Este 21 de diciembre, el día límite para las renovaciones de contrato de los jugadores elegidos en el Draft 2017 antes de que den su primer salto a la Agencia Libre, fue un día clave para el futuro de Orlando Magic. Es que la franquicia de Florida acordó las renovaciones de contrato de Markelle Fultz y Jonathan Isaac, dos de sus principales jugadores jóvenes, por tres y cuatro años respectivamente, depositando una confianza muy importante en ellos.
Según Adrian Wojnarowski de ESPN, el acuerdo de Fultz fue de 50 millones por tres años mientras que el de Isaac fue de 80 millones por cuatro años. Dos montos bastante elevados y, en el caso de Isaac, bastante más altos que lo esperado por lo que fueron los últimos años de estos jugadores. Además, de acuerdo a Josh Robbins de The Athletic, el tercer año de contrato de Fultz será de opción de equipo.
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Las cifras impactan, aunque estemos hablando de una liga en la que ya se firman extensiones superiores a los 200 millones de dólares como la de Rudy Gobert. Es que ni Fultz ni Isaac se han afirmado en sus tres temporadas en la NBA como jugadores de impacto: todavía, a los 22 y 23 años, son más que nada la promesa de lo que pueden llegar a ser, por distintas cuestiones que afectaron su contexto.
PRESS RELEASE:@OrlandoMagic sign @MarkelleF and @JJudahIsaac to contract extensions#MagicTogether pic.twitter.com/dbqXLAA2Gk
— Orlando Magic PR (@Magic_PR) December 21, 2020
El potencial está ahí en ambos: son jugadores de una gran capacidad atlética, de muy buen tamaño para su puesto y que ya enseñaron sus virtudes: las de Fultz como un base agresivo capaz de subir el tempo del partido y de lastimar a los rivales al contraataque, como las de Isaac de ser un jugador de nivel alto en defensa. Sin embargo, el mismo físico los ha perjudicado: en tres años ninguno llega a los 140 partidos jugados sobre los 237 de fase regular que disputaron sus equipos.
Fultz, la primera elección del Draft 2017, apenas jugó 14 partidos como novato en Philadelphia 76ers. Su nivel no era para nada bueno y sus problemas con el tiro eran serios (apenas intentó un triple y metió menos de la mitad de sus tiros libres), en teoría generados por una lesión en uno de sus hombros. Al año siguiente jugó 19 partidos, 15 como titular, y no mejoró demasiado. Se le diagnosticó el síndrome del opérculo torácico y fue traspasado a Orlando Magic por Jonathon Simmons, una elección de primera ronda del Draft y una de segunda ronda.
Los de Florida guardaron a Fultz hasta la 2019-2020 y en la última campaña el base mostró una mejora: jugó 72 de 73 partidos, siendo titular en 60 de ellos, y promedió 12,1 puntos, 5,1 asistencias, 3,3 rebotes y 1,2 robos por encuentro, logrando un triple-doble de 21 puntos, 11 rebotes y 10 asistencias frente a Los Angeles Lakers, aunque sigue sin ser un tirador fiable: 26,7% en triples con 1,9 intentos por partido.
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En cuanto a Isaac, pick número 6 de ese Draft, el camino fue más convencional para un novato pero no menos turbulento. Como rookie solamente jugó 27 partidos, promediando 19,9 minutos por encuentro: distintas lesiones, como un esguince de tobillo, ya lo afectaron. Su segunda campaña fue en la que se mostró como un sólido defensor, protector del aro y con mucha movilidad: promedió 9,6 puntos, 5,5 rebotes, 1,3 tapones y 0,8 robos en 26,6 minutos por partido, disputando 75 encuentros.
El torneo pasado, en el que se esperaba una evolución de su parte, lo vio creciendo en ataque (47% de acierto en tiros de campo, y 11,9 puntos por partido) y ser uno de los candidatos iniciales a los quintetos de mejores defensores (2,3 tapones y 1,6 robos), pero este 2020 le presentó varios obstáculos a Isaac: el 1 de enero se lesionó con gravedad en la rodilla izquierda y recién pudo volver a jugar en el reinicio en Disney, donde en su segundo partido se rompió el ligamento anterior cruzado y menisco de la misma rodilla, por lo que no disputará la temporada 2020-2021.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.