Los Angeles Lakers es una franquicia con sinónimo de éxito, de campeonatos, de momentos de gloria de la mano de grandes estrellas. La historia ha convertido a los de California en una marca registrada de la NBA, en la segunda organización más ganadora en cuanto a títulos (16) y en un lugar que, al mismo tiempo, va mucho más allá de esos trofeos.
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Sin embargo, la era moderna encuentra a los Lakers en una crisis deportiva que ni la llegada de LeBron James, el mejor jugador de los últimos tiempos, pudo cambiar. Como si fuera poco, Magic Johnson sorprendió a todos en la última noche angelina en la campaña y renunció a su cargo como Presidente de Operaciones, cerrando de la peor manera esta sexta temporada consecutiva del equipo sin Playoffs.
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Sí, 6 años seguidos de los Playoffs sin los Lakers. Si consideramos que, en las primeras 65 temporadas de la historia de la franquicia sólo se habían ausentado en 5 oportunidades, encontramos algo completamente atípico pero que sirve para entender que es uno de los peores momentos de la organización adentro de la cancha, sobre todo porque estos cursos sin postemporada terminaron con el equipo con 4 de los peores registros de todos los tiempos en la franquicia.
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¿Qué pasó en estas temporada afuera de los Playoffs? Veamos...
2013-2014
- Récord: 2013-2014
- Posición en el Oeste: 14°
- Máximo anotador: Nick Young (17,9 de promedio).
Los Lakers habían llegado a los playoffs en la temporada pasada, pero esa experiencia había terminado con daño. En el 80° partido de la fase regular, Kobe Bryant se rompió el tendón de Aquiles izquierdo, y ya nada volvió a ser como antes. Esa campaña terminó en barrida en la primera ronda ante los Spurs, pero después vino lo peor.
En el comienzo de la 2013-2014 ya no estaba Dwight Howard, tras el fracaso de su relación con Kobe durante la única campaña juntos. Steve Nash, con el físico ya sin respuestas, anunciaría su retiro y terminaría su maravillosa carrera. Pau Gasol jugaría su última temporada allí. Y el resto del plantel estaba lejos de ser de primera línea: Nick Young (máximo anotador del año), Jodie Meeks, Steve Blake, Kendall Marshall y Wesley Johnson, por ejemplo, promedieron arriba de 28 minutos por partido. Ninguno de esos nombres es del calibre de un equipo de punta.
Los Lakers terminarían en ese entonces con la segunda peor temporada de su historia en cuanto a porcentaje de triunfos (32,9%). Aunque, sobre el final, al menos se hizo un poco de luz con el regreso de Kobe tras la lesión.
2014-2015
- Récord: 21-61
- Posición en el Oeste: 14°
- Máximo anotador: Kobe Bryant (22,3 de promedio).
Llegó Byron Scott como entrenador en lugar de Mike D'Antoni, pero el plantel estuvo lejos de tener una renovación que prometiera. Para colmo, la esperanza de ver cómo respondió el pick de lotería del Draft se terminó rápido: Julius Randle, elegido en el 7° lugar entre los novatos, se rompió una pierna en su debut y se perdió toda la campaña.
Plantel con escaso talento, un Kobe Bryant golpeado con su físico (apenas 35 partidos) y respuestas nulas terminaron con la peor campaña de la historia de la franquicia (hasta ese momento), un pobre 25,6% de victorias. Algo para encontrar una luz fue la respuesta que ofreció Jordan Clarkson, rookie de segunda ronda (46°) del Draft, con promedios de 11,9 puntos, 3,2 rebotes y 3,5 asistencias.
2015-2016
- Récord: 17-65
- Posición en el Oeste: 15°
- Máximo anotador: Kobe Bryant (17,6 de promedio)
Una realidad imposible de contener: fue la peor temporada en la historia de la franquicia, con un pobre 20,7% de triunfos. Y, así y todo, dejó una sensación positiva por la forma de cerrarse. Es que fue la temporada del retiro de Kobe Bryant, quien recorrió todas las canchas sabiendo que era el final y fue completamente reconocido por su legendaria carrera. Ese final con 60 puntos contra Utah, y el "Mamba out" en el Staples Center, quedarán en las retinas de todos.
