A solo cuatro días del inicio de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, el Dream Team de Chuck Daly terminaba su preparación en Montecarlo. Y fue aquel 22 de julio, cuando se llevó a cabo una última práctica que terminaría pasando a la historia.
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"Fue el mejor partido en el que haya jugado", declararía años después Michael Jordan, en relación a lo sucedido ese miércoles en el Principado de Mónaco.
¿Qué fue lo que pasó exactamente? Para ultimar detalles de cara a los Juegos, Daly pretendía tener un entrenamiento duro, en el que se compitiera con la misma intensidad de un encuentro oficial. Para eso, organizó un duelo de 5 vs 5, con un detalle que aseguraría la competitividad: Michael Jordan por un lado, Magic Johnson por el otro. Los dos líderes del plantel, enfrentados.
Y es que claro, aún cuando Magic ya estaba retirado de la NBA, tras haber anunciado algunos meses antes que era portador de VIH, el ex base de los Lakers seguía siendo una figura deslumbrante. En frente, un Jordan que ya no solo era claramente el mejor jugador de la liga, sino que además venía de conseguir sus primeros dos títulos con Chicago.
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La práctica pudo haber contado con 11 futuros Salón de la Fama, pero las lesiones de John Stockton y Clyde Drexler les impidieron ser de la partida. En su lugar, se bajó ese número a 9, con el universitario Christian Laettner siendo el único que no formaría parte de ese selecto grupo inmortalizado en Springfield.
Para el Equipo Blanco de Jordan se sumó lógicamente su escudero Scottie Pippen, un Larry Bird que para entonces ya había jugado su último partido NBA y dos internos súper explosivos como Karl Malone y Patrick Ewing.
Por el Equipo Azul de Magic aparecieron también un anotador exquisito como Chris Mullin, Christian Laettener y una dupla interior repleta de potencia: Charles Barkley y David Robinson.
El encuentro fue todavía más competitivo de lo que Daly esperaba, no solo desde el juego, sino por lo hablado del mismo. Magic, específicamente, no estaba dispuesto a ceder su lugar como el capitán de ese plantel, aún cuando tenía en frente a un jugador claramente superior como MJ.
El conjunto Azul tomó una rápida delantera, pero a la larga, fue el Blanco el que terminó imponiéndose, por 40-36.
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Según se cuenta en el libro "Dream Team" de Jack McCallum, Jordan fue el máximo anotador del choque con 17 puntos, acompañado en su equipo por Malone (9) y Pippen (8). El mejor del Azul resultó ser Barkley (11), seguido curiosamente por Laettner (10).
Horas después, ya en Barcelona, el seleccionado estadounidense comenzaría a cambiar para siempre la historia del básquet internacional, en su camino a la medalla dorada. Sin embargo, para su plantel, el partido más exigente ya había quedado atrás en Montecarlo.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.