La nueva camada desembarcó completamente en la Selección Argentina de básquet y afrontará la inminente Copa del Mundo de China, su primer gran torneo. Apenas con el recuerdo de la Generación Dorada sobrevolando al equipo encarnado en la presencia de Luis Scola, el combinado de Sergio Hernández tendrá su máximo desafío hasta la fecha después de haber cumplido con creces las expectativas en el Preolímpico de México 2015, la clasificación al Mundial de China y los últimos Panamericanos.
El proceso de renovación es similar al que atraviesa la Selección Argentina de fútbol. Entre ambos se puede trazar un paralelismo: generaciones exitosas que se despiden y le ceden el testigo a una nueva camada que deberá aprender a convivir con las expectativas. En ambos equipos, la presencia extendida tanto de la Generación Dorada como de la camada que alcanzó la final de la Copa del Mundo de Brasil 2014 postergó la inclusión de los jóvenes, pero finalmente su momento llegó.
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Un líder, una bandera: Luis Scola jugará su quinto Mundial. Integrante de la Generación Dorada, llega al final de su experiencia en la selección también como uno de los mejores jugadores del equipo pero, y especialmente, apuntalando con su experiencia y jerarquía a un equipo joven. Una situación similar vive la selección de fútbol con Lionel Messi, aunque a diferencia de Scola, la Pulga sigue siendo el mejor jugador del mundo. Sin embargo, ambos comparten un punto en común: son ejemplo de profesionalismo y compromiso. Ambos funcionan como nexo entre la generación que se fue y la que llega para transmitirles los ideales y principios del equipo.
Si bien Scola ya tiene 39 años y no está en la órbita de la NBA, su pasado lo consolida como uno de los mejores jugadores de la historia del básquet FIBA y su presente lo sostiene como un jugador determinante en el equipo nacional, como demostró durante los amistosos previos y en los Juegos Panamericanos. No hace falta hablar de Messi, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol y el mejor de la actualidad. Con distintos perfiles, ambos son los líderes de dos de las selecciones más importantes de la Argentina.
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La renovación: en la última Copa América, Lionel Scaloni incluyó a una serie de jóvenes para darles rodaje de cara al futuro con la Copa del Mundo de Qatar 2022 en el horizonte. Juan Foyth, Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Lautaro Martínez fueron algunos de los nombres propios de la renovación que Scaloni impulsó en el combinado argentino. Con la despedida de los Javier Mascherano, Lucas Biglia y otros jugadores que fueron subcampeones del mundo y de América, es el momento en el que los nuevos integrantes del plantel den un paso adelante.
En el combinado de Sergio Hernández, la renovación viene siendo paulatina desde México 2015. En aquel torneo, apuntalados por Scola y Andrés Nocioni, se consolidaron Facundo Campazzo, Marcos D'Elia y Nicolás Laprovittola. En Río 2016, con los regresos de Manu Ginóbili y Carlos Delfino, se despidió definitivamente la Generación Dorada. Campazzo y Laprovittola ya son los líderes de un equipo que, salvo por Scola, no tiene jugadores de más de 30 años. Luca Vildoza (23), Lucio Redivo (25), Máximo Fjellerup (21), Gabriel Deck (24) y Agustín Cáffaro (24) forman parte de la renovación total, además de Nicolás Brussino (26) y Patricio Garino (26), ambos con pasado NBA.
Ambas selecciones empiezan a abrirles las puertas a los jóvenes que defenderán la camiseta albiceleste en el futuro, con una misma realidad: tanto el combinado argentino de básquet como el de fútbol, gozan de buena salud.