La gerencia de los Philadelphia 76ers tomó un camino en la madrugada del 1 de julio, cuyo destino es el campeonato de la NBA, una hazaña para nada sencilla, pero que desde los despachos se piensa que están en disposición de cumplira como demuestra la renovación de Tobias Harris y Mike Scott, así como el fichaje de Al Horford.
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Philadelphia estuvo a una canasta de entrar en las Finales de Conferencia y luchar por el cmapeonato ante Golden State Warriors y todo eso disparó las alarmas en el seno de los 76ers. En poco más de un mes, Philly ha ratificado la confianza en Brett Brown y siguen manteniendo a Joel Embiid y Ben Simmons como pilares del grupo, precisamente con este último han iniciado las conversaciones por su renovación, de acuerdo a un reporte de Adrian Wojnarowski de ESPN.
Una apuesta arriesgada cuanto menos y que necesitará de que todas las piezas encajen desde el primer minuto y se evite realizar un plan de emergencia como el de la pasada campaña. Los 76ers han comprometido su futuro salarial por presente competitivo cuyo fin último es conseguir el que sería el primer anillo para la franquicia desde 1983.
Aclaración: ningún contrato será oficialmente firmado hasta el final de la moratoria de la NBA, el próximo 6 de julio.
Un futuro salarial comprometido
En apenas unas horas, Philadelphia ha comprometido 68 millones para la temporada 2019-20 que se desglosa en Tobias Harris por 36M (180 en 5 años), Al Horford por 27.2M (109M en 4 años), Mike Scott por 4.9M (9.8M en 2 años) a falta de que se complete el sign&trade de Jimmy Butler que dará con Josh Richardson (10,1M) en Philadelphia. Es preciso comentar que la renovación de Tobias Harris es la más alta en la historia de la NBA de un jugador que no ha sido All-Star.
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Los 76ers tienen 9 jugadores en plantilla y todavía tendría la opción de renovar a secundarios como TJ McConnell, Boban Marjanovic o James Ennis, que han funcionado de manera correcta en los esquemas de Brown, pero que conducirían al equipo al impuesto de lujo cuyo topa es de 132 mdd anuales. De esta manera, Philly tiene 110 millones comprometidos y pocas o ninguna pieza que mover para liberar salarios.
El problema no será el 2020 que se acerca, sino lo que pueda producirse después del próximo mes de mayo, cuando la temporada se decide realmente. A lo largo de la temporada se confirmará si Ben Simmons acepta la renovación u opta salir al mercado de agentes libres lo que condicionará, como es lógico, la proyección del equipo. Además, el núcleo duro del equipo tiene garantizada su continuidad totalmente hasta la temporada 2022-23 en caso de que Simmons continúe como se espera.
Las incógnitas sobre el rendimiento de Horford puede dar dada su edad, si Harris responderá en comparación a su salario máximo y si Simmons y Embiid darán el paso necesario que los 76ers esperan marcarán el día a día del equipo de Philadelphia.
Todo o nada
La apuesta es clara y la confianza plena, Elton Brand se ha jugado todas sus opciones a una sola carta. La agencia libre de Philadelphia 76ers será recordada, de eso no hay duda, solo el futuro establecerá el calificativo que merece. Sin duda, es una jugada arriesgada siguiendo la línea de Masai Ujiri con los Raptors el pasado verano o Sam Presti con el Thunder en Agencias Libres anteriores.
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Philadelphia ha dejado claro que es capaz de rendir al máximo y llevar a todo un equipo campeón de la NBA a su verdadero límite, siendo el único conjunto en forzar un séptimo a los Raptors en esta temporada. El Proceso, tal y como lo conocimos, queda muy lejos y hace tiempo que ya perdió todo el sentido, ahora es el turno de Brand que en menos de un año ha cambiado de cabo a rabo el conjunto de Philly.
Un banquillo necesitado de efectivos
La temporada 2018-19 certificó que el equipo necesita un banquillo lo suficientemente fuerte como para no exprimir físicamente al máximo a Joel Embiid. Un Embiid sano asegura un nivel competitivo en los Playoffs que pocos equipos pueden hacer frente, menos en la Conferencia Este. Sin embargo, la apuesta por un quinteto titular muy sólido cierra de lleno la puerta a repetir un equipo como el de 2018 que tuvo a Ilyasova, Belinelli, Holmes, Anderson o Fultz.
A día de hoy, tan solo el novato Mattise Thybulle, que firmará un contrato rookie que le reportará 2,5M por año en escala; Zhaire Smith, que apenas ha tenido minutos por salud este año; el mencionado Mike Scott; Josh Richardson, a falta de confirmación y Jonah Bolden formarán parte de la segunda unidad de Philadelphia.
Philadelphia tendrá que mirar al mercado de two-way players y veteranos en busca de complementos que completen un roster que corre el peligro de quedar descompensado o poco profundo en una liga tan larga y competitiva.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.