El efecto Marcus Smart: Boston Celtics y su defensa sobre Goran Dragic

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Marcus Smart fue el único jugador de menos de 2,08 metros elegido para el Quinteto Ideal All-Defense de la 2019-2020 por una muy buena razón. Los años han puesto al perimetral de los Celtics en una posición de privilegio entre los mejores marcadores externos de la competencia y los Playoffs 2020 no están haciendo más que confirmar su vigencia en la vanguardia de ese grupo.

El Juego 3 de las Finales del Este fue un gran ejemplo del impacto que Smart puede tener en un partido. Más allá de haber sido un factor clave en ataque, con 20 puntos en solo 10 disparos al aro, el texano fue protagonista de una de las situaciones que le permitieron a los Celtics descontar en el cruce y evitar caer en el fatal 3-0: la defensa de Goran Dragic.

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Aunque Jimmy Butler y Bam Adebayo son los dos All-Stars del equipo y tienen su rango ganado por lo que realizan en ambos costados del campo, si solamente apuntamos al costado ofensivo, probablemente Miami no cuente con un jugador más importante que Dragic. El esloveno entró al partido de este sábado comandando al Heat en anotación en los Playoffs (22,2), además de aparecer segundo en asistencias (4,6). Dragic es el playmaker más completo del ataque de los de Spoelstra, siendo capaz de dañar desde cualquier sector del campo, además de poder involucrar a sus compañeros una vez que las defensas posan su atención en él. 

Es Dragic quien termina de darle forma a ese potente ataque que presenta Miami y el encargado habitual de destrabarlo cada vez que el mismo sufre alguna avería. Sin él en un buen nivel, la ofensiva del Heat se vuelve extremadamente terrenal. Y eso fue exactamente lo que sucedió este sábado.

En los primeros dos partidos de la serie, la asignación primaria de Smart había sido Duncan Robinson. Un jugador que puede aportar al ataque de Miami con su excelsa mano a larga distancia, pero que está lejos de tener el impacto de Dragic en el andamiaje general del equipo. La sensación era que tener al mejor defensor perimetral de la campaña en un jugador como Robinson, era poco menos que un desperdicio.

Smart

Con el 0-2 forzándolo a realizar ajustes, Brad Stevens optó por romper con esa lógica de cara al Juego 3. Smart comenzó el partido marcando a Dragic, mientras que Kemba Walker fue con Jae Crowder, Jaylen Brown con Duncan Robinson, Jayson Tatum con Jimmy Butler y Daniel Theis con Bam Adebayo. El resultado de ese reordenamiento no pudo ser mejor para Boston.

Smart estuvo emparejado con Dragic en el 28,5% de sus posesiones defensivas. Casi el doble de lo que había sucedido en los primeros dos duelos. Y en ellas, el europeo fue completamente borrado del mapa: 0-2 de campo (ambos triples) y 1 asistencia en 15 ataques que acabaron con ese matchup.

Entre las grandes virtudes que tuvo la defensa de Smart sobre Dragic, la principal pasó por negar la penetración. En los primeros dos partidos, Dragic tomó un promedio de 6 lanzamientos por esa vía por encuentro, anotando 4 de ellos (8-12 en total). Solamente con ese recurso había sacado una media de 9 puntos. ¿Qué pasó en el Juego 3? 0-2 de cancha y solo 2 puntos vía penetración

Con Smart encima suyo, la pintura estuvo completamente clausurada para Dragic...

Sin ese factor de quiebre, todo se hizo muchísimo más sencillo para la defensa de los Celtics, que podría haber permitido bastante menos de 106 puntos, de no ser por un desenlace algo errático. Smart fue físico y agresivo para defender al esloveno, pero a la vez, sin pasarse de los límites permitidos, más allá de una infracción fortuita que acabó con la estrella del Heat en el piso.

Sin su conductor habitual, el carro del Heat no llegó lejos. Porque no solo Smart anuló a Dragic, sino que además en esas posesiones Miami tuvo un rating ofensivo pobrísimo de 66,7 puntos.

Con el éxito que tuvo el ajuste de Stevens en el tercer partido, está claro que seguiremos viendo ese matchup de aquí en adelante, al menos hasta que las circunstancias cambien rotundamente. Con eso en mente, surgen dos preguntas: ¿podrá Dragic encontrar la manera de ser más productivo que en el Juego 3 cuando es marcado por Smart? Y por otro lado, ¿logrará Miami volver a hacer pagar las debilidades defensivas de Kemba Walker, ahora encargado de defender a Crowder?

Y es que en el proceso, Boston no solo encontró una manera de potenciar las fortalezas de Smart, sino también de esconder las de Kemba. En el Juego 1, los jugadores defendidos por Walker anotaron 22 puntos, en el Juego 2 sumaron 23, mientras que en el Juego 3 apenas 5. Una diferencia enorme, posible gracias a los pocos recursos que Crowder posee para hacer pagar a los Celtics su ventaja física frente a Kemba.

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Boston no solo se llevó una victoria fundamental este sábado, sino que también pareció haber encontrado algunas respuestas para los problemas estructurales que le había presentado el Heat hasta ese momento. Aunque así como Stevens acertó con su ajuste, veremos cómo contesta Erik Spoelstra el próximo miércoles en el Juego 4. Dos de los mejores entrenadores de la liga se están viendo las caras frente a frente y seguramente el de Smart no será el último movimiento de ajedrez que veremos en la llave.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.