros de campo.

El último caso podría acabar siendo el que más similitud guarde con Luka Doncic. La irrupción de Damian Lillard en los Blazers supuso una ráfaga de aire fresco en la franquicia y una sorpresa para el gran público. El desparpajo y recursos que demostró puso en valor la apuesta de Portland, pasando por encima de Anthony Davis, Bradley Beal o Andre Drummond. 

La clave de la trayectoria de Lillard fue su segundo año en la NBA, en donde se confirmó que era un jugador a tener en cuenta y que todavía tenía mucho camino por recorrer. Lillard tuvo una progresión que paulatinamente le hizo superar ese muro, avanzando hacia convertirse en uno de los bases más letales de toda la liga.

¿Cómo lo hará Doncic en su segundo año?

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Nacho Losilla (@Losilla_)

Las temporadas sophomore son más complicadas para aquellos jugadores que brillan como novatos. Esta norma general, al igual que muchas otras, no debe aplicarse a la ligera al talento del esloveno.

Luka Doncic sorprendió a una NBA que no lo conocía y después cargó sobre sus hombros el peso de unos Mavericks limitados tras el traspaso de Kristaps Porzingis. En el tramo final de la temporada tuvo mucho balón y poca ayuda.

Esta segunda temporada Doncic tendrá más ayuda a su alrededor. Ya no solo Porzingis, si no un buen defensor y decente generador como Delon Wright; Seth Curry de apoyo para descargar balón y puntos; y un pívot ofensivo para pocos minutos con el que entenderse muy bien en el 2x2 como Marjanovic.

Además el juego de Luka, uno plagado de recursos individuales de diez y con un uso maravilloso de los pies y las fintas, no tendrá tantos problemas como los que han tenido Jayson Tatum o Donovan Mitchell recientemente como sophomores. Doncic es un jugador mucho más maduro y difícil de limitar. 

Scott Rafferty (@crabdribbles)

Doncic evidenció su potencial de súperestrella la temporada pasada. Más allá de sus promedios de 21,2 puntos, 7,8 rebotes y 6,0 asistencias por noche (números que solo hemos visto de otros cuatro rookies antes), terminó décimo en anotación en el clutch y acumuló varios triples dobles en la recta final, lo que lo ayudó a terminar como el cuarto jugador con más triples-dobles en la liga al final de la temporada.

La clave para Doncic esta temporada será hacerlo de nuevo, solo que de manera más eficiente.

Para un jugador que puede anotar tan bien como él, es sorprendente que haya promediado solo el 32,7 por ciento de sus intentos de 3 puntos y el 71,3 por ciento de sus intentos de tiro libre. Espero que ambas cifras mejoren ahora que está rodeado de mejores compañeros de equipo y parece estar en mejor forma.

Kristaps Porzingis en particular le hará la vida mucho más fácil. Los Pick-and-rolls entre los dos deberían ser casi imparables y tener a alguien que pueda crear su propio tiro le permitirá a Doncic pasar más tiempo fuera del balón. De acuerdo a NBA.com, Doncic promedió un 37,4 por ciento de sus intentos en catch & shoot desde la línea de 3 puntos en comparación con el 31,3 por ciento de sus intentos de 3 puntos desde el drible.

Esos pull-ups de 3 puntos siempre serán una gran parte de su juego, pero si Porzingis puede preparar a Doncic para obtener más triples en esta temporada, sería de gran ayuda para su eficiencia general.

Micah Adams (@MicahAdams13)

Luka Doncic está al borde del estrellato y hay dos áreas distintas que puede mejorar para desarollar todo su potencial.

Su defensa y llegar a la línea de tiros libres.

Ha habido súperestrellas que no son exactamente unos stoppers defensivos. James Harden, Stephen Curry, Damian Lillard ... la lista sigue y sigue y defender a un alto nivel no es un requisito previo para el estrellato. Pero ciertamente ayuda, especialmente cuando se considera que la construcción de Doncic lo pone en línea para defender a personas como LeBron James y Kawhi Leonard. Como novato, Doncic se ubicó fuera del top 60 en su propia posición en Defensive Real Plus Minus, que por supuesto no es el fin del mundo, sino que apunta a un jugador que tiene un espacio significativo para crecer en ese extremo del campo. Si Doncic puede demostrar ser más perjudicial en el lado defensivo, esto comenzará a quitarle razones para que la gente lo considere menos que una estrella.

Donde Doncic es un verdadero diferenciador, por supuesto, es en el otro extremo del campo. Ya es un pasador de alto nivel y uno de los mejores anotadores en el clutch en toda la liga. Lo que ayudará a impulsar a Doncic a las conversaciones de MVP en los próximos años es su capacidad para conseguir puntos fáciles. En su caso, eso es llegar a la línea de tiros libres. Luka mostró signos de mejora el año pasado, promediando ocho intentos de tiros libres por partido después del receso del All-Star, en comparación con los 6,3 anteriores. Aunque aun así ocupó el décimo lugar en la liga en intentos de tiros libres por partido como novato, sus números de descanso posteriores al All-Star habrían sido lo suficientemente buenos para ser el cuarto en la NBA, detrás de James Harden, Joel Embiid y Giannis Antetokounmpo. Si Doncic comienza a llegar a la línea aún más en el año sophomore, el ex Real Madrid podría estar en camino a realizar una monstruosa temporada de segundo año.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Sergio Rabinal Photo

Sergio es productor senior de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.