A pesar de estar transitando su segunda temporada como asistente en la NBA, el trabajo de Pablo Prigioni está dejando una marca clara. Lo hizo en Brooklyn y ahora en un rol mayor, lo está repitiendo en Minneosta, como mano derecha de Ryan Saunders. Más allá del mal momento que atraviesa el equipo, el cambio de estilo de los Wolves es notorio y la franquicia espera que a la larga, traiga los resultados esperados.
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Mucha de esa nueva identidad ofensiva de Minnesota tiene que ver con Prigioni y su filosofía de juego: la mentalidad del 0,5. ¿De qué se trata? Los propios integrantes del plantel lo descibren, en un reciente artículo del Star Tribune.
"Tenés que tomar una decisión en 0,5 segundos. Poner la bola en el suelo, pasarla, tirar... básicamente no sostenerla en tus manos", describe el entrenador principal, Ryan Saunders. "Aplica para los internos, para los perimetrales, para todos", agrega Treveon Graham, quien ya conocía a Prigioni de Brooklyn. "Al momento de recibir la bola, ya deberías saber lo que vas a hacer con ella".
Los efectos de esta mentalidad saltan a la vista inmediatamente: son el octavo conjunto con un ritmo de posesiones más alto (14° en la campaña anterior) y el tercer conjunto que más triples toma por partido (26° en la 2018-2019). Run and gun en su máxima expresión.
"Jugué por todos lados. Lo último fue la NBA. Esa chance me permitió haber probado casi todo en el mundo del básquet", cuenta Prigioni. "Jugar esos cuatro años acá me dieron otra perspectiva del juego. Básicamente estuve corriendo este sistema durante los últimos cuatro años de mi carrera", haciendo referencia a sus pasos por New York y Houston.
"Pablo es un tipo interesante. Es honesto, no anda pidiendo disculpas. Dice las cosas como son. No trata de endulzar nada y eso es lo que apreciamos de él", describe Jeff Teague. "Debe tomar Red Bull o algo así... siempre está encima, corriendo. Podría correr todo el día, no se cansa nunca. Es una locura", agrega el base.
"Pablo tiene una mente privilegiada en cuanto a su IQ basquetbolístico y en lo que se refiere a pasar el balón y controlar un partido", comenta D´Angelo Russell, ex dirigido por Prigioni en los Nets. "Pienso que nos relacionamos. Él no era un jugador atlético, pero encontró una manera de dominar un partido con sus pases. Extraño a ese tipo. Hacía las cosas fáciles para mi".
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Y claro, Prigioni también debe extrañar a D-Lo: los Wolves han tenido muchos problemas para encontrar una producción confiable desde su base, con la titularidad pasando desde un veterano como Jeff Teague, a un rookie como Jarrett Culver, a otro ex Nets como el puertorriqueño Shabazz Napier.
Aún con eso inconvenientes, lo cierto es que Minnesota tiene un plan claro después de varios años. Hay una idea de juego, que ahora deberán potenciar en el tiempo. Los Timberwolves recién están en la primaria de esta escuela de juego, pero con un maestro como Prigioni al frente de la clase, las expectativas son las mejores.
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