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Adrián García Márquez: de soñar con las Grandes Ligas a ser otra voz latina en la NBA

Adrián García Márquez

Adrián García Márquez tuvo un cierre de temporada intenso. El narrador de los partidos en español por el NBA League Pass, en dupla con Alberto De Roa, trabajó de lleno hasta lo profundo de los Playoffs 2019. Una valiosa narración en nuestro idioma descubierta por el grandioso Alvaro Martín. Otra historia más sobre el acento latino que rodea a la NBA.

Esa vocación por el relato fue captada por sus compañeros del equipo de béisbol en la adolescencia mientras soñaba con convertirse en un catcher de las Grandes Ligas. "Si bien nací en San Diego, soy un niño fronterizo de Tijuana por mis padres mexicanos, digamos que crecí en las dos ciudades. En esa región la gente está muy cerca del deporte. Pero fue por el béisbol que comencé a darme cuenta de mi profesión. Yo jugaba en la posición de catcher, y era un catcher que hablaba mucho dentro del campo", recuerda.

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Era una locura que tenía por relatar cada instante de su vida. Nadie podía callarlo ni dentro ni fuera del campo de juego. "Llegó en un momento de mi carrera, creo que a los 25 años, que los mismos jueces del partido y mis propios compañeros insistían en que debía meterme en la cabina a narrar. Eso ya lo había pensado cuando tenía 12 ó 13 años, ni bien empezó a gustarme mucho el deporte. Tuve que decidir dentro de mi fantasía y hablarme a mí mismo para decirme que si no me convertía en un beisbolista profesional o un quarterback de los San Diego Chargers, ya era la hora de convertirme en un narrador de deportes. Al escuchar a los amigos y los colegas me empecé a dar cuenta de que tenía madera para hacerlo", reconoce Adrián con cierta ironía.

En la ciudad californiana de Chula Vista dio su primer paso como relator de emociones que lo llevaron a ser el nexo de momentos inolvidables de los deportes americanos. "Recuerdo que estaba por nacer mi primer hijo, mientras trabajaba en tres lugares a la vez. Por la mañana descargaba mercadería para una tienda y por la tarde pegaba calcomanías para una emisora latina y una estación de hip-hop, pero también me utilizaban para cargar y descargas los equipos durante los eventos al aire libre", explica.

"Hasta que un día uno de los talentos no se presentó en el fiesta, la DJ no apareció por el lugar y dejó plantada a la organización de la radio. Ese día me salió de adentro y me enfrenté a la dueña para ofrecerme y hacerle saber que no le tenía miedo al micrófono. No sé cómo hice, pero me subí y comencé a conducir la fiesta gritando ´¡Qué tal, amigos. Cómo les va!`. A partir de ahí me entrenaron en el puesto y me cambiaron del equipo de calcos para pasarme a la cabina para pasar música", agrega.

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Pero la gran oportunidad se gestó en el Coliseo de Oakland durante un juego de la MLB. "Fijate que el gran Alvaro Martín es el hombre que me descubrió. Coincidimos en un partido, él para ESPN y yo con la emisora de los Atléticos. Cómo será la historia que yo estaba narrando cerca de la jaula de bateo, pero mientras tanto escuchaba a alguien muy cerca mío, preguntándole a Howard Bryant, un reconocido periodista de béisbol, quién era el relator en español del equipo", relata. Ese era Alvaro Martín hablando sobre su voz e imaginando a un hombre mayor por el tono de voz.

"Ahí nos presentaron con Alvaro, donde me comenta que le había gustado mucho la transmisión. Y ese mismo día me contactó con ESPN en Bristol, para que en menos de dos semanas ya esté haciendo una audición como narrador de fútbol americano. Después de ese gesto comenzó mi trayectoria haciendo MLB otra vez y luego en el canal Univisión. Pero sí, digamos que el scout de los scouters ha sido Alvaro Martín. Todos los días le recuerdo su cariño, por ser buena gente y por el enorme agradecimiento que tengo hacia él, además de tener un buen ojo por darle esa oportunidad a un simple colega suyo. Yo encontré en Alvaro a alguien que fue un ángel para mí", sostiene un García Márquez emocionado.

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Tiene el privilegio de haber narrado a las mejores franquicias de distintos deportes: la campaña de los Boston Red Sox, uno de los equipos más antiguos de la MLB; también lo hizo en los desaparecidos San Diego Chargers de la NFL y hasta formó parte del staff periodístico en español de Los Angeles Lakers. "Esas temporadas en Lakers fueron mágicas. Nos empujábamos entre todo el equipo, con un comentarista de lujo como el chileno Francisco Pinto y luego agregando a un argentino, Rodrigo Azurmendi. Para mí fue una época de oro como relator porque nos tocaron de las peores temporadas de los Lakers", cuenta García Márquez sobre sus seis años en la franquicia angelina. "Para mí era importante encontrar la manera de entretener al fan de los Lakers, un fan exigente que siempre quiere más. Lo que me correspondía a mí era enchufarme al máximo durante todas las noches. Tenemos que ser genuinos al aire, siempre buscando ese rayito de luz durante la transmisión", agrega.

Sin embargo, la huella imborrable de su trayectoria quedó en Grecia durante los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. "Yo tuve el placer de relatar algunos partidos cuando la NBA estaba los domingos en Telemundo, esto fue previo a los Juegos Olímpicos de Atenas. Y me tocó que me enviaran a narrar cuando la Generación Dorada conquistó al mundo. Fue uno de los momentos más dulces de mi carrera como narrador y como fanático del deporte, ¿sabes?. Esa magia y toda esa energía de estar en unas Olimpiadas, y con esa Selección Argentina en el podio. Nunca más voy a vivir un momento así", cerró.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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