Hasta hace algunas semanas, imaginar un Grizzlies vs Pelicans siendo clave en la lucha de los Playoffs del Oeste, era poco menos que una utopía. Y sin embargo, ahí estamos. Memphis y New Orleans se ven las caras este lunes, en un enfrentamiento entre dos de los conjuntos más encendidos que tiene la liga en este momento. Un espectáculo completamente revalorizado y que capta la atención, aún en un Martin Luther King Day repleto de propuestas interesantes.
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Lo de Memphis está siendo sencillamente espectacular, dando un giro de 180 grados y pasando del fondo de la tabla, a ser el claro dueño del octavo puesto del Oeste: partido y medio de ventaja sobre el noveno (San Antonio) y con el séptimo (Oklahoma City) comenzando a aparecer en el radar (a tres y medio de distancia).
Guiados por un Ja Morant sublime y establecido como el máximo favorito al ROY, los dirigidos por Taylor Jenkins acumulan siete victorias consecutivas: Clippers, Suns, Wolves, Spurs, Warriors, Rockets y Cavaliers. ¿Su promedio anotador en esos compromisos? 124,2 tantos.
En caso de imponerse, llegarían a los ocho triunfos al hilo por primera vez desde el 2015 (la marca de la franquicia es 11, conseguida en 2014).
Desde Navidad al día de la fecha, los Grizzlies tienen marca de 9-2 y los Pelicans de 8-4, lo cual los dejaría terceros y quintos en el Oeste durante ese tramo de la temporada. En otras palabras, equipos claramente de Playoffs. La distancia con los otros conjuntos que pelean por la octava plaza es enorme y aún cuando New Orleans tiene bastante terreno por remontar, el panorama se empieza a llenar de ilusión. No solo por el nivel reciente mostrado por los de Gentry (ganaron 4 de 6), sino por la cercanía del debut de Zion Williamson.
Más | ¿Qué esperar del debut de Zion Williamson?
Si todo va acorde al plan, el de este lunes debería ser el último juego de los Pelicans sin Zion. En el siguiente, locales ante los Spurs el miércoles 22, el explosivo jugador surgido de Duke ya estaría disponible. Y con él, está claro que las expectativas del equipo pasarán a ser otras. Si se integra rápidamente y está bien desde lo físico, Williamson podría ser el impulso que New Orleans necesita para meterse de lleno en la pelea.
Y en ese sentido, el calendario ayuda: jugarán 7 de los próximos 11 en casa. Los Pelicans han tenido el fixture más complicado de los 30 equipos hasta hoy, lo cual se irá nivelando con el correr de los meses. De hecho, hasta el final de la Fase Regular, el promedio de victorias de sus rivales será de 48,5%, la octava cifra más favorable del torneo. Lo de Memphis es a la inversa: 51,4%, octava más elevada.
Veremos a dos conjuntos que juegan a un ritmo frenético, el show de Ja Morant vs un Lonzo Ball cada día más determinante, Brandon Ingram y su intento de seguir armando su currículum para el All-Star Game, el rendidor tridente interior de Memphis (Jackson, Valanciunas, Clarke) y por sobre todas las cosas, dos equipos claramente en alza y que han ido cambiando sus objetivos con el correr de la campaña. Promesa de gran partido.
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