Masai Ujiri, sobre el despido de Dwane Casey y el trapsaso de DeMar DeRozan: "Me preguntaba si hacía lo correcto"

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demar derozan masai ujiri

La temporada regular 2017-2018 terminó con los Toronto Raptors celebrando su mejor récord. Un balance de 59 victorias y 23 derrotas que les daba más esperanzas que nunca de derrotar a los Cleveland Cavaliers de LeBron James, el mayor tirano de su historia como franquicia. Y más allá del récord, las sensaciones ofensivas eran las mejores.

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Sin embargo, los Playoffs devolvieron a la realidad al equipo de Canadá. Pese a que Kyrie Irving ya no estaba con los Cavs y el equipo de los Cavs era más débil, recibieron un destructor 4-0 en Segunda Ronda. Masai Ujiri, Presidente de los Raptors, tomó las duras decisiones de despedir a Dwane Casey, entrenador, y traspasar a DeMar DeRozan, ídolo del equipo.

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Casey fue nombrado Entrenador del Año después de haber sido despedido. Los Raps anunciaron su salida el 11 de mayo, mientras que los premios de la temporada se entregaron después de Las Finales que ganaron los Warriors en junio. Recogió el galardón despedido por el equipo con el que lo había ganado.

Por su parte, DeRozan quedó destrozado. El 18 de julio saltaba la noticia del traspaso de Kawhi Leonard a Toronto, que sacrificó a su escolta titular. El natural de Compton acumulaba nueve temporadas con los Raptors, toda su carrera, así como cuatro presentaciones al All-Star y promedios de 19,7 puntos, 4,1 rebotes y 3,1 asistencias. El mazazo fue muy duro, tal y como mostró en redes sociales.

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"No es fácil", contó Ujiri en una entrevista reciente publicada en ESPN. "Si tienes esa parte humana dentro de ti, lo sientes en tu corazón".

El éxito resultó enorme. Masai realizó una apuesta tan arriesgada como valiente. Y le salió muy bien. Leonard en el parquet y Nick Nurse en el banquillo, además del traspaso de Marc Gasol, permitieron a los Raptors alcanzar el siguiente nivel, llegar a Las Finales y vencer a unos mermados Warriors. Pero esa es la cara bonita de la historia.

Casey quedó sin trabajo y firmó por Detroit Pistons, uno de los equipos más decepcionantes esta pasada temporada y cuyo rumbo tras el traspaso de Andre Drummond y con las lesiones de Blake Griffin no parece nada claro. Mientras, DeRozan aguanta en unos Spurs que huelen a reconstrucción desde hace tiempo, pero que parecen resistirse a ella. Tiene opción de jugador para este verano y podría salir, aunque que Toronto gane el anillo después de su salida no benefició su imagen. Ni la suya ni la de Casey, posiblemente las dos figuras que más críticas recibían por las decepciones del conjunto.

"Nunca lo olvidaré, nunca, nunca olvidaré tener que hacer eso con Casey, caminar a su oficina, despertarme esa mañana. Muchas veces quise posponerlo y cambiarlo, o pensar que no estaba haciendo lo correcto. Fue muy difícil, porque Casey es una persona increíble y era genial trabajar con él, DeMar... Yo estaba en un hotel en Kenia y caminé por los alrededores a las 4, 5 de la mañana durante un par de horas, tratando de reunir la fuerza y el coraje suficientes para hacer esta llamada telefónica. Nunca lo olvidaré".

"Con Casey ha mejorado mucho la relación ahora, con su familia y él. Con DeMar todavía hay mucho trabajo por hacer. Pero, por la gracia de Dios, todo mejorará. Tenemos que continuar tomando estas decisiones que son difíciles. Ese es el negocio del baloncesto y esta es la posición en la que estamos".

En Ujiri se nota el peso humano que conllevó aquella dura decisión, pero también la convicción de un líder transparente que sabe dar los pasos que cree necesarios. Una figura muy codiciada entre los ejecutivos de la liga, con rumores de varios equipos detrás suyo una vez finalice su contrato con los Raptors.

"Siempre digo que las dos cosas más difíciles en nuestro mundo, en nuestro negocio, es traspasar a un jugador y cuando un jugador se va en la agencia libre", dice Masai. "Y es difícil en ambos casos. Cuando se traspasa a un jugador, es difícil en el lado del jugador, y cuando un jugador se va, como nosotros con Leonard el verano pasado, es difícil para el equipo. He experimentado todo eso".

Esta temporada 2019-2020, pese a la salida de Kawhi, Toronto ha mantenido un nivel realmente impresionante. Jugadores como Pascal Siakam o Fred VanVleet han dado un paso al frente y Ujiri mira directamente a Nurse, al que describe como "una mente increíble". Razón no le falta, aunque si está ahí es en buena parte porque él le ofreció la oportunidad. Es un negocio complicado, más humano de lo que pueda parecer desde fuera, en el que hay que tomar decisiones difíciles.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Agustín Aboy Photo

Agustín es productor de contenidos para Sporting News.