Pero más allá del efecto Kobe, el año fue muy malo. Y eso que la franquicia había elegido en el 2° lugar del Draft 2015 a D'Angelo Russell. El base tendría una primera campaña irregular, con medias de 13,2 puntos, 3,4 rebotes y 3,3 asistencias. Julius Randle, en su "primera" temporada, promedió 11,3 puntos y 10,2 recobres. Pero poco cambió.
2016-2017
- Récord: 26-56
- Posición en el Oeste: 14°
- Máximo anotador: Lou Williams (18,6 de promedio)
Se profundiza el foco de la reconstrucción, y se contrata a Luke Walton como entrenador. Con otro pick de lotería de Draft, la franquicia toma a Brandon Ingram en el 2° lugar. Pero el alero no mostró en ese año debut el potencial que muchos esperaban (9,4 puntos en 28,8). Clarkson, Randle y Russell dan un paso al frente, pero no terminan de convencer.
Además, los fichajes de dos veteranos con Deng y Mozgov no generan nada, y Lou Williams, el máximo anotador, termina canjeado a Houston en el tramo final de la temporada.
Lo más importante llegó en ese tramo final, donde la franquicia pega un golpe de timón y cambia su gerencia con la llegada de Magic Johnson como Presidente de operaciones de básquet, y de Rob Pelinka como GM.
2017-2018
- Récord: 35-47
- Posición en el Oeste: 11°
- Máximo anotador: Kyle Kuzma (16,1 de promedio)
El mejor año en mucho tiempo, más allá de no haber sido suficiente para regresar a los playoffs. Los Lakers vuelven a tener el 2° del Draft y toman a Lonzo Ball, poniéndole punto final a su matrimonio con D'Angelo Russell (terminó en Brooklyn, donde hoy es estrella). Además, la franquicia pega un pleno con el pick N°27, eligiendo a un Kyle Kuzma que mostraría enormes condiciones desde sus primeros pasos (promedió 16,1 puntos y 6,3 rebotes). También se acertó con Josh Hart (30°).
Las bases estaban armadas: interesante núcleo joven, con gran química (buen debut de Lonzo y pequeño despegue de Ingram) y algo de espacio salarial para ir por más después de una temporada con una gran cantidad de victorias para el material con el que se contaba.
2018-2019
- Récord: 31-41
- Posición en el Oeste: 11°
- Máximo anotador: LeBron James (27,4 de promedio)
Los Lakers pegaron el impacto de la agencia libre, sumando nada más y nada menos que a LeBron James. Automáticamente, el equipo se posicionó para tener objetivos de playoffs, con el Rey liderando y acompañando el salto del núcleo joven, más algunos fichajes de veteranos probados (Rondo, McGee, Stephenson, Beasley) para completar la estructura. Pero...
La Navidad marcó un punto de quiebre: LeBron James sufrió una lesión que lo dejó afuera de 18 partidos, y las dificultades empezaron a llegar: pocas respuestas de los veteranos, los jóvenes sin terminar de dar el paso al frente, más problemas físicos (sobre todo en Lonzo Ball y Rondo) y un plantel que jamás tuvo regularidad (ni respuestas) para hacerle frente a las adversidades.
El capítulo "trade deadline" terminó de sepultar las ilusiones: en la búsqueda (sin éxito) por canjear por Anthony Davis, se rompió la química del vestuario (los jóvenes estuvieron en cientos de rumores de traspasos) y el plantel estuvo lejos de ser mejorado (llegaron Bullock y Muscala; y se perdió a un buen valor joven como Zubac).
El resto es historia: nuevo año de los Lakers sin playoffs, y LeBron ausente de la fiesta grande por primera vez desde 2004-2005.